10 mejores cosas que hacer en el Parque Natural del Alto Tajo

A finales de abril tuve la oportunidad de visitar el Parque Natural del Alto Tajo, uno de los nueve parques naturales de Castilla-La Mancha, con 105 mil hectáreas, y a sólo dos horas y media de Madrid. Pertenece mayormente a Guadalajara, aunque una parte también se ubica en Cuenca. La estrella del parque es el río Tajo, que serpentea por su cañón junto a sus afluentes, dejando unos paisajes espectaculares y pletóricos de vida.

Entre mi propuesta de cosas que hacer en el Parque Natural del Alto Tajo, vas a descubrir auténticas experiencias de ecoturismo en Castilla-La Mancha y una selección de espacios de Red Natura 2000. ¡Espero que te gusten!

Mejores cosas que hacer en el Parque Natural del Alto Tajo

1. Disfrutar del color del Tajo

De entre todas las cosas increíbles que puedes hacer en el Parque Natural del Alto Tajo, la más fascinante fue contemplar esas aguas vírgenes de color azul verdoso, que me resultaron hipnóticas. Una vista casi irreal, que tiene una explicación puramente científica.

El agua de la lluvia cae sobre la piedra caliza, que es la que predomina en el parque, y poco a poco va disolviendo la roca, que termina cayendo a los manantiales y al río. El agua cargada de cal, más la oxigenación del agua por las algas, produce carbonato cálcico. Y por último, gracias a la refracción del sol, sale ese color azul turquesa o verde esmeralda tan atrayente.

Parque Natural del Alto Tajo

2. Conocer los chozones sabineros

Qué obras curiosas conocimos en el Parque Natural del Alto Tajo: los chozones sabineros, que en cierta manera recuerdan a los castros celtíberos. Son construcciones ganaderas que se utilizaban para guardar el ganado ovino y caprino, y protegerlo de los depredadores. Por ello se elegían lugares protegidos de los vientos del norte, que tuviesen mucho pasto, y el agua cerca.

Lo más peculiar es cómo se levantaban, y es que elegían la sabina de mayor tamaño para edificar el chozón en torno a ella. La cubierta que forma el tejado se llama barda, y está hecha con ramas de sabinas que cubrían cada centímetro del chozón. Esto provoca que el interior esté muy oscuro, como pudimos comprobar en algunos de los que entramos. Los chozones pueden ser circulares, cuadrados con pórticos, o rectangulares tipos salón. Y también es habitual que construyeran un muro de mampostería alrededor, como zona de patio.

Chozón sabinero en Guadalajara

3. Cenar entre sabinas disfrutando el atardecer

La tarde que conocimos los chozones sabineros del pueblo de Escalera terminamos el día haciendo un picnic al aire libre. Aquella cena viendo cómo descendía el sol entre sabinas hasta desaparecer, nos regaló unos momentos apacibles y mágicos.

Atardecer entre sabinas en Parque Natural del Alto Tajo

4. Contemplar la meseta y el cañón

Cuando te asomas a alguno de los miradores del Tajo entiendes perfectamente aquello de la gran meseta castellana, con un horizonte casi plano. Es un paisaje kárstico con estratos de roca caliza, y en medio la meseta aparece cortada por el cañón que forma el Tajo. En las partes altas de los desfiladeros que va dejando el río se posan aves como los buitres leonados que pudimos contemplar.

Mirador del Tajo

5. Entrar en una toba

Otras formaciones curiosas que puedes encontrar en el Parque Natural del Alto Tajo son las tobas. Hubo una época en la que el agua pasaba entre estas rocas antes de descender hasta el río, y con el paso del tiempo y la erosión de la piedra caliza se crearon estas cuevas. Desde fuera ves un agujero en la roca, y pudimos entrar en varias de ellas, agachándonos, porque el espacio es muy reducido.

Toba del Parque Natural del Alto Tajo

6. Conocer el Puente de San Pedro

Este puente se sitúa justo en la confluencia de los ríos Tajo y Gallo. Después de las lluvias puedes ver mejor el diferente color de las aguas, por los diferentes sedimentos que arrastran. Las aguas del río Gallo son más de color rojizo por las arenas y arcillas que arrastra, y las del Tajo más blanquecinas por las arenas y partículas de caolín. Es un lugar precioso, y en verano hasta zona de baño.

7. Sentir las cascadas del Alto Tajo

Qué suerte he tenido de visitar el parque en el mes de abril, cuando las cascadas están rebosantes y perfectas para hacer una ruta entre ellas. La primera es la Cascada de la Escaleruela, a la que puedes llegar hasta en coche. Es bonita y me sorprendió su caudal. Es una cascada de toba y debe su nombre a su forma escalonada.

Cascada de la Escaleruela Guadalajara

Esta segunda es la Cascada del Campillo, a la que sólo puedes llegar a pie. Nosotros íbamos con un guía de En Alto Tajo que nos guió por un descenso entre rocas, tierra y ramas. En algunos puntos debes tener algo de cuidado, pero de verdad que merece la pena, porque la cascada es impresionante.

Cascada del Campillo Guadalajara

8. Observar las estrellas en los cielos de Guadalajara

Mi profesora de fotografía siempre me dice que los de Guadalajara son los mejores cielos para hacer fotografía nocturna, por sus zonas de kilómetros sin contaminación lumínica, como ocurre en el Parque Natural del Alto Tajo. Tanto es así, que en 2022 consiguieron la certificación «Reserva Starlight» un total de 161 localidades de lo que llamaron los «Cielos de Guadalajara»: son los cielos del Alto Tajo, del Señorío de Molina y de la Sierra Norte donde se encuentran los pueblos negros de Guadalajara.

Si quieres identificar las estrellas que aparecen en el firmamento, puedes realizar una actividad de iniciación a la astronomía con Sentir el Alto Tajo. Gracias a ellos amplié mi conocimiento estelar a algo más que la Osa Menor y la Osa Mayor. Y pudimos identificar perfectamente y a simple vista el Cinturón de Orión, Sirio, Casiopea, Arturo, Leo, Géminis, y bastantes más.

9. Comer Slow Food

Tuve que llegar al Parque Natural del Alto Tajo para conocer el movimiento Slow Food, que intenta recuperar y disfrutar de la gastronomía, y garantizar alimentos buenos, limpios y justos para todos. Así que durante nuestros días en el Parque Natural del Alto Tajo nos alimentamos de productos ecológicos y saludables recolectados en la propia huerta de la casa rural en la que nos alojábamos.

Entre algunas de las cosas curiosas que comimos, está una ensalada de hierbas silvestres que llevaba cedera, cebollino, ombligo de venus, flor de la rúcula, pétalos amarillos que son caléndula, y hasta flor morada que es pensamiento. También fueron singulares los bolos de Torete, que son una especie de judías blanditas que provienen del pueblo de Torete, de la comarca del Alto Tajo.

Ensalada de hierbas silvestres Slow Food

10. Despertar escuchando a los pajaritos

La casa rural en la que nos alojamos fue El Descansillo, un lugar y entorno preciosos en un pueblo de sólo diez habitantes, Escalera. Te puedes imaginar cómo es dormir allí, auténtico relax. Y al despertar, sólo escuchas el sonido de los pajaritos. Pura paz.

Casa rural El Descansillo

¿Qué te ha parecido mi lista de cosas que hacer en el Parque Natural del Alto Tajo? Si lo conoces, ¿añadirías alguna más?

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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