El Vagón de Beni, restaurante en un vagón de tren en la Sierra de Madrid

Hace algunos años supe de la existencia de un restaurante en un antiguo vagón de tren. Yo que soy tan novelera, enseguida deseé conocerlo. He tenido que esperar algún tiempo, pero por fin este pasado verano no se me escapó. ¡Ya puedo decir que conozco El Vagón de Beni!

Algunos datos del restaurante El Vagón de Beni

Dónde está el restaurante El Vagón de Beni

Está localizado en la calle San Macario número 6 de Hoyo de Manzanares. Esto es en la Sierra de Guadarrama, dentro de la Comunidad de Madrid.


Localización del restaurante El Vagón de Beni

Cómo llegar al restaurante El Vagón de Beni

Hay autobuses interurbanos que llevan hasta Hoyo de Manzanares, pero por supuesto la mejor forma de llegar hasta el restaurante es el coche. Si viajas desde Madrid, tienes dos posibles caminos. Nosotros para ir tomamos la carretera de Colmenar; el problema es que pasado Colmenar Viejo y hasta Hoyo de Manzanares es puerto, con muchas curvas, y se hace muy pesado.

A la vuelta tomamos el otro camino, que creemos es bastante mejor, ya que va hasta Torrelodones por una carretera mejor, y ya a partir de ahí tienes la autovía, la carretera de La Coruña, hasta Madrid.

El Vagón de Beni

Aparcamiento en el restaurante El Vagón de Beni

El restaurante tiene algunas plazas de parking para los comensales, aunque nosotros dejamos el coche fuera porque nos resultó muy sencillo encontrar aparcamiento en una de las calles principales de Hoyo de Manzanares, y a apenas cuatro minutos del restaurante.

Reservar en el restaurante El Vagón de Beni

Nosotros llamamos un jueves para cenar el viernes, y ya no quedaba mesa. Conseguimos mesa para cenar el sábado, por los pelos. Y es que en verdad no tiene tantas mesas, son unas ocho. Entre que son pocas y que es un sitio cada vez más popular, se llena enseguida, sobre todo los fines de semana.

Imprescindible reserva previa, si no quieres quedarte sin comer o cenar en el Vagón de Beni.

Nuestra cena en el restaurante El Vagón de Beni

Los vagones de tren del restaurante El Vagón de Beni

No sé por qué había imaginado que el vagón de tren estaría en mitad del campo, lejos del casco urbano. Mi sorpresa llegó cuando Google Maps nos llevó hasta pleno centro de Hoyo de Manzanares. En una callecita del pueblo, y junto al resto de casas, nos asomamos por una verja abierta a un aparcamiento, y allí nos encontramos con los vagones de tren de Beni. Has leído bien sí, no es sólo un vagón, sino que ¡son dos!

El vagón 1931

El vagón grande es un coche clásico de madera del año 1931 restaurado con mucho mimo. Funcionó como tren de pasajeros con 7 departamentos, y su último servicio fue en la estación de Linares-Baeza para trasladar operarios que reparaban la vía de tren.

Vagón 1931 Restaurante El Vagón de Beni

Vagón Alfonso XIII

A la izquierda aparece otro vagón más pequeño, y más glamouroso, porque en él viajaron nada más y nada menos que el rey Alfonso XIII con su mujer Victoria Eugenia de Battenberg. Este vagón también es más antiguo, ya que se trata de un vagón de finales del siglo XIX, exactamente de 1895. Su último recorrido fue en el antiguo carrilet entre Olot y Gerona.

Si quieres una velada de lo más romántica y cuentas con un presupuesto de entre 155 y 220 por persona, puedes reservar el vagón completo para comer o cenar a solas con tu pareja. Debe ser una experiencia única, además de cara.

Vagón Alfonso XIII del restaurante El Vagón de Beni

El apeadero del Vagón de Beni

Algo que me gustó mucho es que los vagones están situados en un apeadero muy bien recreado. Tienes placas que hacen referencia a términos ferroviarios, como son el andén 1 y el jefe de estación, muchas maletas alrededor, y también varias placas con aspecto antiguo en el que se señalizan algunos antiguos trayectos, como ésta entre Madrid y Príncipe Pío.

Terraza en el andén del Vagón de Beni

En el andén anterior y posterior hay diferentes diseños de mesas en las que puedes comer o cenar al aire libre, aunque claro, si vienes aquí, la gracia está en comer dentro del vagón.

