Arcos de la Frontera, entrada a los Pueblos Blancos de Cádiz

Arcos de la Frontera,
el pueblo arriba,
el río abajo.
En peña vieja,
nuevo lagarto.
El perro azul de su río
echado a los pies del amo.

Hace cuatro años tuve la suerte de hacer la ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz. ¡Tenía tantas ganas! Fue ver una imagen de Setenil de las Bodegas, y enseguida me entraron unas ganas inmensas de transportarme hasta allí. Me puse a averigüar más la zona, y encontré varias joyas en la sierra de Cádiz.

Una de ellas es Arcos de la Frontera, la entrada a los pueblos blancos, un lugar que no deja indiferente a nadie, con su pasado musulmán, su entramado de calles estrechas y empinadas, y sus casas blancas encaramadas en lo alto de una peña.

Visitar Arcos de la Frontera

Aunque nosotros hicimos todo por libre, es cierto que si haces una visita guiada puedes conocer muchos más detalles de la historia y monumentos de Arcos. Te dejo algunas excursiones y visitas guiadas por si te pudieran interesar:

• Free tour – Visita gratis a Arcos de la Frontera
• Visita guiada por Arcos de la Frontera
• Tour privado por Arcos de la Frontera

Llegada a Arcos de la Frontera

Nosotros viajamos a Arcos de la Frontera desde Jerez, en un trayecto de apenas media hora. Lo primero que vimos al llegar fue esta imagen tan impresionante del risco con las casitas blancas en el borde del precipicio.

Aparcamiento en Arcos de la Frontera

Por la estructura que tiene el pueblo, imaginábamos que sería complicado aparcar dentro del pueblo, así que nos informamos antes. Éstas son algunas ideas de calles donde se puede aparcar en Arcos de la Frontera: Bornos, Puerta Carmona, calle de las Nieves, Pérez Galdós y Matrera Abajo. Puedes mirar en éstas y alrededores.

Nosotros tuvimos mucha suerte porque encontramos aparcamiento justo en la cuesta de la calle Matrera Abajo, a la entrada de la parte antigua de la villa. Y aunque al principio no sabíamos si nos habíamos quedado demasiado lejos del centro, en apenas diez minutos llegamos a la parte más alta de Arcos de la Frontera.

Puerta Matrera

Nada más bajar del coche nos encontramos con esta bonita calle típica andaluza, y al fondo la Puerta Matrera, que comunica el Barrio Bajo con el casco antiguo. Es la única puerta que queda del recinto amurallado de Arcos de la Frontera. Los restos de la muralla están encajonados entre las viviendas, y sobre el arco de la puerta podemos ver una pequeña capilla con la imagen de la Virgen del Pilar.

La puerta fue reconstruida en los siglos XVII y XVIII. En su día fue un punto importante en la defensa de la ciudad, y llegó a tener cuatro torres, un cubo central y dos torreones. En la actualidad sólo permanece en pie el torreón de la izquierda, llamado Torre del Homenaje.

Tras la Puerta Matrera, la calle Matrera Arriba, que es más estrecha. Continuaron las fachadas encaladas y al fondo empezamos a vislumbrar la parte más alta de la localidad.

Meandros del río Guadalete en Arcos de la Frontera

Unos metros más adelante la calle se abría al valle, y nos encontramos con el río Guadalete a nuestra derecha. Es bastante sorprendente ver la hoz que forma el río alrededor de Arcos de la Frontera; prácticamente rodea al pueblo. Y también puedes ver al fondo la Presa de Arcos.

Hay que continuar unos pasos hasta el Mirador de la Peña Vieja para verlo mejor. Para mí ésta es la mejor vista de los meandros del río Guadalete a su paso por Arcos de la Frontera.

Mirador de la Peña Vieja

Aparte de la mejor vista del Guadalete, también a izquierda tienes una vista impresionante de la localidad con las casas sobre el cerro, donde sobresalen algunas de sus iglesias y el castillo.

Galería de Arte San Pedro

Desde el mirador comenzamos a callejear entre callecitas estrechísimas y empinadas. Y fue así como llegamos a las calles Socorro y San Pedro, donde encontramos la Galería de Arte San Pedro, que es un estudio de pintura y cerámica alojado en un edificio histórico.

Iglesia de San Pedro

Y enfrente de la galería, la Iglesia de San Pedro.

