Qué ver en Chiclana de la Frontera en un día

Me encantan los viajes improvisados, y más aún cuando apareces en un sitio en el que ni sabías que ibas a ir. Fue así como conocí Chiclana de la Frontera. Hasta el día de antes no decidí que viajaba, y el destino final de mi viaje era Jerez de la Frontera, para conocer a mi sobri política. Fui en AVE hasta Sevilla, el primer viaje en tren, por cierto, desde que comenzó la pandemia.

Recién llegada a Sevilla me recogió Antonio en coche y me dijo, ¡nos vamos a Chiclana! ¿A Chiclana? Y yo, que nunca digo que no a un nuevo lugar, por supuesto que acepté. ¡Menuda grata sorpresa! Eso sí, «regañándole» por no haberme avisado para llevarme la cámara, ya que mi móvil hace fotos muy malas. Fue improvisado porque él necesitaba ir a una clínica, y mientras le atendían yo aproveché para dar un paseo por Chiclana. Al día siguiente tuvo que volver, y pasamos algunas horas conociendo los lugares más importantes de Chiclana de la Frontera.

Río Iro desde Puente Nuestra Señora de los Remedios

Algunos datos prácticos de Chiclana de la Frontera

Cómo llegar al centro de Chiclana de la Frontera

Lo bueno de aparecer en un sitio del que no conoces absolutamente nada, es que no sabes lo que te vas a encontrar, y por tanto, todo te sorprende. Dejamos la autovía de Cádiz-Málaga y nos adentramos en la Avenida del Mueble. Me resultó curioso el nombre, y evidentemente, hace referencia a las tiendas de interiorismo que hubo en la zona treinta años atrás. Estas tiendas han ido desapareciendo con el paso de los años, y aunque alguna queda, se ha ampliado la zona comercial para distintas marcas y otros tipos de comercio.

Esta avenida principal va cambiando de nombre según te adentras en esta ciudad gaditana, y en un momento dado, cruza el río de Chiclana. Después de haber cruzado el río, habrás llegado al centro de Chiclana de la Frontera.

Aparcamiento

Después de cruzar el río puedes buscar aparcamiento, porque estarás bien posicionado. Si quieres aparcamiento gratuito, podrás buscarlo antes de cruzar, ya que pasado el río sólo vimos zona azul. Nosotros siempre preferimos dejar el coche en un parking que en zona azul, porque así no tienes que estar preocupándote por la hora. Cuando terminas pagas y listo.

Hay indicaciones de los parking. Puedes escoger el de la Alameda del Río, el del mercado o el de la Plaza Mayor. Nosotros utilizamos los dos últimos y te diré que son muy baratos comparados con el precio de un parking en Madrid; así a bulto casi 3 veces más barato. Y cualquiera de ellos será perfecto para empezar a recorrer a pie Chiclana de la Frontera.

Qué ver en Chiclana de la Frontera en un día

Alameda del Río

Lo primero que conocí de Chiclana de la Frontera fue el paseo junto al río. Al principio no teníamos claro si sería río, o bien agua que entraba del mar, algo habitual por esta zona. Pero sí lo es. El río Iro es el pequeño río de Chiclana de la Frontera, que nace de unos arroyos de Medina Sidonia, y desemboca en Sancti Petri. Ilusa de mí que pensaba que en cualquier momento iba a ver el mar, pero ahí me di cuenta de que aún quedaban más de 7 kilómetros para llegar hasta él.

Respecto al nombre del río, he leído dos versiones, que en verdad tienen relación. Por un lado, que deriva de Liro o Tiro, debido a que el río discurre en su mayor parte por una ciudad fundada por fenicios tirios. La otra versión es que proviene del Castillo del Lirio o Liro, la fortificación que fue el sistema defensivo de la villa durante la Edad Moderna. Hace unos años se descubrió el Yacimiento del Cerro del Castillo, lo que colocó a Chiclana en la ruta fenicia, y una historia de más de 2.000 años.

Fuente en Alameda del Río

La Alameda del Río, o la Alameda, a secas, como la llaman los chiclaneros, es el paseo más bonito de Chiclana. Antes de 1965 era una avenida más ancha, pero ese año hubo una inundación que provocó grandes daños y decidieron ensanchar el cauce del río en detrimento de la Alameda.

Además del río Iro se dice que es un «río de mareas», porque cuando no es época de lluvias crece aguas arriba cuando sube la marea, y desciende el caudal cuando la marea está baja.