Entrando en el Vagón de Beni

Para entrar en el vagón, debes dirigirte al letrero del jefe de estación, donde te esperará el personal del restaurante. Allí dimos nuestro nombre, y una mujer muy amable nos acompañó hasta nuestra mesa. La subida por las escaleritas y entrada en el vagón me hizo sentir igual que que si de verdad subiera a un tren del siglo XIX. ¡Ilusión máxima!

Mesa del Vagón de Beni

Para ambientar aún más la sensación del viaje en tren, las mesas, sillas y toda la decoración es la misma que la de un tren antiguo, y el maitre iba vestido de revisor de tren. Además en las ventanas había unos letreros que pedían no colocar objetos porque se podían caer. Yo no lo entendí hasta que de repente el tren comenzó a vibrar. Y es que cada tanto el tren realiza un ligero balanceo, creando la sensación del movimiento del tren. ¡Curiosísimo!

Los menús del restaurante El Vagón de Beni

Puedes pedir de carta, o alguno de sus menús. Tienen por ejemplo un menú gastronómico con 1 aperitivo, 4 platos y 1 postre. O un menú degustación que incluye 2 aperitivos, 5 platos y 2 postres. Y de martes a sábado al mediodía también puedes elegir un menú ejecutivo, que viene a ser como el menú del día habitual, con 1 entrante, 1 segundo, postre y café.

Los precios oscilan entre los 30 y 75 por persona. El menú más barato es el ejecutivo, que está en 30 euros. Los otros dos varían en función de si es entre semana y o fin de semana, y de si incluye vino o no. El menú gastronómico está entre los 40 y 65 euros, y el menú degustación entre los 55 y 75 euros.

Menú degustación de El Vagón de Beni

Siempre que nos dan la opción de un menú en el que degustar varios platos, lo elegimos sin dudar, porque nos encanta la opción de probar varios platos pequeños, en lugar de uno grande. Estuvimos valorando si elegir el menú degustación o el gastronómico, y finalmente nos decantamos por el primero, por el motivo de que tenía algún plato más.

Aperitivos

Nos sirvieron juntos los dos aperitivos: pastel de cabracho y croqueta de boletus, que llevaba encima una emulsión de boletus. Los dos estaban riquísimos. La croqueta muy calentita, quemaba. Y el pastel nos sorprendió por ser de los pocos que al probarlo de verdad saben a pescado.

Pastel de cabracho y croqueta de boletus

Platos

El primer plato consistió en una tarrina de foie con Pedro Ximénez, y picada mediterránea. Era una especie de foie finolis, y por supuesto estaba muy bueno también.

Tarrina de foie con Pedro Ximénez

El segundo plato fueron vieiras al horno con boletus. El plato llegó quemando y tuvimos que esperar unos segundos antes de probarlo. Se hizo desear. Soy muy fan de las vieiras, y ésta estaba espectacular, muy tierna y sabrosa. Sin lugar a dudas, mi plato favorito de la noche.

Vieiras al horno con boletus

El tercer plato fue este pulpo a la brasa con patatas, crema de ajo con albariño, y ajo tostadito. Estaba riquísimo. Otro de mis platos favoritos de la noche.

Pulpo a la brasa

El cuarto plato fue bacalao con crema de piquillo, cebolla caramelizada y pasas. Probé un poco, pero… estos platos de pescado no me gustan nada. Me motivó tan poco que hasta se me olvidó hacerle la foto, así que no os la puedo enseñar.

Y el quinto y último plato fue cordero al horno con zanahorias y tirabeques. Llegados a este punto estábamos tan llenos, que decidimos pedir el plato para casa, para disfrutarlo más al día siguiente. Y tanto que lo hicimos, porque el cordero estaba espectacular.

Cordero al horno

Postres

Los postres me sorprendieron por su presentación. Un tarro que contenía arroz con leche con helado de canela, y un vasito con sorbete de maracuyá con virutas de chocolate y frutos rojos. Me gustó mucho más el sorbete, porque no soy de arroz con leche.

Arroz con leche y sorbete de maracuyá

Por último, el café lo acompañaron con bizcocho de coco y unos chocolates de sabor fuerte, que debían ser chocolates casi puros.

Bizcocho de coco y chocolate

Precio de la cena en El Vagón de Beni

Pagamos 123 euros por la cena, así repartidos:

  • Menús degustación: 110 (55 cada uno)
  • Copa de vino: 7 (3,50 cada una)
  • Cerveza: 3,50
  • Café de Colombia: 2,50

Y como resumen final debo decir que aunque la cena fue cara, me lo pasé fenomenal, y sólo puedo decir que mereció la pena, y espero algún día poder repetir.

Si eres de los que te gustan los restaurantes bonitos, no te pierdas la Bodega de los Secretos, un restaurante en la bodega más antigua de Madrid.

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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