Qué ver en Tarifa en un día. Visita al centro histórico

Hacía muchos años que tenía ganas de conocer Tarifa, culpa de una amiga tarifeña que siempre me hablaba maravillas de ella. Pensaba que el amor por su ciudad la cegaba, pero al conocerla el año pasado entendí perfectamente su pasión. En Tarifa esperaba encontrar extensas playas de arena blanca y surfistas, y lo encontré, pero también encontré una ciudad de calles blancas y estrechas al más puro trazado árabe, y tanta historia entre sus calles y monumentos que quedé totalemente fascinada.

Qué ver en Tarifa en un día

No sé por qué creía equivocadamente que Gibraltar era el punto más cercano de Europa con África. Tuve que pisar Tarifa para salir del error, y es que en realidad Tarifa es la punta más meridional de la Península Ibérica y de Europa. Justo la puntita más al sur que podemos encontrar en cualquier mapa de España se llama Punta de Tarifa o Marroquí, donde se junta el mar Mediterráneo con el océano Atlántico.

Viajamos a Tarifa desde Jerez y entramos por la parte norte, por la carretera Cádiz-Málaga. Enseguida la ciudad nos dio la bienvenida con el típico monumento formado por la palabra de la localidad. Tras esta rotonda aparecieron las primeras casas y decidimos aparcar como nos habían aconsejado, ya que acercándonos a las calles del centro histórico sería mucho más complicado.

Al bajar del coche nos dio una enorme sensación de ambiente playero. Toda la avenida principal estaba poblada de palmeras y el viento soplaba fortísimo, doblando las copas de las palmeras. Ni hablar de los enredos que se me hicieron en el pelo. Y aunque aún estábamos a kilómetro y medio de la playa, fue ahí donde entendí por qué Tarifa es una de las mecas del surf y capital del viento.

Muralla del Arrabal y Torre del Corchuelo

Continuamos ya a pie descendiendo por la misma carretera de entrada y antes de diez minutos encontramos la primera sorpresa. Y digo sorpresa porque desconocía que Tarifa tuviera muralla, así que encontrarme con la muralla urbana de Tarifa me resulto espectacular.

La muralla de Tarifa tiene tres tramos diferenciados, y éste pertenece a la Muralla del Arrabal. En la esquina, la Torre del Corchuelo, una torre esquinera que fue ensanchada en época moderna para poder soportar en su azotea las piezas de artillería de la época.

Torre del Corchuelo

Boquete de la Cilla

En este tramo de muralla las tropas francesas abrieron un boquete en 1824, después de que los liberales españoles se apoderaran de la ciudad. Se llamó Boquete de la Cilla, y hoy día se puede ver en la callecita Cilla.

Puerta de Jerez

Algunos metros más adelante llegamos al cruce de las calles Amador de los Ríos, Batalla del Salado y Avenida de Andalucía, donde se encuentra uno de los monumentos más emblemáticos de Tarifa, la puerta de Jerez, una de las cuatro puertas que tenía la gran muralla. La puerta está formada por dos torreones robustos con almenas y entre ellos un arco de herradura de origen árabe que fue en su día la entrada principal a la ciudad, y que hoy día marca la separación entre la Tarifa nueva y la Tarifa antigua.

Puerta de Jerez

Sobre el arco una placa con el escudo de Tarifa en la que se puede leer la siguiente inscripción que recuerda la gesta de la conquista de Tarifa por parte de la Corona de Castilla: «Muy noble, muy leal y heroica Ciudad de Tarifa ganada a los moros reinando Sancho IV El Bravo el 21 de septiembre de 1292«.

Hasta aquel momento Tarifa estaba en poder de los benimerines. Y si la puerta es espectacular por fuera, también lo es bajo su arco, con una sucesión de tres arcos y bóvedas para sostener la parte superior de la puerta.

