Islandia día 3: Vík, Eldhraun, Skaftafellsjökull, Svartifoss, Jökulsárlon
Vík
Hoy amanecíamos en una de las localidades más importantes del sur de Islandia: Vík í Mýrdal, que a pesar de su pequeño tamaño constituye el asentamiento más grande en varios kilómetros a la redonda, y parada imprescindible para ver las playas negras del sur. En la propia localidad encontramos una tercera playa de arena negra que se sumaba a las dos conocidas el día anterior. Me pareció menos impresionante que las otras, aunque sí es cierto que nos dio una vista diferente del Monte Reynisfjall y de las rocas Reynisdrangar.
Antes de abandonar Vík volvimos a la playa negra de Reynisfjara, que es la que más nos gustó de las tres, y así aprovechar a verla con buen tiempo. A la vuelta además paramos a fotografiar la iglesia Reyniskirkja.
De vuelta en Vík í Mýrdal, subimos hasta su pequeña iglesia Víkurkirkja que fue la que nos regaló la mejor panorámica de Vík. Y con estas vistas desde el coche decidimos comer, antes de emprender viaje hacia el glaciar Vatnajökull.
Vík í Mýrdal desde la Iglesia Víkurkirkja
De Vík a Vatnajökull
Nada más abandonar Vík í Mýrdal paramos en una pequeña cascada para practicar efecto seda. La verdad que la cascada no era nada del otro mundo, y si hubiésemos conocido de antemano todas las que encontraríamos después durante éste y los siguientes días, creo que no habríamos parado aquí.
A partir de aquí el paisaje se convirtió en planicies de arena negra de muchísimos kilómetros en los que no se veía nada más, salvo algún río grisáceo por la cantidad de sedimentos que arrastraba. Nos llamó la atención que apenas había coches.
Llanuras de arena negra en Islandia
Tras esta llanura llegó otra totalmente diferente, con rocas volcánicas cubiertas de musgo verde. Entre ellas, comenzamos a ver un monumento de piedras amontonadas. Se trataba de los montones de piedra Laufskálavarda. Según la tradición, todo el que pasa debe crear un montón de piedra o cairn.
Montones de piedra de Laufskálavarda
Algunos kilómetros más adelante encontramos la región más extensa de lava de Islandia, Eldhraun. Fue algo increíble ver tantísimos kilómetros de lava negra procedente de la erupción del volcán Laki en el siglo XVIII, que se había solidificado y cubierto de un musgo muy verde y de hasta 30 centímetros de profundidad.
Tras estos campos de lava, volvieron las montañas, y con ellos una sucesión de cascadas. Había muchas, y pensábamos que alguna de ellas sería la famosa Fragifoss. No la encontramos, y después supimos que nacía de un lago en la zona alta de la montaña. Eso sí, buscando Fragifoss encontramos otras cascadas cercanas a Kirkjubæjarklaustur también impresionantes, como Systrafoss, las cascadas hermanas.
Casas en la cascada Systrafoss
A partir de Kirkjubæjarklaustur continuaron paisajes asombrosos formados por montañas de cortes espectaculares, rocas de lava cubiertas de musgo y cascada tras cascada. El paisaje cambió cuando a falta de algunos kilómetros para llegar al parque nacional de Skaftafell, comenzamos a ver las lenguas de su glaciar.
Rocas con formas increíbles y cascadas entre ellas
Parque nacional Vatnajökull
Es el parque nacional más extenso de Europa que abarca todo el glaciar Vatnajökull, el glaciar más grande de Islandia y segundo de Europa. En este parque realizamos varias visitas, la primera al centro de visitantes del parque nacional de Skaftafell y a la lengua glaciar Skaftafellsjökull, fácilmente accesible a pie.
Glaciares del parque nacional de Skaftafell
El glaciar me pareció más feo que el único glaciar que había visto hasta ahora, el glaciar de Briksdal en Noruega, que tenía unos bloques de agua azulados y agua tan limpia que incluso bebimos de ella. Skaftafellsjökull por el contrario tenía tanto los bloques de hielo como el lago glaciar amarronados de los sedimentos que arrastra. Incluso los iceberg que flotaban en el lago estaban también marrones. Aún así impresionaba ver los enormes bloques de hielo.
Lengua glaciar Skaftafellsjökull
Continuamos el recorrido con una ruta de senderismo de hora y media que nos llevó hasta Svartifoss, la cascada negra de Islandia. Después de llevar todo el día viajando por el sur de Islandia, al comenzar esta ruta estábamos agotados, y al ser en ascenso la verdad que nos resultó más duro de lo esperado. Pasamos por dos cascadas y ya la tercera fue Svartifoss, una cascada rodeada de columnas de basalto hexagonales y negras producto del enfriamiento de la lava. Su color es el que da nombre a la cascada.
Al descender de la cascada retomamos nuestro viaje en coche, aunque antes de abandonar Skaftafell tomamos un desvío por un camino de grava que nos llevó hasta otra de sus lenguas glaciares, Svínafellsjökull. Aquí estábamos prácticamente solos salvo una furgoneta sin ocupantes que no teníamos idea de dónde se habrían metido ya que no había mucha escapatoria en este lugar, y para colmo leímos en una placa que hace algunos años habían desaparecido dos turistas, ¡qué mal rollo! Así que fotos rápidas, y a salir pitando de allí por si las moscas.
Visita a la lengua glaciar Svínafellsjökull
Desde aquí ya fuimos del tirón hasta Jökulsárlon, una de las grandes sorpresas del viaje, y sin duda uno de los imprescindibles en cualquier viaje a Islandia. Se trata de un lago glaciar inmenso con cientos de icebergs azulados flotando y en el que puedes ver focas. Está muy cerca de la desembocadura y de la playa Jökulsárlon, una playa diferente a cualquier playa conocida, ya que además de ser de arena negra está llena de icebergs.
Esta sorprendente laguna glaciar fue nuestra última visita del día. A partir de aquí fuimos directos a nuestro hotel cerca de Höfn al que llegamos a las 11 de la noche. ¡Vaya día tan bien aprovechado! Cena rápida y a dormir, ya que estábamos agotados tras el intenso día que nos había llevado desde Vík í Mýrdal hasta Höfn, y al día siguiente nos esperaría otro recorrido bastante largo por los fiordos del este de Islandia.
la isla parece una pasada….tiene pintar de ser de los destinos que a mi me gustan!
Lo es, una naturaleza impresionante!
aqui he de ir en algun momento de mi vida si o si
Y yo repetir jeje
Maravillosa soledad, la reinante en estas fotos…peculiarísima Islandia.
No podrías haberlo definido mejor! 🙂
Precioso! La verdad es que es uno de los países que más he disfrutado.
Yo también. Me sorprendió tanto que me muero de ganas por volver! No me importará repetir. Y además quedaron algunos lugares por conocer
Uf, Islandia me parece tan pero tan lejana desde Argentina como enigmática! Me encantaría ir algún día!!!
Es tan espectacular! Un país de sorpresas naturales! Anímate a ir 🙂