En la última remodelación de la Alameda se incorporaron algunas fuentes, que a mí me recuerdan a las fuentes árabes. Hay dos rectangulares, alargadas, y con surtidores a ambos lados. Y otra fuente con forma de estrella de ocho puntas.

Fuente con forma de estrella de ocho puntas

Los puentes sobre el río Iro

Los puentes históricos de Chiclana de la Frontera fueron dos: el Puente Grande y el Puente Chico. El primero se construyó por primera vez en piedra en 1739, aunque se cree que ya en 1675 había otro puente. Fue demolido y reconstruido varias veces. Los dos, el grande y el chico, se reconstruyeron en el siglo XIX. Y aunque el primero iba a llamarse Puente de Isabel II, mantuvieron el nombre de Puente Grande. Poco aguantaron estos nuevos puentes ya que en la inundación de 1965 quedaron tan deteriorados, que tuvieron que ser demolidos.

En la actualidad son varios los puentes que cruzan el río Iro a su paso por Chiclana de la Frontera. En el lugar en el que estuvo el Puente Grande, hoy día encontramos el Puente Nuestra Señora de los Remedios. Por él pasan coches, personas y también el tranvía. Me gustó muchísimo ver las vistas desde el puente, del río y de la Iglesia de San Sebastián.

Puente Nuestra Señora de los Remedios

En el lugar en el que estuvo el Puente Chico, se reconstruyó con una pasarela peatonal, como era el antiguo, y se respetó el mismo nombre. Lo reconocerás porque sus dos laterales están repletos de macetas floridas.

Puente Chico de Chiclana de la Frontera

Río Iro desde Puente Chico

El tercer puente es el más actual: el Puente del VII Centenario, inaugurado en marzo del 2000, para conmemorar el séptimo centenario de la fundación de la ciudad de Chiclana de la Frontera, que fue en 1303. Está construido en acero y hormigón, con un único vano de 57 metros, del que cuelgan 9 parejas de cables. Popularmente se llama Puente Azul por ser ése su color.

Puente del VII Centenario desde Puente Chico

Las calles peatonales

Desde la Alameda del Río parten dos calles peatonales por las que me encantó pasear: la calle de la Vega y la calle de la Plaza. Te recomiendo que bajes por una y subas por la otra, simplemente disfrutando del paseo, de las tiendas, de sus gentes. Y por qué no, tomarte algo en alguna de sus muchas terracitas. Esta parte me recordó a la parte más turística de los pueblos costeros, y viniendo de donde venimos, plena pandemia, me dio mucha alegría encontrar tanta vida.

Además paseando por estas calles llegarás al ayuntamiento, a la iglesia de San Telmo, y hasta algún palacete clásico como el Palacete Conde de Cinco Torres. También al final de estas calles te encontrarás con una bodega centenaria, y muy cerca está el mercado de abastos de Chiclana.

Calle La Plaza Chiclana de la Frontera

Iglesia de San Telmo

En la calle de la Plaza hay una pequeña iglesia de fachada blanca que fue edificada sobre la antigua ermita de San Telmo. En su campanario anidan las cigüeñas. Se construyó en el siglo XVIII en estilo neoclásico, en devoción a San Telmo, patrón de los navegantes (o mareantes) y pescadores. Y aunque se conoce popularmente como Iglesia de San Telmo, el nombre real y completo es iglesia-parroquia de la Santísima Trinidad de Chiclana. En el siglo XVII se llamaba Santuario de Nuestra Señora de las Angustias y San Pedro Telmo.

Su interior me pareció precioso, y de las que visité, me resultó la iglesia más bonita de Chiclana. Se veía tan blanca, tan limpia. Y me encantó la decoración en verde. El retablo mayor está presidido por la Virgen de los Remedios, que es la patrona de Chiclana de la Frontera. Y encima de ella está la imagen de San Telmo.

Qué ver en Chiclana de la Frontera en un día - Iglesia de San Telmo

En una capillita a la entrada, a la derecha, hay varias imágenes que seguramente salen en procesión durante la Semana Santa de Chiclana.

Iglesia de San Telmo

Iglesia de San Juan Bautista

En la Plaza Mayor aparece la joya monumental de Chiclana, considerada la obra más importante de la arquitectura religiosa neoclásica de Cádiz: la Iglesia Mayor de San Juan Bautista. Edificada en el siglo XVIII en estilo neoclásico, en el mismo lugar en el que estuvo la antigua Iglesia de San Juan Bautista del siglo XVI. Sus arquitectos fueron Torcuato Cayón de la Vega y Torcuato José Benjumeda.

