Palacio de la Cotilla, un Salón Chino en Guadalajara

En 2007 visité Guadalajara por primera vez, y se me quedó grabada la espectacular imagen de su Salón Chino. Desde entonces siempre que tengo la oportunidad, repito, y la última vez que lo visité fue hace dos sábados. En esta ocasión no sólo me maravillé con el Salón Chino, sino que el Palacio de la Cotilla nos regaló otras sorpresas que han sido las novedades respecto a anteriores visitas. Espero que te sorprendan tanto como a mí.

Salón Chino del Palacio de la Cotilla

Visita al Palacio de la Cotilla, un Salón Chino en Guadalajara

El edificio del Palacio de la Cotilla

Este palacete del siglo XVII se encuentra en la Plazuela de la Cotilla, que no está entre las plazas más bonitas de Guadalajara, y si no fuera por albergar este palacio, pasaría desapercibida. Ni siquiera el edificio del palacio es especialmente bonito, con una fachada sencilla de color predominante rojo de ladrillo visto, con casetones de mampostería. Nada te haría pensar la maravilla que esconden sus paredes.

El edificio tiene dos plantas, y sus ventanas están protegidas con fuertes rejas. La portada es de piedra caliza blanca, blasonada, y con balconaje. Al acceder al interior puedes comprobar cómo el edificio está estructurado siguiendo los modelos arquitectónicos de la época, el habitual patio central, y las dependencias intercomunicadas en torno a él.

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Subimos por la escalera hasta la segunda planta, donde está el puesto de control de acceso, junto a una segunda puerta con una enorme mirilla. Allí una chica revisó nuestra Guadalajara card, y además nos ofreció hacernos la visita guiada, algo que agradecimos porque descubrí datos del Palacio de la Cotilla que desconocía hasta ahora.

Salón Chino del Palacio de la Cotilla

La visita comenzó por la gran estrella del Palacio de la Cotilla: su Salón Chino. Cuando la guía abrió la puerta y me encontré con sus paredes, me resultó aún más fascinante de lo que recordaba.

Salón Chino del Palacio de la Cotilla

Creo que las otras veces me había limitado a deslumbrarme con los dibujos, pero no había llegado a conocer la historia. Después de conocerla, me resulta todo aún más alucinante. El resumen es que éste fue el salón de té de los marqueses de Villamejor, Ana de Torres e Ignacio de Figueroa, quienes se unieron a la moda del siglo XIX de las familias bien, de tener un salón de té con estilo oriental. En su día la decoración mezclaba mobiliario de estilo versallesco con elementos orientales.

Lo que hace su salón especial y único en Europa es que está decorado con auténtico papel de arroz que fue traído en los barcos de la época y pegados en las paredes del salón. Es un ejemplo decorativo de la dinastía Qing. Eran rollos de papel de la altura de la pared al menos, ya que de alto están en una pieza, y de ancho tienen 50 centímetros. Este papel de arroz fue pintado a mano en China, y además va contando una historia de la vida china medieval, basadas en leyendas épicas de la vida feudal en la China Imperial. La guía fue contando la historia que se representaba en los dibujos, aunque nos quedamos sin saber el final, porque no está en el salón, no se sabe si porque no lo compraron o porque se ha perdido.

Salón Chino del Palacio de la Cotilla

La zona del fondo del salón que se encuentra flanqueada por dos columnas es la zona reservada a modo escenario para representaciones teatrales y conciertos musicales, con el fin de entretener a la nobleza de la época. Las pinturas de la zona alta del escenario no siguen la historia del resto de paredes, sino que corresponden a escenas de familias orientales, que representan a madres e hijos. Como ves es una salita pequeña, pero tremendamente original.

Escenario del Salón Chino del Palacio de la Cotilla

Sala José de Creeft

Al comienzo del artículo os comenté que en esta tercera visita al Palacio de la Cotilla me había llevado varias sorpresas. Ésta fue la primera de ellas. Al regresar del Salón Chino pasamos por esta habitación que albergaba una pequeña colección de pinturas de Regino Pradillo, un pintor de Guadalajara que no conocíamos.

