Restaurante Estrellas de San Nicolás con vistas a la Alhambra de Granada

El pasado fin de semana estuvimos en Granada, y yo tenía el capricho de cenar una noche frente a la Alhambra. Fue así como conocí el Restaurante Estrellas de San Nicolás, uno de los restaurantes más románticos de Granada, con vistas increíbles a la Alhambra. Espero que te guste mi experiencia, y si te animas a cenar allí, me encantaría que me lo contaras.

Algunos datos del Restaurante Estrellas de San Nicolás

Dónde está el Restaurante Estrellas de San Nicolás

El Restaurante Estrellas de San Nicolás se encuentra en la calle Atarazana Vieja número 1, en pleno barrio del Albaicín granadino, uno de los lugares con más encanto de Granada. Y además está justo al lado del mirador más famoso de Granada, con el que comparte nombre: el mirador de San Nicolás.

Cómo llegar al Restaurante Estrellas de San Nicolás

Precisamente por estar situado en el Albaicín, llegar hasta él no es tan sencillo, aunque tienes varias opciones:

• A pie: si estás en el centro de Granada, puedes llegar hasta el Restaurante Estrellas de San Nicolás a pie, tras veinte minutos de caminata. El último tramo es en ascenso, no demasiado empinado, pero sí en contante subida.
• En coche: no se puede llegar en coche hasta el restaurante, porque tanto el Albaicín como el Sacromonte son zonas con restricciones al tráfico privado. Así que si entras, te expones a que te caiga una buena multa. Nosotros dejamos el coche en el Parking San Cristóbal, que está a diez minutos a pie del restaurante, por un paseo muy agradable. Lo único que debes tener en cuenta es no ir justo de hora por si tienes que esperar plaza libre en el parking, ya que parece que se llena enseguida, al menos esa sensación nos dio cuando nosotros fuimos.
• En taxi: una opción muy utilizada para llegar al Restaurante Estrellas de San Nicolás es el taxi, especialmente para quienes les cuesta más caminar o subir cuestas. Además no es muy caro; desde el centro de Granada son aproximadamente 7 euros.

Localización del Restaurante Estrellas de San Nicolás

Nuestra cena en el Restaurante Estrellas de San Nicolás

Llegada al Restaurante Estrellas de San Nicolás

Nosotros dejamos el coche en el parking, y tuvimos tiempo de dar un paseo por el Albaicín antes de cenar. Fuimos sin rumbo, deambulando entre las callecitas de este bonito barrio árabe medieval. De repente entre uno de sus callejones, vimos la Alhambra de Granada, grandiosa, asombrosa, preciosa. Y en ese momento pensamos: «Sólo por esta imagen, ya merece la pena el viaje a Granada».

Bajamos hasta la Plaza de Santa Ana, y cuando estuvimos cerca de la hora de nuestra reserva, ya emprendimos de nuevo el camino de vuelta hacia el Albaicín. Antes de entrar al restaurante nos acercamos al mirador de San Nicolás, que estaba masificado, con cientos de personas sentadas en el borde del mirador y muchos de pie, esperando la hora del atardecer sobre la Alhambra de Granada. Me hice un huequito entre la gente para hacer una foto rápida, y enseguida abandonamos el mirador.

Justo al ladito vimos esta casa encalada tan encantadora, y en un lateral el nombre de «Estrellas de San Nicolás». Nuestro restaurante prometía.

Nuestra mesa en el Restaurante Estrellas de San Nicolás

La reserva la había realizado el día de antes, por teléfono. Me atendieron muy amablemente y me explicaron que todas las mesas tenían vistas a la Alhambra de Granada, pero se podía reservar primera o segunda fila. En aquel momento sólo quedaba primera fila en el comedor, y segunda fila en la terraza. Como queríamos primera fila, y nos aseguraron que tenía muy buenas vistas, elegimos el comedor. Además tienen dos turnos para la cena, al menos en la era covid, uno a las 20:00 y otro a las 22:00. Nosotros elegimos el primero para ver atardecer mientras cenábamos.

Al entrar al restaurante enseguida nos acompañaron hasta nuestra mesa, que inmediatamente nos enamoró.

Nos quedamos con la boca abierta al ver la ventana abierta, y enfrente, la Alhambra de Granada. Sin lugar a dudas, una de las mejores vistas de Granada, iguales que las del Mirador de San Nicolás, pero sin gente.

El comedor no era demasiado grande, pero muy bonito y acogedor; combinaba la decoración moderna con techos de madera árabes que aportaban un punto de calidez. Las mesas tenían manteles en rojo y blanco, y en varios rincones del comedor podías encontrar reminiscencias del mundo del flamenco.

Me resultaron curiosos los baños, y muy para turistas, porque tienes colgado en la puerta un vestido de torero o de flamenca, para diferenciar el baño de hombres del de mujeres. Y aunque es cierto que había algunos turistas, al ser un lugar pequeño, ayudó a que pasáramos una velada muy tranquila, y casi nos sentimos como si estuviéramos en casa.

