Ruta del Vino de la Mancha en Tomelloso. Conociendo la vendimia desde dentro

No dudé ni un instante en aceptar cuando me propusieron realizar la ruta del Vino de la Mancha en Tomelloso. No conocía los detalles de la ruta, y nunca hubiera adivinado lo divertido que iba a ser. Me he llevado una grata sorpresa porque ha resultado ser un fin de semana lleno de experiencias y diversión conociendo el mundo de la vendimia desde dentro.

Hemos visitado varias bodegas, hemos vendimiado, hemos pisado uva, hemos bebido mosto y muchas otras actividades que forman parte del tour de la vendimia de SelfieTour. Si te animas a realizarlo, ten en cuenta que está disponible durante los meses de septiembre y octubre ya que son los meses en los que se realiza la vendimia. Aunque si vas en otra época del año, seguro que habrá otros tours relacionados diferentes pero igual de interesantes. Hoy te cuento en este artículo todo lo que hicimos durante este fin de semana de vendimia.

Oficinas de SelfieTour

Día 1: ruta del Vino de la Mancha en Tomelloso

Salimos al amanecer desde Madrid para llegar temprano a Tomelloso. Al entrar en La Mancha comenzaron las explicaciones de nuestro guía y conductor, Chicho de SelfieTour. La ruta del Vino de la Mancha posee 500 mil hectáreas de viñedos entre los municipios de Alcázar de San Juan, Tomelloso, Campo de Criptana, Socuéllamos, El Toboso y Villarrobledo. Y eso lo convierte en el mayor viñedo del mundo, algo que nunca hubiera imaginado encontrar ni en La Mancha ni en España.

Ruta del Vino de la Mancha - Viñedos de Tomelloso

Vendimiar en un viñedo de Tomelloso

Fue increíble nuestra llegada a Tomelloso porque enseguida empezamos a sentir el aroma del vino en sus calles. Hicimos una corta parada en las oficinas de SelfieTour y dejamos la ciudad para adentrarnos en el campo. Como yo soy de Madrid y no he tenido mucho contacto con el campo, todo el último tramo del viaje me resultó fascinante, circulando entre caminos de tierra, rodeados de viñedos y campos de melones hasta llegar al viñedo en el que íbamos a vendimiar.

Campo de melones

Nada más llegar al viñedo nos hicieron entrega de los utensilios para la vendimia: sombrero, guantes, tijeras de vendimia y espuerta. Nos explicaron la técnica de la vendimia manual y nos pusimos manos a la obra. En nuestro caso sólo íbamos a vivir la experiencia y resultó muy divertido, aunque si de algo nos dimos cuenta es de que es un trabajo muy duro, no sólo por el horario, que en el caso de los jornaleros empieza a las 4 de la mañana para evitar el calor y que la uva fermente, sino también porque los riñones deben terminar doloridos de tanto agacharte.

He de reconocer que al principio me resultó bastante complicado vendimiar porque no sabía ni por dónde coger el racimo ni por dónde cortar. Pero gracias a la ayuda de Andrea de SelfieTour conseguí llenar toda esta espuerta de uvas, algo que al principio me parecía imposible. Además recolecté el racimo de uva más grande de todo el grupo.

Ruta del Vino de la Mancha - Espuerta llena de uvas

Ruta del Vino de la Mancha - El racimo de uva más grande

Desayuno-almuerzo típico manchego en el viñedo

Al finalizar la vendimia realizamos un medio desayuno o medio almuerzo típico manchego en el propio viñedo. Fue a las 11 de la mañana y se convirtió en uno de esos momentos auténticos del viaje. Conocimos a la familia de Chicho y su padre nos enseñó cómo beber en una bota de vino.

Comimos las típicas migas manchegas que nos dijeron que se llamaban migas de gañanes y además las acompañamos de uvas, una auténtica delicia esta combinación. También comimos melones, tomates, panceta que hicieron a la lumbre y todo ello acompañado de muy buen vino, como no podía ser de otra manera estando comiendo en un viñedo.

Migas con uvas

Conocer los bombos

En el camino entre los viñedos vimos varias construcciones de piedra que no habíamos visto en ningún otro lugar ya que son típicas de esta zona. Se trata de los bombos manchegos, antiguos refugios de piedra para labradores, familias, aperos y animales de trabajo. Como curiosidad, la puerta siempre está orientada hacia el sur, para que entre el sol pero no el viento.

Antes de abandonar el viñedo paramos a conocer uno de estos bombos tomelloseros, que se llaman así por su forma redondeada, y además creo que conocimos el más bonito de todos, aunque sólo su exterior ya que estaba cerrado. Este bombo en blanco con su puerta azul era una monada y daba la sensación de que en cualquier momento podría hacer aparición un pitufín.

Ruta del Vino de la Mancha - Bombo de Tomelloso

Visita al Museo del carro y aperos de labranza

Este museo de Tomelloso es un museo etnográfico que se ha ido creando por iniciativa y aportaciones de los propios vecinos, con el fin de albergar en él lo más representativo de la vida, costumbres y aperos utilizados en las tareas agrícolas de Tomelloso. También hay una recreación de una cueva de Tomelloso, aunque la estrella del museo es este bombo del que sí pudimos conocer su interior.