Lo que más nos llamó la atención es que leímos que José de Creeft, el nombre de la sala, era el autor de la famosa estatua de Alicia en el país de las maravillas en el Central Park de Nueva York. Resulta que este escultor nació en Guadalajara en 1884, emigró a Francia en 1905, y a Estados Unidos en 1929, donde ya falleció en 1982. ¿Quién lo hubiera imaginado?

Sala José de Creeft

Salas Buero

Y la otra sorpresa la encontramos en estas Salas Buero que tienen varias instancias, y que deben su nombre al famoso dramaturgo. Hay una reproducción del despacho de Antonio Buero Vallejo en Madrid, con mobiliario y enseres originales que fueron adquiridos por el Ayuntamiento de Guadalajara a la familia Buero. Él mismo habló de su despacho en la obra «La casa del tiempo».

Despacho de Antonio Buero Vallejo

Que había nacido en 1916 en Guadalajara no lo sabía, pero entraba dentro de lo esperado. Lo que no tenía idea es que además de escritor, Buero Vallejo también había sido pintor de joven. Me quedé bastante impresionada al ver estos bodegones que habían sido pintados por él. Toda la sala estaba llena de dibujos suyos.

Bodegones de Antonio Buero Vallejo. Óleos sobre lienzo

Las puertas de esta sala quedaban muy originales decoradas con dibujos de Buero Vallejo. ¿Reconoces alguno de ellos?

Puerta con retratos de Antonio Buero Vallejo

Uno de estos dibujos es el retrato más famoso de Miguel Hernández, y sí, fue pintado por Antonio Buero Vallejo. Coincidieron en la cárcel, e incluso compartían la galería de los condenados a muerte, aunque Buero Vallejo después se salvó. El dramaturgo dibujó al poeta a lápiz en 1941, y éste se lo envió a su mujer Josefina Manresa. Parece que ésta se lo dejó a Juan Guerrero Zamora, y he leído que no lo llegó a devolverlo y que el dibujo original está en paradero desconocido.

En el mismo dibujo se puede ver la dedicatoria de Buero Vallejo a Miguel Hernández: «Para Miguel Hernández, en recuerdo de nuestra amistad de la cárcel (25-1-XL)«.

Cuando Miguel Hernández se lo envió a su mujer, le puso estas letras: «Ya que no puedo ir de carne y hueso, iré de lápiz, o sea, dibujado por un compañero de fatigas, como verás, bastante bien«.

En su «Libro de estampas» publicado en 1993, recoge un centenar de imágenes, y Buero Vallejo se refiere así al retrato de su amigo: «Esta efigie de Miguel ha alcanzado notable difusión a causa de la fama del modelo y yo suelo bromear diciendo que el día de mañana se recordará mi nombre por ella«.

Retrato de Miguel Hernández por Antonio Buero Vallejo

Jardín

La fachada posterior del palacio da a un espacio abierto para huerta y jardín, con un jardín romántico que estaba en obras cuando lo visitamos, ya que tenían la idea de abrir un bar terraza para el verano. Nos asomamos un poco desde fuera del palacio para verlo, pero no vimos nada que llamara la atención.

Datos prácticos del Palacio de la Cotilla

Dónde está el Palacio de la Cotilla de Guadalajara

El Palacio de la Cotilla se ubica en la Plazuela de la Cotilla, en pleno centro de Guadalajara. Se encuentra muy cercano al Convento de San José y a la Capilla de Luis de Lucena, de tal forma que es una visita que puedes intercalar entre estos otros dos monumentos.

Horario del Palacio de la Cotilla

Su horario de apertura se divide así:

  • Sólo abre viernes, sábados, domingos y festivos en horario de 10:30 a 14:00.
  • Los viernes y sábados también abre por las tardes: de 16:30 a 18:30 en invierno y de 17:00 a 19:00 en verano.
  • Además, las tardes de noviembre a febrero, el palacio permanece cerrado.

Te recomiendo que consultores el horario en la página oficial de turismo de Guadalajara para informarte de las últimas noticias respecto al horario de visita.

Precio

El precio de la entrada al Palacio de la Cotilla es de 1 euro. Y además es uno de los monumentos incluidos en la Guadalajara Card.

Duración de la visita

Veinte minutos.

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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