Por cierto, después supimos de que el restaurante está ubicado en la antigua casa del cantante de flamenco Enrique Morente y sus hijos Estrella Morente, Soleá Morente y Kiki Morente. Dicen que el cantaor bautizó la casa como Casa de la Tradición y la Traducción, y el nombre del restaurante es un homenaje a su hija y también cantaora Estrella Morente. Lo que desconozco es si los actuales dueños tienen algo que ver con la familia Morente.

Qué comer en el Restaurante Estrellas de San Nicolás

Cuando pensábamos que la sorpresa del Restaurante Estrellas de San Nicolás eran sus vistas, descubrimos otra: su carta. Habíamos imaginado encontrar un local típico de tapas, y lo que vimos en su carta fue muy diferente, con una propuesta atrevida, innovadora y espectacular, que combina la cocina andaluza con influencias de la cocina francesa.

Aunque nosotros no teníamos ganas de vino aquella noche, y elegimos cerveza, tinto de verano y agua, si te gustan los buenos vinos, también los tienen muy buenos en su bodega.

Entrantes

Con la bebida nos pusieron de aperitivo unos vasitos de chupito que sabían a batido de fresa y plátano. Estaban muy ricos. Y mientras esperábamos que llegaran los entrantes, no podíamos quitar la vista de la Alhambra de Granada. Era tan hipnótico tenerla ahí enfrente, tan cerca y tan lejos.

A los quince minutos nos sirvieron los dos entrantes que habíamos pedido, y nos recomendaron que comenzáramos por el caliente, las vieiras. Venían sobre una cama de foie gras, y eran una auténtica delicia, tanto las vieiras como la crema. Para mí fue el plato que más me gustó de toda la cena. ¡Qué cosa tan rica!

El segundo entrante fue un ceviche de lubina, guacamole y carpaccio de tomate. Si te gustan los ceviches, es tu plato. Estaba rico, aunque eliminaríamos del plato el cilantro; si no lo tuviera, nos habría gustado mucho más.

Plato principal

Como plato principal, pedimos un steak tartar para compartir. Nos gustó que ya nos lo sirvieran dividido a cada uno en nuestro plato. El steak tartar estaba perfecto, y para Antonio que es gran fan, fue el plato que más le gustó. La presentación maravillosa, acompañado por arándanos y moras, pan tostado, y patatas asadas. El tubito naranja contenía picante para aderezar al gusto; aunque yo no lo probé.

Postres

Con la cena nos quedamos bien, y aún nos quedó espacio para compartir este postre: fondant de chocolate con helado de violeta. La decoración también espectacular. Lo sirven acompañado de mermelada, almendras laminadas y las frutas del bosque que habíamos probado en el steak tartar. Riquísimo. Y lo que siempre recordaré de este postre es el sabor de la violeta que tenía el helado, la bola blanca. Juro que me transportó a mi niñez, al sabor de los caramelos violetas típicos de Madrid, que me compraban mi madre o mi tía Lola en la Puerta del Sol.

Precio de la cena en Restaurante Estrellas de San Nicolás

La cena nos costó 94,92 euros así repartidos:

• Vieiras: 22
• Ceviche: 19
• Steak tartar: 24
• Fondant de chocolate: 10
• Pan: 4,40 (2,20 cada uno)
• Cerveza: 8 (4 cada una)
• Tinto de verano: 4
• Agua mineral: 3,50

Cae la noche en la Alhambra de Granada

Durante todo el tiempo que duró la cena fuimos viendo las diferentes fases por las que fue pasando el cielo alrededor de la Alhambra de Granada. Después del atardecer, la Alhambra quedó completamente a oscuras, y enseguida se acercó nuestro camarero del Restaurante Estrellas de San Nicolás a comentarnos que en unos minutos la Alhambra se iluminaría. Y se iluminó.

Además había casi luna llena; puedes ver su gran luz apareciendo por la parte superior. Os aseguro que era increíble estar ahí.

Por cierto, a las nueve y media de la noche empezamos a escuchar música que parecía de un concierto. Buscamos en internet y encontramos que Loquillo cantaba a esa hora en el Teatro del Generalife. Después de saberlo, sí detectamos su voz y estilo, y nos gustó estar cenando con esa música ochentera, la mejor. Si te fijas en las dos últimas fotos del artículo, las luces que se ven a la izquierda son los focos del concierto.

A las diez de la noche tuvimos que dejar nuestra mesa, porque entraba el segundo turno. Me dio pena porque me hubiera quedado ahí horas. Antes de abandonar el restaurante, pasamos a conocer la zona de terraza. Nos pareció también una pasada, desde luego igual de impresionante o incluso más para cenar en Granada con vistas a la Alhambra y al aire libre.