Ruta por Laponia día 10: Nellim y frontera con Rusia
Habíamos planificado estar tres noches en Inari porque nos parecía un buen lugar para recorrer toda la zona norte de la Laponia finlandesa. Estábamos en el segundo día, que habíamos planificado para viajar a la zona más oriental de Laponia.
Viaje de Inari a Nellim
El día había amanecido con muy mal tiempo. A las diez de la mañana seguía el día muy oscuro incluso para ser noche polar, y nevaba, así que desayunamos tranquilamente en nuestra cabaña y no salimos hasta pasadas las once, cuando paró de nevar. Rascamos los cristales del coche, como cada mañana, para quitar la nieve, y pusimos rumbo hacia el este de Laponia.
En cuanto nos pusimos en marcha comenzó a nevar de nuevo. Teníamos una hora por delante y sentíamos que no nos iba a resultar nada confortable. Tuvimos primero que deshacer el camino del día anterior hasta Ivalo, pero esta vez nevando, y cada vez que nos cruzábamos con un coche nos poníamos algo tensos. Ya en Ivalo cogimos una carretera secundaria que nos llevaría hasta Nellim, con más nieve pero menos coches.
Desde Ivalo hasta Nellim, en un trayecto de 40 kilómetros, sólo nos cruzamos con tres coches, algo que de verdad agradecimos para poder ir más tranquilos e incluso para disfrutar del paisaje. Pasamos por unos bosques preciosos completamente nevados con algún riachuelo que aún no estaba congelado, y no vimos nada más, ni pueblos ni nada.
La carretera tenía algunas curvas y el tramo final algunas subidas y bajadas, especie de mini-puertos.
Después de hora y cuarenta minutos, llegamos a Nellim.
Nellim
Lo primero que encontramos en Nellim fue este cartel del Hotel Nellim, un hotel familiar donde puedes ver auroras boreales fabulosas, al menos eso leímos. No pudimos comprobarlo pero sí lo creímos, ya que eso de estar perdido en mitad de la nada ayuda bastante.
No había nada ni nadie en los alrededores, pero sí un barquito que estaba sobre el lago congelado. La escena era fascinante y al mismo tiempo producía algo de inquietud.
Bajamos hasta él y desde allí logramos ver un embarcadero y cabañas a orillas del lago. Por cierto creemos que es el mismo lago Inari que tiene muchas ramificaciones y llega hasta Nellim.
Es posible que te preguntes por qué viajamos a Nellim si no tiene mucho que ver. Y tienes razón, pero aquí a continuación tienes los dos motivos por los que lo elegimos como uno de los destinos de nuestro viaje a Laponia.
Frontera con Rusia
Nellim está situado a sólo nueve kilómetros de Rusia, y eso era algo que nos llamaba mucho la atención cuando preparamos el viaje. Llegamos a pensar incluso en cruzar a Rusia sólo por decir que lo habíamos pisado, pero necesitábamos visado y no merecía la pena sólo para eso. ¡Pero al menos queríamos llegar hasta la frontera! Y llegamos, pero la encontramos cerrada. Parece que esta frontera de Nellim la abren determinados días de la semana, y el resto tienes que ir a otra frontera algo más al sur.
Igualmente nos hizo ilusión llegar hasta aquí y pensar que lo que había detrás de la verja ya era Rusia. Y también fue curioso ver el cartel con la información en ruso.
De vuelta a Nellim
De regreso, nos asomamos a una carretera que salía a la derecha a un kilómetro de la frontera y que llevaba hasta el puente sobre el río Paatsjoki, del que habíamos visto unas fotos fabulosas. Pero la carretera tenía nieve en exceso y temimos que el coche se quedara atascado. Nos conformamos con este otro pequeño río cercano que nos regaló una preciosa escena del bosque finlandés.
Y unos kilómetros más adelante cogimos el desvío para visitar la iglesia de madera de Nellim, la iglesia sami, que era el auténtico motivo de nuestra excursión a esta zona. El camino hacia ella era en pendiente ascendente y nos impresionó bastante porque estaba completamente oscuro y nevaba. La iglesia es chulísima, pero estaba cerrada, así que nos dio mucha pena no poder conocerla por dentro.
De Nellim a Ivalo
Pusimos rumbo de vuelta a nuestra cabaña, parando primero en Ivalo. Antes de llegar nos sorprendió cruzarnos con un autobús en esta misma carretera 91 que iba a Nellim. También encontramos un desvío hacia la siguiente frontera Finlandia-Rusia en Raja-Joosepin rajanylityspaikka a 45 kilómetros, y se anunciaba Murmansk en Rusia a 283 km.
Estuvimos evaluando si ir o no, pero hacía tan mal tiempo que nos parecía arriesgado meternos tantos kilómetros sólo por ver la frontera, ya que en la práctica entre ida y vuelta echaríamos hora y media de viaje. Al final decidimos no ir.
En Ivalo visitamos la oficina de turismo, donde nos dijeron que Ivalo no tenía apenas nada para ver, sólo dos iglesias. Y que la zona es famosa por ser puerta de entrada a la Laponia finlandesa más septentrional, gracias a su aeropuerto, y por su variedad de actividades además de cercanía al centro de deportes de Saariselkä.
Aprovechamos para echar gasolina y empezó a nevar más aún. Hacía malísimo y todo el viaje de vuelta a Inari fue uno de los peores que hemos hecho, tan oscuro, nevando, muchos coches y para colmo, en un tramo del trayecto se nos aparecieron en mitad de la carretera unos cuantos renos. Afortunadamente logramos parar a tiempo, pero nos dieron un gran susto. ¡Cuánto agradecimos estar de vuelta en nuestra tranquila y cálida cabaña!
Pingback: Ruta por Laponia día 11: Utsjoki, Nuorgam y Polmak en Noruega - Los viajes de Wircky