Fue construida sobre los restos de una fortaleza árabe. La fachada es barroca de S. XVIII, cuya puerta está flanqueada por cuatro columnas salomónicas pareadas, y sobre la cornisa aparece la imagen de San Pedro. Predominan los estilos gótico, ojival y plateresco.

En su interior destacan el retablo mayor, la Capilla de los Ayllones con un retablo plateresco, y la imagen de la Divina Pastora atribuida a la Roldana, la primera escultora española conocida, nacida en Sevilla.

Casa Palacio del Mayorazgo

A pocos metros de la iglesia y final de la calle San Pedro, está la Casa Palacio del Mayorazgo. Pudimos entrar gratuitamente al interior, donde había una exposición de Antonio el bailarín. Aunque lo que más nos gustó y sorprendió fue su precioso patio columnado.

Desde su jardín se tiene una buena vista de la Iglesia de San Pedro.

Convento de las Mercedarias Descalzas

Continuamos entre calles estrechas, en este caso la calle Boticas, que desembocó en la Plaza Boticas. Y en ella, encontramos el último convento de clausura de Arcos, el Convento de las Mercedarias Descalzas, fundado en 1642 por donación de una señora de Arcos. En el interior destacan la imagen de San Miguel, que es el patrón de Arcos, y un Jesús Niño obra de la Roldana.

Me sorprendió la terraza de un mesón que estaba prácticamente pegada a su fachada. No pudimos acceder al interior del convento, pero sí en la puerta vimos la carta de dulces que preparan las monjas de clausura de Arcos, auténticas delicias. Estuvimos a puntito de caer en la tentación, pero nos resistimos.

Calle Escribanos

Desde el convento continuamos por la calle Escribanos, una calle peatonal adoquinada que es una de las calles más fotografiadas de Arcos de la Frontera. El motivo, sus tres arcos de medio punto que unen las fachadas a ambos lados de la calle, creando una estampa muy pintoresca. Tras el último arco podemos vislumbrar la torre de la Basílica de Santa María de la Asunción.

Basílica Menor de Santa María de la Asunción

Es la parroquia Mayor de Arcos de la Frontera, construida sobre los restos de una mezquita árabe entre los siglos XIV y XVIII. El durar tantos siglos provocó una combinación de estilos arquitectónicos: gótico, plateresco y barroco. En su interior destaca el Retablo Mayor renacentista, la momia incorrupta de San Félix, y la capilla de las Nieves con la imagen de la Patrona de Arcos.

Plaza del Cabildo

La Basílica o Iglesia de Santa María de Arcos de la Frontera forma parte del conjunto monumental de la Plaza del Cabildo, que es el auténtico centro histórico de Arcos de la Frontera y la parte más alta de la ciudad. Otros edificios de la plaza son el parador, el Ayuntamiento, y detrás de éste, el Castillo Ducal.

En el Ayuntamiento de Arcos de la Frontera destaca la portada de piedra coronada por la figura del Arcángel San Miguel, patrono de Arcos. Y en el interior, el artesonado mudéjar del salón de sesiones, y un cuadro de Carlos IV atribuido a la escuela de Goya.

Balcón de la Peña Nueva o Mirador del Coño

En uno de los laterales de la Plaza del Cabildo encontramos el mirador más importante de Arcos de la Frontera, el de la Peña Nueva, también llamado Mirador del Coño. Se accede a él por un arco que alberga una puerta enrejada. Antes de asomarte al mirador, te recomiendo que te gires para ver la panorámica a tu espalda de toda la plaza, y también a través del arco, enmarcando a la Iglesia de Santa María.

Después de disfrutar de esta vista, ya puedes asomarte al mirador. Nuevamente nos encontramos con el río Guadalete, después de rodear toda la localidad y continuar su camino hacia Jerez y el Puerto de Santa María, donde desemboca. Desde el mirador puedes contemplar las huertas del valle del Guadalete, y algunas sierras gaditanas cercanas.

Dedicatoria de Gloria Fuertes a Arcos de la Frontera

Antes de abandonar la ciudad, nos sorprendió encontrar esta placa que es parte de una poesía que dedicó Gloria Fuertes a Arcos de la Frontera, y que es con la que empezaba este artículo. Nos resultó cuanto menos curioso.