Puerta de Jerez

Calles del centro histórico

Nada más atravesar la Puerta de Jerez sentí que nos habíamos transportado a otra época. Casas blancas adosadas a la muralla y a partir de ellas la calle Jerez junto a un entramado de calles estrechas y en descenso. Me pareció una zona preciosa. Aquí comenzó el verdadero paseo con encanto por Tarifa.

Calle Jerez

Mercado Público

Entre las calles históricas Colón y San Julián encontramos el mercado de abastos de Tarifa, con productos frescos de la tierra, en el que incluso hay días que puedes comprar el pescado recién capturado.

Pasarela a la Alameda

Junto al mercado sale un pasadizo que pasa prácticamente inadvertido confundiéndose casi con las puertas del mercado. En el interior de esta pasarela encontramos un cuadro mural mosaico que homenajea a los hombres de la mar, obra de Manuel Reiné Jiménez, un pintor y escultor tarifeño.

Pasarela a la Alameda

Paseo de la Alameda

La pasarela nos traslada hasta un amplio paseo peatonal y arbolado de segunda mitad del siglo XIX, del que dicen es el corazón social de Tarifa, el Paseo de la Alameda. Está repleta de bares y restaurantes, y en ella encontramos el teatro municipal de la Alameda y la oficina de turismo de Tarifa. En su extremo sur el monumento a Guzmán el Bueno, una obra de 1960 de Manuel Reiné Jiménez.

Guzmán el Bueno en Paseo de la Alameda

Castillo de Guzmán el Bueno

En un saliente frente al mar aparece el Castillo de Guzmán el Bueno, también llamado de los Guzmanes, una fortaleza medieval de la época califal que ejerció funciones militares por su posición estratégica junto al estrecho de Gibraltar. Tuvo un papel muy importante en la defensa de la ciudad de Tarifa durante la Reconquista, para defenderse de los ataques de piratas berberiscos. Y también durante la Guerra de la Independencia en 1812, cuando fue el centro de operaciones de las tropas españoles en la defensa del sitio de Tarifa.

Castillo de Guzmán el Bueno

El nombre del castillo proviene de Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno, al que los tarifeños tienen especial cariño y considerado el personaje histórico que más fama ha dado a Tarifa. En 1294 Sancho IV recurrió a Guzmán el Bueno para la defensa de tarifa. Los musulmanes habían cercado el castillo y secuestrado al hijo de Alonso, y le apremiaron a entregar Tarifa a cambio de salvar la vida de su hijo. Según cuenta la leyenda, Alonso prefirió sacrificar a su hijo antes que entregar la población, e incluso desde el castillo les lanzó su propio cuchillo para que lo mataran. Un antiguo romance decía: «Matadle con éste, si lo habéis determinado, que más quiero honra sin hijo, que hijo con mi honor manchado«.

Enfrente de la puerta de entrada al castillo de Guzmán encontramos la estatua en bronce del monarca Sancho IV de Castilla, apodado «El bravo». Fue construida también por Manuel Reiné Jiménez, para conmemorar el VII centenario de la toma de la ciudad de Tarifa.

Castillo de Guzmán el Bueno y estatua de Sancho IV

Puerta de la Almedina

La calle Guzmán el Bueno rodea al Castillo de Guzmán y nos lleva hasta la puerta de entrada a la antigua ciudad islámica: la Puerta de la Almedina. Formó parte del tramo de muralla de la Almedina y en la actualidad está integrada con los edificios. Es visible en el interior del bar Almedina, donde se pueden comtemplar sus arcos de medio punto.

Puerta de la Almedina

Plaza de Santa María

Al subir la escalinata de la Puerta de la Almedina llegamos a la Plaza de Santa María, más conocida como Plaza de la Ranita, una preciosa plaza ajardinada de planta cuadrada con una fuente con ranitas en el centro, además de árboles, setos y parterres. Me pareció la plaza más bonita de Tarifa.

