Ruta de la Ermita de San Frutos en las Hoces del Duratón

Las Hoces del Duratón son una de esas maravillas naturales de España que hay que conocer, y que yo tuve la suerte de visitar hace dos años. Además de disfrutar de la vista de las hoces o de dar un paseo en piragua por el río Duratón, otro de los imprescindibles de las Hoces del Duratón es realizar alguna de sus rutas de senderismo. Entre las más populares se encuentra la ruta a la Ermita de San Frutos, una ruta sencilla que combina maravillas naturales, fauna, monumentos e historia.

Algunos datos de la ruta de la Ermita de San Frutos

Cómo llegar a la ruta de la Ermita de San Frutos

El centro de operaciones de nuestro viaje a las Hoces del Duratón fue Sepúlveda. Desde allí fuimos en coche hasta el aparcamiento de San Frutos, que es de donde parte la ruta de senderismo de la Ermita de San Frutos.

Dónde está la Ermita de San Frutos en las Hoces del Duratón

El viaje en coche desde Sepúlveda son apenas veinte minutos, por las carreteras segovianas SG-241 y SG-V-2418 hasta Villaseca. Al llegar a la Iglesia de Santo Tomás de Villaseca debemos tomar un camino de tierra que parte a su derecha. Es fácil de encontrar porque además hay un cartel con indicaciones hacia la Ermita de San Frutos.

Este último tramo son apenas 4 kilómetros pero se hace algo pesado porque además el camino tiene muchos hoyos y debes circular muy despacio por el bien de tu coche. Aunque la señal marca 30, recuerdo algunos tramos en los que íbamos a 20. Además conducía yo, que no estoy nada acostumbrada a esto, y terminé bastante harta de tanto hoyito. La vuelta se me hizo más amena.

Aparcamiento en la Ermita de San Frutos

El final del camino lleva hasta un aparcamiento bastante amplio y gratuito, desde el que ya casi puedes adivinar las hoces del Duratón.

Datos técnicos de la ruta a la Ermita de San Frutos

La Senda de San Frutos es una de las rutas de senderismo más populares de las Hoces del Duratón. Y más que una ruta de senderismo, yo diría que es un paseo de auténtico disfrute de la naturaleza.

La ruta desde el aparcamiento hasta la Ermita de San frutos y vuelta son 1,8 kilómetros, bastante corta, y la dificultad es baja. Podríamos decir que es apta para todos los públicos, y lo único que debes hacer es tener cuidado con los cortados y no acercarte demasiado al borde cuando estés contemplando las Hoces del Duratón.

Qué ver en la ruta a la Ermita de San Frutos

Aunque como decía me parece más un paseo que lo que es propiamente una ruta de senderismo, he de decir que el paseo por todo el entorno de la Ermita de San Frutos es una de las rutas más bonitas que he hecho nunca. Es una ruta más para ver que para caminar, con vistas espectaculares y varios momentos en los que te quedas con la boca abierta.

Mirador de San Frutos

Desde el aparcamiento se inicia la senda que nos lleva hasta la Ermita de San Frutos, un camino muy transitado y que no tiene pérdida. A los diez minutos de haber iniciado la ruta ya encontrábamos la primera de las sorpresas: el Mirador de San Frutos.

Había visto muchas veces fotografías de las Hoces del Duratón, pero no tiene nada, pero nada que ver, con estar allí y verlas con tus propios ojos. Por algo dicen que éste es uno de los mejores miradores de las Hoces del Duratón.

Las formas de sus meandros son espectaculares. Y también los cañones boscosos y el agua, de un colo verdoso muy bonito y muy en calma, hasta hacía espejo. Lo de las aguas tranquilas se debe a que esta parte del río Duratón es en realidad el Embalse de Burgomillodo. Sólo apetecía navegar entre ellas para sentir más cerca la inmensidad de sus cortados. Pero nosotros estábamos en la parte alta, y teníamos que seguir conociendo el entorno.

Aves

En el Parque Natural Hoces del Río Duratón viven cerca de 500 parejas de buitres leonados, y éste es uno de los mejores puntos de observación. Ésta fue la segunda de las sorpresas, ya que durante todo el tiempo que estuvimos disfrutando de las Hoces del Duratón desde el Mirador de San Frutos, no pararon de sobrevolar sobre nuestras cabezas. Y aparte de buitres leonados, también sobrevolaban otras aves, como son alimoches, águilas reales y halcones peregrinos.

Ermita de San Frutos

Quizás si la ermita no estuviese ubicada donde está ubicada, no sería tan famosa, pero lo cierto es que desde que la descubres por primera vez, te quedas fascinado. La descubrimos desde el Mirador de San Frutos, en lo alto de uno de los riscos y rodeada por un meandro del Duratón.

Después de disfrutar y bien del mirador, retomamos la senda principal que tenía como destino final la Ermita de San Frutos. La visión de la ermita al final del camino era impresionante.

La ermita original la fundó San Frutos, que es el patrón de Segovia, junto a sus hermanos. Ellos tres eligieron este lugar para dedicarse a la vida contemplativa. Posteriormente se completó con un monasterio, del que hoy día sólo quedan sus restos.

Puedes entrar a visitar la ermita y después continuar descendiendo un poco más para contemplar más de cerca las hoces. Siempre con cuidado y sin acercarte al borde. La vista es impresionante.

Después sólo quedaría emprender el camino de vuelta al coche. Mi recomendación es que la hagas por la parte exterior de la ermita, y así podrás ir disfrutando durante más tiempo de las Hoces del Duratón. Yo me quedé embobada durante minutos ante la belleza y tranquilidad del lugar. ¿A que te entran ganas de trasladarte ahora mismo hasta allí? Si lo visitas, ya me contarás 🙂