Copenhague en un fin de semana. Qué ver y qué hacer en dos días

Copenhague era una ciudad que tenía muchísimas ganas de conocer. Fue a raíz de un proyecto en Odense, donde aprovechamos para viajar el fin de semana anterior y así conocer la gran capital danesa. Nada más aterrizar descubrí muchísimas cosas que llamaron mi atención, comparada con la llegada a otras ciudades: al bajar del avión olía muchísimo a comida, el aeropuerto me resultó poco intuitivo, y la sala de equipajes, además de estar lejísimos, tenía un puesto de perritos. En aquel momento me resultó fascinante.

También me sorprendió que la oficina de turismo no supiera explicarme qué ver en Copenhague y me contestara con un «Depende de lo que quieras hacer«. Agradecí que me entregara un mapa y un libro, pero me chocó que no me explicara los máximos lugares de interés, ya que hay algunos que sí o sí debes ver en tu primera visita a Copenhague.

Hoy te presento lo que puedes ver en una ruta de dos días en Copenhague, una ciudad ideal para una escapada de fin de semana.

Ruta por Copenhague de dos días

Día 1 en Copenhague

Plaza del Ayuntamiento

Buen punto de inicio para comenzar la ruta por Copenhague. En la plaza te encuentras con la Fuente del Salto del Dragón, el imponente edificio del Ayuntamiento y su reloj astronómico, el Hotel Palace, el edificio Richshuset, una columna con vikingos y la estatua de Hans Christian Andersen mirando a los jardines Tivoli. Merece la pena también una visita nocturna.

Plaza del Ayuntamiento

Puente de mármol

Ornamentado puente sobre el canal Frederiksholms que da acceso a la isla del castillo. La parte superior está cubierta de mármol, y junto a la decoración, hacen que este puente parezca una puerta de entrada.

Un Puente de Mármol en Copenhague

Palacio Christiansborg

Sede del parlamento danés y edificio principal de la isla del castillo. De línea sencilla a la vez que elegante. Enfrente de su fachada principal se puede contemplar el entrenamiento de caballos reales montados por un guardia.

Palacio Christiansborg

Antigua Bolsa

Uno de los edificios que más me sorprendió de Copenhague. Elegante, de estilo renacentista holandés y una torre formada por las colas enroscadas de cuatro dragones.

El edificio de la Bolsa de Copenhague

Christiania

Barrio libre y hippie conocido principalmente por tener sus propias leyes, por estar libre de impuestos y por permitir la venta y consumo de drogas blandas. Es una visita algo especial, que no a todo el mundo le gusta conocer.

Entrada a la ciudad libre de Christiania

Canales de Nyhavn

Sin lugar a dudas uno de los rincones más bonitos de Copenhague. Con sus barcos de madera y las casas de colores que rodean el canal, hoy día transformadas en bares y restaurantes.

Canales de Nyhavn

Palacio Amalienborg

Cuatro edificios de estilo rococó que forman la residencia de invierno de la familia real danesa. Lo más interesante es ver el cambio de guardia a las 12 de la mañana. Infórmate bien ya que parece que no se realiza todos los días del año. Antes de abandonar Amalienborg, te recomiendo que bajes hasta el canal y contemples el edificio de enfrente que es la Ópera.

Cambio de guardia en Palacio Amalienborg

Iglesia de Mármol

Su nombre real es iglesia de Federico, aunque popularmente es más conocida por iglesia de Mármol. Es un templo luterano y tiene la mayor cúpula de Escandinavia, inspirado en la basílica de San Pedro de Roma.

Iglesia de mármol

Kastellet

La ciudadela de Copenhague, construida en forma de pentágono y rodeada de un estanque y jardines. Merece la pena dar un paseo tranquilo disfrutando de la paz que transmite el lugar. Antes de llegar a esta ciudadela, contemplar la fuente Gefion y la iglesia de San Alban.

Kastellet

La Sirenita

Poco falta decir de esta escultura que es el monumento más famoso de Copenhague y Dinamarca. ¿Quién no conoce a la famosa sirenita? Está inspirada en el cuento de hadas de Hans Christian Andersen y aparece sentada sobre una roca.

La Sirenita

Día 2 en Copenhague

Strøget

Imprescindible recorrer la calle peatonal más larga del mundo. Está llena de tiendas de marcas prestigiosas y de diseñadores daneses. En uno de sus laterales aparece un curioso pasaje llamado Jorcks, también lleno de comercios. Recuerdo que allí fue donde vi por primera vez la pedicura con peces.

Calle Strøget con fuente de la cigüeña

Torre Redonda

Torre de 35 metros de altura que nos proporciona una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad de Copenhague. Eso sí, para llegar hasta ella tienes que subir por una rampa de 209 metros que da vueltas al núcleo de la torre. Es parte de un conjunto formado por la capilla universitaria, la iglesia de la Trinidad y la biblioteca.

La Torre redonda

Castillo de Rosenborg

Para mí el edificio más bonito de Copenhague. La sensación de verlo aparecer tras recorrer un camino rodeado de árboles me resultó espectacular, fue como encontrarme en un cuento de hadas. Tiene estilo renacentista holandés y alberga un museo sobre la historia de la corona danesa.

Castillo de Rosenborg

Jardín botánico

No pensábamos pasar tanto tiempo en este jardín, pero una vez pusimos un pie en él, nos cautivó completamente. Es precioso, grande y está muy bien cuidado. Ideal para pasear e incluso para sentarse a ver el tiempo pasar. Tiene un estanque y un palacio de cristal que hace de invernadero. También encuentras algunas esculturas inspiradas en el arte griego, como una imitación de el «Discóbolo«.

Jardín Botánico

Jardines de Tívoli

Parque muy bonito que aloja uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, y que se ha convertido en la atracción turística más visitada de Dinamarca. Si no eres fan de este tipo de ocio, al menos asómate para ver el parque, ¡te sorprenderá!

Lago, pagoda y montaña rusa

Museo Nacional

Y para terminar la ruta por Copenhague, elegimos uno de sus museos más importantes: el Museo Nacional. Aloja una importante colección de la historia cultural danesa. Contiene pinturas, artesanías, objetos etnográficos, armas y antigüedades.

Carro Solar de Trundholm en Museo Nacional