Museo del Carro de Tomelloso

Bombo del Museo del carro de Tomelloso

Visita a Bodega Vinícola de Tomelloso

El edificio de la bodega es la típica construcción de Tomelloso, casa de planta baja con ventanas y rejas y las paredes en colores blanco y añil. En él nos recibió Carmen Ramírez, estupenda guía que nos contó muchísimos detalles de la bodega y del proceso de fabricación del vino. Recorrimos con ella todas las instalaciones, entre las que destacan las salas de vinificación, fermentación y embotellado. Y también vimos descargar un remolque llenísimo de uvas. Es algo que no habíamos visto nunca y nos resultó verdaderamente divertido y fascinante, ya que cuando se va descargando completamente el remolque parece un auténtico río de uvas.

También hicimos una cata de los vinos de la Bodega Vinícola de Tomelloso, que por cierto son vinos veganos porque en ningún momento de su fabricación han estado en contacto con proteínas de origen animal. Primero probamos su mosto dulcísimo y a continuación degustamos sus dos marcas de vino acompañadas de queso manchego: el vino blanco Añil y el vino tinto Torre de Gazate.

Ruta del Vino de la Mancha - Vino añil

Ruta del Vino de la Mancha - Vino Torre de Gazate

Comida en restaurante Plinio con platos típicos manchegos

En este bonito restaurante tradicional hicimos una degustación de platos típicos manchegos entre los que estuvieron el pisto manchego, el asadillo y las gachas, acompañados de pan de cruz. De postre probamos dulce de membrillo y mostillo, y de licor mistela. Tras la comida, fuimos al Hotel Ramomar a hacer el check in y a descansar durante la siesta para coger con ganas las actividades de la tarde.

Restaurante Plinio

Visita a cueva-bodega de la familia Perales y pisada de uva

En Tomelloso hay más de dos mil cuevas y ésta es una de ellas. Esta cueva-bodega se trata de una bodega centenaria fundada en 1900 que hoy día está en desuso y sólo se utiliza con fines turísticos. De la bodega me impresionaron sus enormes tinajas y sobre todo subir a la parte alta de éstas.

Tinajas de la bodega centenaria

Fue en esta bodega donde celebramos la ceremonia de pisada de la uva precisamente de las uvas que habíamos vendimiado por la mañana. He de reconocer que al principio la sensación fue algo extraña, pero en cuestión de segundos se volvió de lo más agradable y sólo sentíamos un masaje en los pies y buenísimas sensaciones. Por supuesto vivimos unos momentos de gran diversión porque risas nos echamos muchas.

Ruta del Vino de la Mancha - Pisando uvas

Después de la pisada de la uva, la filtramos y de ahí bebimos el primer mosto, ¡nuestro mosto! Algo que nos hacía muchísima ilusión. Y además estaba riquísimo, con sabor a zumo de uva, dulce pero no tanto como el de la Bodega Vinícola de Tomelloso, e incluso me atrevería a decir que aún más delicioso. ¿Será porque lo hicimos nosotros?

Ruta del Vino de la Mancha - Filtrando el mosto

Mosto pisado por nosotros

Bodega Virgen de Las Viñas

Antes de la cena fuimos a visitar la Bodega Virgen de las Viñas, una cooperativa que funciona como bodega y almazara y que es la bodega más grande de España y una de las bodegas más grandes de Europa.

El movimiento de la bodega era impresionante, ya que en esta época se encuentra en plena actividad y continuamente llegaban remolques que hacían cola, esperando turno para pesar su carga de uvas, catalogar la calidad y tipo de uva, descargar y limpiar. En esta bodega también vimos descargar varios remolques y fue aún mucho más explosivo e impresionante que el que vimos en la Bodega Vinícola de Tomelloso.

Remolques en bodega Virgen de las Viñas

Por cierto, antes de abandonar esta bodega estuvimos tomando unas cervezas y la tapa que los acompañó fueron huevos duros y cacahuetes. Nos resultó muy curioso, aunque según nos dijeron era una tapa típica de Tomelloso.

Chimeneas alcoholeras

Son varias las chimeneas alcoholeras que encuentras en Tomelloso, hasta el punto de que se ha creado la ruta de chimeneas de las destilerías de Tomelloso, que consiste en una ruta por 12 chimeneas, cada una de ellas con su particularidad, aunque todas coinciden en ser estrechas y muy altas.

Todas estas chimeneas se situaban junto a las torres de destilación y se utilizaban para la evacuación del humo de las calderas de carbón que suministraban energía a la torre. Hoy día están en desuso pero sí se utilizan para fomentar la natalidad de las cigüeñas. De hecho en la parte alta de la chimenea se veía el nido de cigüeña. Esta chimenea Fábregas es una de las más bonitas, por su forma octogonal retorcida.

Chimenea alcoholera

Bodega Casaquemada

Finalizamos la noche en Tomelloso conociendo una bodega diferente a las que habíamos conocido durante el día. Cenamos entre los viñedos de la Bodega Casaquemada, una bodega privada familiar en Argamasilla de Alba que trabaja con variedades de uva tempranillo y syrah. Realiza mucha menos producción de vino pero de gran calidad.

