Ruta por Laponia día 13: Kittilä, Kolari, Pajala y Kemi

El día anterior la ruta por Laponia nos había llevado desde Inari hasta Levi y Kittilä, donde vivimos una de las noches más mágicas de nuestra vida, y que nos llevó a cumplir un gran sueño: dormir en un iglú de hielo en Laponia.

Despertar en el iglú de hielo en Kittilä

Cada vez que recuerdo este día no puedo evitar pensar en aquel despertar que bauticé como el más surrealista de mi vida. Yo estaba dormida, y cuando saqué la cabeza del saco y abrí los ojos me encontré con una dulce finlandesa lapona que nos susurraba que nos despertáramos. ¡Qué experiencia!

Además de sorprendida, me desperté con una sonrisa. No pararé de repetir que si vas a Laponia, tienes que dormir sí o sí en un iglú de hielo. Puedes dejarte sorprender, o bien si eres de los que quiere saber todo antes de ir, puedes leer aquí todos los detalles de nuestra noche en el iglú de Kittilä.

Nuestra cama de hielo

Del municipio de Kittilä hacia la frontera con Suecia

El destino final del día era Kemi, al sur de la Laponia finlandesa. Podíamos haber llegado hasta ella pasando por Rovaniemi y continuando rumbo hacia el sur, pero como Kittilä no estaba tan lejos de la frontera con Suecia, decidimos hacer la ruta larga, haciendo cambio de país. Nos hacía ilusión pisar otro nuevo país durante nuestra ruta por Laponia. Desde Finlandia habíamos llegado hasta la frontera con Rusia, habíamos cruzado la frontera con Noruega y ahora íbamos a cruzar la frontera con Suecia.

Al salir del iglú nos equivocamos de desvío y terminamos tomando una carretera hacia el norte. En cuanto nos dimos cuenta dimos la vuelta, y aunque perdimos diez minutos, a cambio conocimos el aeropuerto de Kittilä.

Ruta Laponia Kittilä Kolari Pajala Kemi - Aeropuerto de Kittilä

Al igual que en días anteriores, durante todo el camino nos acompañaron los bosques nevados, regalándonos como siempre imágenes fascinantes.

Bosques nevados en Kolari, Laponia finlandesa

Municipio de Kolari

Tras el municipio de Kittilä entramos en el municipio de Kolari, aún en Finlandia, donde cruzamos algunos pueblos y aldeas solitarias. Kolari además era el último pueblo antes de la frontera con Suecia. En alguno de estos pueblos nos cruzamos con peatones que caminaban sobre sus esquíes, algo muy curioso.

Casas en Kolari

De Finlandia a Suecia

Cruzamos de Finlandia a Suecia por un puente que atravesaba un río congelado, y enseguida nos recibió el cartel de bienvenida a Suecia y este poste con un mapa del Valle del Torne. Estábamos pisando territorio del municipio sueco de Pajala.

Ruta Laponia Kittilä Kolari Pajala Kemi - Pajala en Suecia

No pudimos evitar parar y salir a husmear los alrededores. Toneladas de nieve y algunas casas sueltas que pertenecían a la localidad de Kaunisjoensuu. Nos sentíamos como si estuviéramos en el fin del mundo.

Bosque nevado en Kaunisjoensuu

También nos acercamos hasta el río que hacía de frontera entre Finlandia y Suecia. El río Saaripudas estaba congelado, pero aún se podía diferenciar un hilillo de agua en el centro sin congelar.

Río Saaripudas entre Finlandia y Suecia

Estábamos exactamente a 27 kilómetros de Aareavaara hacia el norte, y a 25 de la localidad de Pajala hacia el sur. Continuamos hacia el sur de Suecia en nuestra ruta hacia Kemi, y en apenas media hora llegamos a Pajala. Allí cruzamos este puente que atraviesa el río Torne, y algunos kilómetros más adelante ya volvimos a cruzar la frontera para regresar a Finlandia.

Puente de Pajala

Llegada a Kemi

En cuanto se hizo de noche, bastante temprano, antes de las cuatro de la tarde, ya el camino se nos hizo pesado, porque no había mucho para ver, y encima en algunos momentos nevaba. Aunque lo más duro fue entrar en Kemi. ¡Qué decepción! Después de tantos días recorriendo el norte de Laponia, Kemi no nos gustó nada. Lo vimos tan tan ciudad, que enseguida empezamos a echar de menos el encanto que tienen los pueblos solitarios del norte.

Dejamos las cosas en el hotel, y salimos a pasear por la ciudad. En Kemi no nevaba, pero sí llovía, algo que nos resultó bastante más molesto. La lluvia la teníamos en Madrid, así que preferímaos seguir disfrutando de la nieve lapona. A pesar de ser sólo las seis de la tarde, no había nadie por las calles, y nos resultó una ciudad realmente triste. Nos costó incluso cenar, y eso que era sábado. Nos dijeron que cerraba todo a las seis de la tarde. Por suerte conseguimos un kebab abierto cerca de nuestro hotel, compramos un par de kebabs y nos los cenamos en el hotel, con algo de tristeza porque ya estábamos sintiendo que el final del viaje estaba cerca.

Kemi en Laponia finlandesa

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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