Restaurante Gloria Bendita de Ávila

Ir a comer a Ávila, y especialmente chuletón, no es nada extraño para los que somos de Madrid, ya que por su cercanía, es un típico plan de fin de semana. En mi última visita a esta ciudad descubrí además que puedes disfrutar de su gastronomía más allá del chuletón. En aquel viaje a Ávila en Navidad tuve muchas sorpresas, y la cena del restaurante Gloria Bendita fue una de ellas. No fue por su chuletón, que también lo sirven pero no lo pedimos, sino por unos platos deliciosos y muy innovadores, unido a una atención fabulosa, que hicieron que nuestra primera noche en Ávila fuera inolvidable.

Algunos datos del Restaurante Gloria Bendita

Dónde está el Restaurante Gloria Bendita de Ávila

El restaurante Gloria Bendita está en la calle Bajada la Losa número 2. Esto es, fuera de la muralla, y al otro lado del río.

Cómo llegar al Restaurante Gloria Bendita de Ávila

Puedes llegar hasta el Restaurante Gloria Bendita a pie o en coche. Si te decides por ir caminando, te llevará unos doce minutos desde el centro de Ávila, y además en descenso. La vuelta te costará algo más de quince minutos, al ser de subida. Debes salir por la Puerta de la Adaja, que está en la zona este, y cruzar el río por el puente que encuentras enfrente. Fíjate que el puente que se ve primero es sólo para coches, pero debajo de él hay uno para peatones. El restaurante se encuentra justo al final del puente.

Si por el contrario prefieres ir en coche, te diré que es también buena opción. Estuvimos un viernes del Puente de Diciembre, y había mucho sitio donde aparcar.

Nuestra cena en el Restaurante Gloria Bendita de Ávila

Llegada al restaurante

Como era de noche y hacía mucho frío, decidimos ir en coche hasta el restaurante. Recuerdo que cuando íbamos cruzando el río, nos quedamos con la boca abierta al ver este edificio iluminado al final del puente. Y lo mejor, ¡resultó ser nuestro restaurante! Fijaros lo bonito que es.

Los salones

El restaurante tiene cuatro alturas, y cada una de ellas se utiliza para una función diferente. A la entrada está la zona de bar y café. Tienes la opción de comida rápida con pizzas, hamburguesas, croquetas, patatas bravas.

Bajando las escaleras se llega a la zona de restaurante, con carta de platos más elaborados. Encontramos un primer restaurante con decoración muy cuidada, que es donde cenamos, además junto a la ventana, para poder disfrutar de las vistas.

Y aún puedes bajar otras escaleras para llegar a un segundo restaurante con decoración muy diferente, algo más clásica e incluso chimenea, que crea un ambiente muy acogedor.

En la zona exterior hay terraza, que está abierta cuando hace buen tiempo (aquél día no lo hacía). Y en la parte más alta del edificio, la que está por encima del bar de la entrada, una de las grandes sorpresas del Restaurante Gloria Bendita. Se trata de una zona de bar, donde te puedes tomar una copa o un cocktail, ¡con vistas a la Muralla de Ávila! Es lo que ellos llaman el mirador. Te recomiendo que pases por él, juzga tú si merece la pena, ¡mira qué vistas!

La cena

Y ahora sí, puedo pasar ya a contarte la cena. Lo primero que hicimos fue pedir la bebida. No sé si porque estaba cansada, o porque tenía bastante sed, aquel tinto de verano me resultó riquísimo. Y aunque estuve todo el fin de semana tomando tinto de verano en las comidas, éste fue el mejor de todos. No sé cuál sería el secreto, pero me encantaría conocerlo.

Mientras dábamos los primeros sorbos, comenzamos a hojear la carta del Restaurante Gloria Bendita. Vimos tantos platos originales y sugerentes, que decidimos dejar el chuletón de Ávila para otro día. Lo mejor que pudimos hacer, fue dejarnos guiar por el camarero, ¡menudo acierto!

Comenzamos con unos huevos trufados con parmentier que tenían una presentación deslumbrante. Imitaba a un huevo de avestruz, y dentro de él había unos huevos escalfados con parmentier de patata trufada y crujiente de jamón. Sin palabras. Un plato que hay que pedir sí o sí.

Continuamos con unos raviolis de calabacín, queso y bacon. He de confesar que cuando el camarero nos mencionó los raviolis, yo no estaba muy convencida, porque no me gusta mucho la pasta para cenar. Pero estos raviolis, ¡no son de pasta! Lo que debía ser pasta, eran láminas de calabacín, y se habían rellenado con queso y bacon para formar los raviolis. El resto, crema de puerros y queso gratinado. Riquísimos también.

Y el tercer plato que cenamos fue el picantón. Con ese nombre, no sé si te imaginas lo que puede ser, yo la verdad que no tenía ni idea, así que de nuevo me sorprendió. Consiste en unos trozos de pollo rellenos con setas y foie, sobre una crema de calabacín. Estaba muy rico también, aunque me apasionaron más los dos anteriores.

Para finalizar, de postre una tarta de queso al horno, que estaba deliciosa, acompañada de unos chupitos de Pedro Ximenez. La tarta era casera, hecha al horno por el método de toda la vida, y eso se notaba. ¡Qué cosa más rica!

Precio de la cena en restaurante Gloria Bendita

El precio de esta cena para dos personas es de 48,60 euros. Aquí tienes el precio de cada plato:

• Huevos trufados: 10,90 €
• Raviolis: 11,50 €
• Picantón: 14,80 €
• Tarta de queso: 6 €
• Cerveza: 2,70 €
• Tinto de verano: 2,70 €

Para terminar, sólo quiero comentar que el restaurante me pareció precioso, las vistas maravillosas, la comida deliciosa, pero lo mejor, sin lugar a dudas, fue la atención que recibimos. Muchas gracias por hacer que nuestra cena fuera perfecta.