Bodega Casaquemada

Agradecimos que la cena fuese más ligera, con ibéricos, ahumados, tomates propios, queso de la Cooperativa de Ganaderos Manchegos, tortilla y empanada. De postre, melón con uvas y un bizcocho casero de lo más jugoso. Y por supuesto todo ello estuvo muy bien acompañado de los vinos de la Bodega Casaquemada. La combinación de buena comida, buena bebida y buena compañía se convirtió en una estupenda velada de la que disfrutamos junto a los dueños de esta bodega familiar y a nuestros guías de SelfieTour.

Cena en La Mancha

Postres de La Mancha

Día 2: El Toboso y Campo de Criptana

Desayuno en La casita del jamón

Empezamos el día con un buen desayuno en La casita del jamón de Tomelloso. Como nuestros guías optaron por zumo de naranja natural acompañado de tostas con jamón y tomate, todos nos dejamos llevar y pedimos lo mismo. Aunque no son las únicas tostas disponibles en La casita del jamón. Parece que también están riquísimas las de salmón, lacón, ventresca y anchoas, por mencionar algunas de ellas.

Visita a El Toboso

Después de desayunar, abandonamos Tomelloso y pusimos rumbo a El Toboso, donde nos esperaba el guía Juan Bautista de Cultura Itinere, agencia que organiza visitas guiadas por El Toboso. Comenzamos la visita conociendo la relación histórica de El Toboso con los aljibes, que encuentras repartidos por las calles de toda el pueblo.

Aljibe en El Toboso

Y a partir de aquí iniciamos una ruta literaria quijotesca basada en el capítulo IX de la segunda parte de El Quijote, una ruta bastante entretenida porque consiste en seguir las pistas que te dejan las propias calles de El Toboso siempre con el objetivo de encontrar el palacio de Dulcinea.

Monumento de El Quijote y Dulcinea

Las pistas consisten en frases extraídas de El Quijotey gracias a ellas pasamos por casas solariegas pertenecientes a antiguos hidalgos, conocimos la plaza principal de El Toboso llamada Plaza Juan Carlos I, la iglesia de El Toboso, el monumento de El Quijote y su amada Dulcinea y por supuesto cumplimos nuestra misión, ¡encontramos la casa de Dulcinea del Toboso!

Palacio de Dulcinea

Habitación de Dulcinea

Los molinos de Campo de Criptana

El último destino del día fue Campo de Criptana, un lugar cuya fisonomía está marcada por los típicos molinos manchegos que tanto me gustan, molinos de viento centenarios que inspiraron a Cervantes para narrar las aventuras de Don Quijote. Uno de los molinos más especiales de Campo de Criptana es «El Culebro», hoy día Museo Sara Montiel, homenaje de su tierra natal.

Hay siete molinos en la parte alta y otros tres en el centro urbano de Campo de Criptana. Son molinos del tipo «torre» construidos en mampostería, muy blancos porque han sido blanqueados con cal, y tienen planta circular con ventanucos que sirven para conocer la orientación del viento y en base a ello se giraba la cubierta cónica para que las aspas del molino aprovecharan el viento.

Estas dos fotografías de los molinos parecen de días diferentes pero en realizan están hechas con una diferencia de apenas dos horas. Cuando llegamos a Campo de Criptana el tiempo estaba nublado e incluso empezó a llover y después de la comida salió el sol y el cielo tenía un color increíble.

Molinos de Campo de Criptana

Molinos de Campo de Criptana

Comida típica manchega en el restaurante Cueva La Martina de Campo de Criptana

Comimos en este restaurante que está justo enfrente de los molinos y que de verdad es muy recomendable, no sólo por la comida sino por el propio lugar. Primero nada más entrar disfrutamos de las vistas de los tejados de Campo de Criptana desde su terraza, el Balcón de San Juan.

Balcón de San Juan de Campo de Criptana

Y al entrar en el local del restaurante nos quedamos boquiabiertos, porque el restaurante está ubicado en una cueva y la combinación de la cueva y su cuidada decoración es realmente bonita y acogedora. Es uno de esos lugares en los que nada más entrar ya te sientes bien y podrías pasar horas y horas.

Cueva La Martina de Campo de Criptana

Además de lo bonito que era el lugar, la comida también estuvo deliciosa. Hicimos otra degustación de platos manchegos, probando aquellos platos que no habíamos probado aún el fin de semana: duelos y quebrantos que me parecieron deliciosos, morteruelo que está riquísimo, la caldereta también muy deliciosa, y otros platos que me gustaron algo menos como la ensalada de perdiz y el gazpacho manchego.

De postre comimos cuajadas con arrope, delicioso.

Cueva La Martina

Y con esto prácticamente poníamos fin a nuestro fin de semana en la ruta del Vino de la Mancha. Un fin de semana en el que habíamos conocido la vendimia desde dentro, reimos, disfrutamos y además conocimos a gente maravillosa. Muchas gracias por este gran fin de semana y nos quedamos con unas ganas enormes de volver muy pronto.

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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