Ruta al Puente de la Marmota desde Colmenar Viejo

Hoy he realizado la ruta al Puente de la Marmota, una senda que encontré hace unos años al ver una foto en instagram, y enseguida pensé que quería conocerlo. He tardado un tiempo, pero la espera ha merecido la pena. La ruta es más o menos cómoda, y me ha gustado mucho.

Datos útiles

Cómo llegar al Puente de la Marmota

La ruta al Puente de la Marmota la puedes iniciar desde Tres Cantos, Colmenar Viejo, o desde un punto kilométrico que está situado entre la carretera que va de Colmenar Viejo a Hoyo de Manzanares, la la M-618. Yo he realizado esta última.

Para llegar hasta este punto desde Madrid tienes que tomar la carretera M-607 hasta Colmenar Viejo, y aquí la salida 29, que está señalizada como “Colmenar Viejo sur – Hoyo de Manzanares”. Se entra en una avenida de Colmenar Viejo, y hay que seguir las indicaciones hacia la M-618 u Hoyo de Manzanares.

Tras cuatro rotondas, se llega a la M-618, donde debes recorrer 9,6 kilómetros. Ten cuidado porque la mitad de la carretera es un puerto estrecho con curvas y algo incómodo para conducir. Entre los kilómetros 9 y 10 aparece a la izquierda una señal de color negro que indica «El Quemadillo». Tienes que tomar ese desvío, y dirigirte al aparcamiento.


Cómo llegar al punto de inicio de la ruta del Puente de la Marmota

Aparcamiento

Unos metros más adelante de la señal de «El Quemadillo» hay una pequeña explanada donde se puede aparcar el coche de manera gratuita. Si lo miras en Google Maps, está señalizado como «Comienzo P. Marmota PRCAM». No tiene mucha pérdida porque más adelante ya no se puede continuar con el coche. Lo verás en una puerta del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, que indica que sólo está autorizado el paso peatonal y ciclistas. Dejo de todas formas las coordenadas: 40°38’37» N 3°50’2″ W.

Aparcamiento Ruta al Puente de la Marmota

Datos técnicos

  • Tipo de ruta: lineal
  • Longitud: 12 kilómetros ida y vuelta
  • Tiempo: 4 horas
  • Dificultad: media
  • Desnivel: 271 metros

Ruta al Puente de la Marmota

El camino hacia el Puente de la Marmota

Los primeros pasos transcurren por un camino de tierra y grava, recto, y con apenas desnivel. A los lados los muros de piedra de las fincas privadas en los que se pueden ver vacas. Entre el kilómetro y medio y los dos kilómetros podemos echar la vista atrás, y encontraremos una vista muy bonita de la Sierra de Madrid. Se puede ver la Cuerda Larga, y también la Pedriza, que es justo donde no hay vegetación, porque es granítica.

Cuerda Larga y Pedriza

Como la ruta va de norte a sur, enseguida a lo lejos se vislumbra el perfil de Madrid, con todos sus rascacielos inconfundibles. Una imagen que nos acompaña durante muchos momentos de la ruta. El embalse que se ve es el de El Pardo.

Vista de Madrid

Recorridos cerca de tres kilómetros, nos encontramos con la señalización de la finca «Las loberuelas». Hasta 2018 se podía entrar con el coche hasta aquí, ahora ya hay que dejarlo en el aparcamiento que indicamos antes. En este punto hay que tomar la bifurcación de la izquierda. Se puede continuar por el camino de grava, o por un atajo que sale a la derecha, que es un caminito entre el bosque, más bonito, y que después vuelve a unirse al camino principal.

Atajo al Puente de la Marmota

El descenso

A los cuatro kilómetros llegamos hasta una verja que indica «Coto privado de caza». En este momento debemos abandonar el camino de grava para tomar un camino entre el bosque que sale a la izquierda. Hay que tener algo de cuidado porque va en continuo descenso, entre hierba y tierra algo resbaladiza.

Se escuchan los saltos de agua del Manzanares entre las piedras. No se ve el río, pero se intuye por los árboles de hoja caduca, que son los que están en las riberas de los ríos. En un tramo se consigue ver algo del río.

El descenso hacia el Puente de la Marmota

Antes del kilómetro cinco, de repente a la izquierda vislumbramos la primera imagen del Puente de la Marmota, y el cerro de enfrente en el que se vislumbran dos casitas que corresponden a una central hidroeléctrica, y tiene importancia en el puente, como contaremos más adelante.

Animales y vegetación

Durante gran parte del recorrido estuvimos viendo multitud de buitres leonados volando alto sobre nuestras cabezas. En cuanto a la vegetación, pasamos por bosque de encinas, enebros, y jara pringosa a punto de salir las flores. Aquí aprendí que el pringue de la jara pringosa se llama ládano y se utiliza para fijar perfumes, y que Chanel fue uno de los primeros en utilizarlo.

Enebro

Jara pringosa

El Puente de la Marmota

En el kilómetro cinco desde que iniciamos la senda, llegamos al Puente de la Marmota. Se trata de un puente histórico que se construyó entre 1756 y 1758 bajo el reinado de Fernando VI. Toda la zona del Monte de El Pardo era cazadero real, y Fernando VI es el que mandó cerrar todo el monte, y fue cuando se colocó toda la tapia que lo rodea. Esta zona con el río se quedó un poco aislada, y mandó construir el puente para dar continuidad a la valla de El Pardo, y que así estuviera completamente cerrado.

Puente de la Marmota

El río baja con fuerza y tras pasar el Puente de la Marmota, se queda en calma.

Río Manzanares

¿Y de dónde viene el nombre de Puente de la Marmota?

En el cerro de enfrente hay varios edificios que corresponden a una central hidroeléctrica que se construyó a comienzos del siglo XX, y que estuvo funcionando hasta la década de los 60. El edificio de la izquierda es la central, en el medio la residencia de los trabajadores, donde vivían varias familias, y a la derecha el chalet de los ingenieros, que cada verano lo utilizaba uno de los ingenieros de la central hidroeléctrica, junto a su familia.

Central hidroeléctrica de La Marmota

En esta zona desde luego no hay marmotas, así que el nombre no viene por el animal. El puente toma el nombre de la central hidroeléctrica de La Marmota, y ésta a su vez del cerro. ¿Y por qué el cerro se llamaba de La Marmota? Es una degeneración del término «mamotar», porque el cerro tiene forma de mama femenina. De mamotar se pasó a marmota, y con ese nombre quedó.

Balcón de La Marmota

Después de disfrutar del Puente de la Marmota y hacer un breve descanso para tomar unos frutos secos, cruzamos el puente y continuamos bordeando la tapia algo más de medio kilómetro, hasta una zona con dos bancos enfrente del cerro de La Marmota. Este tramo es el más duro de todo el recorrido, con bastante pendiente, y lleva una media hora entre la subida y la bajada. Aunque mereció la pena, porque al llegar arriba tuvimos unas vistas fabulosas del Embalse de El Pardo.

Embalse de El Pardo

Después sólo quedó regresar por el mismo camino hasta el aparcamiento. Otras formas de continuar la ruta son hasta el Mirador de Valdelaganar, a 4,4 kilómetros, o hasta el Turcal de San Jorge, a 7,1 kilómetros.

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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