Madonna del Sasso, el santuario más importante de Suiza
El día que intentamos subir al paso de San Gotardo, no pudimos terminar el puerto ni llegar hasta Andermatt, así que nos quedó bastante tiempo libre para improvisar nuevos destinos. Uno de ellos fue el viaje entre los cantones de Ticino y Uri, y el otro, buscar Madonna del Sasso, un santuario anunciado no muy lejos de nuestro hotel, en Orselina y que es el santuario más importante y bonito de Suiza.
Santuario de la Madonna del Sasso
Cómo llegar al Santuario de la Madonna del Sasso
El Santuario de la Madonna del Sasso está ubicado en la localidad de Orselina, por encima de la ciudad de Locarno, a unos 370 metros de altitud. Así que estaba muy cercano a Locarno y también a sólo diez minutos de nuestro hotel Albergo Mirador en Ascona. Además es muy fácil encontrarlo ya que en cuanto llegas a Orselina hay letreros que lo anuncian y que te llevan hasta el aparcamiento.
En nuestro caso el aparcamiento estuvo genial porque había mucho sitio, nos dejó a menos de diez minutos a pie y además tuvimos suerte porque no se pagaba por ser fin de semana. Nosotros visitamos el santuario en otoño, pero hemos leído que en otra época más turística como puede ser verano esté complicado aparcar y sea mejor idea subir por otros medios.
En este caso, puedes dejar el coche en Locarno y o bien subir a pie en un camino de una media hora, o bien en transporte público gracias al funicular que parte desde el centro de Locarno.
Nuestra visita al Santuario de la Madonna del Sasso
Supimos de la existencia de un santuario en Orselina el día que viajamos al valle Verzasca, ya que durante la subida un letrero lo anunciaba. Así que el día que regresamos del cantón de Uri decidimos explorarlo, sin leer nada del santuario porque nos queríamos dejar sorprender.
Fuimos siguiendo los letreros que nos llevaron por una carretera en continuo ascenso y algunos zig-zags hasta el aparcamiento. Y nada más bajar del coche nos encontramos con este lindo gatito que era, al menos para mí, la mejor publicidad que podía tener el alojamiento Casa la Gatta, ¡pero qué monada!
También al bajar del coche y durante todo el camino a pie hacia el santuario tuvimos unas vistas magníficas del lago de Locarno, el llamado Lago Maggiore o Lago Mayor. La vista era espectacular y eso que había muchísima niebla. No me quiero imaginar la belleza de estas vistas en días claros.
Enseguida tuvimos visión del santuario y no pudimos evitar soltar un guau. ¡Fue tan sorprendente encontrar el santuario alzado sobre un risco y escondido entre los árboles! Además el conjunto del santuario con las vistas de Locarno y el Lago Mayor eran impresionantes. No me extraña que digan que éste es el santuario más bonito de Suiza.
Tuvimos miedo de si estaría abierto el santuario para visitas, así que nos alegramos bastante al ver desde arriba gente merodeando por el complejo del santuario, porque nos habría dado verdadera pena no poder visitarlo. Por cierto, la entrada al santuario es gratuita.
Vía Crucis
Enseguida encontramos la entrada al complejo, con una larga escalinata que descendía hasta el santuario y que curiosamente era un Vía Crucis. Conforme bajábamos las escaleras nos íbamos encontrando con los letreros de las estaciones, aunque no lo recorrimos entero ya que el Vía Crucis bajaba hacia Locarno bastantes más metros, al menos más del doble de lo que habíamos recorrido.
Fue también curioso encontrar sobre una de las paredes una placa donde se anunciaba el Santuario de la Madonna del Sasso como punto de inicio del camino de Santiago desde Suiza, a 2.500 kilómetros de Santiago de Compostela, y junto a una concha del peregrino.
Convento museo
Tras descender la primera parte de la escalinata del Vía Crucis llegamos a los edificios del santuario. El primero, el convento museo.
La mayoría de sus estancias estaban cerradas pero sí pudimos ver a través del cristal algunas esculturas que tenían el aspecto de pasos de Semana Santa.
También en las paredes del convento encontramos otras esculturas como esta imagen de un crucificado muy diferente al que solemos conocer.
La iglesia
Después de atravesar el convento llegamos a la tercera y última parte del complejo, el santuario propiamente dicho, que es el lugar de peregrinación más famoso de Suiza. Al inicio tiene una preciosa galería porticada que nos vuelve a regalar unas vistas magníficas del Lago Maggiore.
Y a su izquierda una pequeña escalinata sube hasta la iglesia de la Madonna del Sasso, de nombre iglesia de la Anunciación. La primera iglesia del santuario fue construida en 1485 y consagrada en 1487 por el fraile franciscano Bartolomeo Piatti d’Ivrea, que fundó el Sacro Monte en 1480. Durante varios siglos la iglesia fue ampliada y reformada hasta llegar al estilo barroco actual.
Esta iglesia fue muy simbólica en octubre de 1925, cuando se celebraron cerca los Tratados de Locarno, una conferencia para reforzar la paz entre varios países de Europa después de la I Guerra Mundial. Durante esta conferencia de paz la fachada del santuario permaneció iluminada por una hilera de bombillas que formaban la palabra PAX.
Cuando empiezas a ver la fachada de la iglesia de verdad que asombra porque es grande, muy bonita, monumental y colorida con tonalidades pastel. E igual de bonito es el pórtico a la entrada de la iglesia.
En una de las paredes nos llamó la atención estos relojes, sobre todo el reloj de sol.
Ya en el interior de la iglesia, en el altar mayor destaca la escultura de la Madonna del Sasso del año 1487 aproximadamente. En general todo el interior también sorprende porque está muy decorado, resultando bonito y llamativo.
Está ricamente decorado con estucos, murales y lienzos, así como esculturas de diferentes épocas. Para terminar este artículo te dejo unas fotografías de muestra de toda esta decoración.