Plaza de la Ranita

La plaza está bordeada por edificios singulares. En una de las paredes de la plaza tienes una cerámica con la imagen y nombre de cada uno de estos edificios. Está el ayuntamiento de estilo neoárabe y la Casa del Pósito del siglo XVIII que fue destinado a almacén de granos. También la Iglesia de Santa María del siglo XIV, que es la iglesia más antigua de Tarifa y la más importante hasta la construcción de la Iglesia de San Mateo. Santa María fue construida sobre una mezquita islámica, tiene estilo gótico mudéjar y cúpula de madera. Y la puedes contemplar tanto desde el Castillo de Guzmán como desde la Plaza de Santa María.

Y por último otro edificio que me pareció el más bonito de toda la Plaza de la Ranita, el colegio Cervantes, construido en los inicios del siglo XX en estilo neomudéjar, y que hoy día alberga la biblioteca municipal y el archivo histórico municipal de Tarifa.

Colegio Cervantes en Plaza de la Ranita

Plazuela del Viento

Desde la propia Plaza de Santa María tomamos la calle Amargura y llegamos a otra amplia plaza que es un auténtico balcón al mar, la Plazuela del Viento. El nombre viene dado porque en este lugar sopla un viento muy fuerte. Bordeando la plaza encontramos la Casa de la Juventud y la Torre de Miramar. Aunque lo más fascinante de la plaza es el conocido como mirador de África, porque en días claros se ve la costa del continente africano.

África desde Torre de Miramar

Torre de Miramar

La Torre de Miramar aparece en una de las esquinas de la Plazuela del Viento. Delimita los tramos de la muralla de la Almedina y la muralla de la Aljaranda. Se puede subir a lo alto de la torre, desde la que se obtienen vistas aún más deslumbrantes del puerto de Tarifa y del estrecho de Gibraltar. Es sorprendente tener las casas de África tan cerca. Y al mirar al mar no pude evitar preguntarme qué parte era el mar Mediterráneo y qué parte el Océano Atlántico, aunque imagino que en esta parte deben estar las aguas totalmente mezcladas.

Torre de Miramar

Muralla de la Aljaranda

A continuación de la Torre de Miramar continúa la muralla, en lo que es el tramo de muralla de la Aljaranda. En este tramo aparecen dos nuevas torres: la Torre de los Maderos y la Torre de Jesús.

Muralla de la Aljaranda

Cárcel Real

Me choca bastante que este edificio fuese la cárcel, tan blanco y manteniendo el mismo estilo de casas del centro de Tarifa. Pero sí lo fue, y además la antigua cárcel estuvo en uso hasta mediados del siglo XX. En la actualidad funciona como sala de exposiciones artísticas y culturales.

Cárcel Real

Iglesia de San Mateo

Finalizamos el recorrido por el centro histórico de Tarifa con la visita a la iglesia mayor de la ciudad, la Iglesia de San Mateo o Parroquia de San Mateo, levantada a principios del siglo XVI y reconstruida a lo largo de los siglos XVIII y XIX. La iglesia se dedicó a la memoria del apóstol San Mateo por haber sido Tarifa reconquistada a los musulmanes el 21 de septiembre de 1292, día en el que se celebra la festividad de San Mateo.

Iglesia de San Mateo

En la iglesia destaca su fachada con la Puerta del Perdón barroca y la torre campanario, de base cuadrada y bastante lisa, rematada con un cuerpo de campanas y cúpula gallonada, que es una cúpula de gajos o lóbulos tipo nervaduras de medio punto, que producen un efecto esférico. Un lugar muy bueno para ver la cúpula de la torre de la Iglesia de San Mateo es la calle Peñita.

Iglesia de San Mateo desde calle Peñita

Dormir en Tarifa

La continuación de la calle Peñita es la calle Comendador donde está el Hotel The Riad, un magnífico hotel para dormir en Tarifa que me pareció espectacular por su decoración en estilo marroquí. Este hotel es perfecto para conocer el centro histórico de Tarifa y tiene una azotea con unas vistas increíbles de los tejados de la ciudad, entre los que también se encuentra la cúpula de la torre de la Iglesia de San Mateo.

Hotel The Riad en Tarifa