Plaza Mayor de Chiclana de la Frontera

Está dedicada a San Juan y fue abierta al público el 24 de junio de 1814, el día de San Juan. En su interior se conserva parte del retablo mayor del antiguo templo, obra de Roque Balduque. También destacan los pequeños retablos laterales neoclásicos diseñados por Benjumeda, dos lienzos barrocos junto al altar de la escuela de Zurbarán, y valiosas piezas de orfebrería, como es la Custodia procesional del siglo XVIII. En 1975 la Iglesia de San Juan Bautista fue declarada Monumento histórico-artístico.

Iglesia de San Juan Bautista de Chiclana de la Frontera

Torre del Reloj

Aunque la Iglesia de San Juan Bautista es impresionante, a mí lo que más me gustó de la Plaza Mayor de Chiclana, como amante que soy de las torres, fue su Torre del Reloj. No me extraña que sea el edificio civil más emblemático de Chiclana. Popularmente se llama Arquillo del Reloj, y da nombre a la calle que comienza a partir de su arco.

Fue construido en el siglo XVIII en estilo neoclásico, con piedra ostionera de la zona. Si te pasa como a mí, que no conoces esa piedra, te diré que la piedra ostionera está formada por restos de conchas marinas y piedras erosionadas del mar, y parece que es muy utilizada en las localidades gaditanas costeras.

La Torre del Reloj se creó sobre una de las antiguas puertas de la villa, con unos 30 metros de altura y planta cuadrada. Formó parte del antiguo ayuntamiento que estaba ubicado en esta Plaza Mayor. La torre es anterior a la Iglesia de San Juan Bautista, y hoy día le sirve de campanario.

Torre del Reloj de Chiclana de la Frontera

Además de contemplar la Torre del Reloj desde la Plaza Mayor, me gustó mucho esta vista desde la calle Rosa, que es además uno de los laterales de la Iglesia de San Juan.

Calle Rosa con Iglesia de San Juan Bautista y Torre del Reloj

Museo de Chiclana

A dos pasos de la Plaza Mayor, exactamente en la salida de su aparcamiento subterráneo, se encuentra este museo histórico que está situado en Casa Briones, un edificio neoclásico del siglo XVIII también obra de Torcuato Cayón. El museo hace un repaso por la historia de Chiclana, desde la prehistoria hasta la actualidad.

Museo de Chiclana

Capilla del Santo Cristo de la Veracruz

En esta glorieta que me sorprendió porque tenía muchísimo tráfico, con un ir y venir continuo de coches, nos encontramos con esta bonita capilla, de nombre de la Veracruz o del Santo Cristo. Se construyó en el siglo XVI, siendo el templo más antiguo de Chiclana de la Frontera.

En su interior se veneran las imágenes de Jesús crucificado, que es el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, de María Santísima del Mayor Dolor, San Juan Evangelista y María Magdalena. Pudimos entrar a su interior, con mucho respeto, porque se sentía que era un lugar de oración, y no quisimos molestar.

Capilla del Santo Cristo de la Veracruz de Chiclana

Ermita de Santa Ana

Antes de abandonar Chiclana, tienes que subir hasta el cerro de Santa Ana, el lugar más alto de la ciudad, desde donde puedes contemplar los edificios, y ahora que ya conoces Chiclana incluso puedes reconocer algunos de ellos. También es un fabuloso mirador a la bahía de Cádiz.

En este cerro se encuentra el mayor icono de Chiclana de la Frontera: la Ermita de Santa Ana, un lugar de peregrinación y culto. Se trata de una capilla blanca de planta octogonal, con pórticos obra también de Torcuato Cayón del siglo XVIII.

Además la Ermita de Santa Ana es uno de los siete puntos mágicos de Chiclana de la Frontera, como te informa la placa que está ubicada en el borde del mirador.

Qué ver en Chiclana de la Frontera en un día - Ermita de Santa Ana

Sancti Petri

Fuera del núcleo úrbano de Chiclana de la Frontera, y a varios kilómetros ya cerca del mar, se encuentra el poblado de Sancti Petri, un antiguo poblado marinero. Es muy famoso el islote de Sancti Petri, al que se puede acceder sólo por el mar, donde se encuentra el Castillo de Sancti Petri, un castillo defensivo del siglo XVIII.

Si quieres vivir una experiencia especial y romántica en Sancti Petri, no dudes en contratar la siguiente excursion:
Tour en kayak por el castillo de Sancti Petri al atardecer

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Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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