Restaurante Los Molinos en Picos de Europa, Cantabria

Para preparar el viaje a Cantabria preguntamos a un antiguo compañero cántabro auténtico amante de la tierruca que nos hizo muy buenas recomendaciones. Entre ellas la de este restaurante en Picos de Europa donde puedes comer un cocido auténtico de pueblo. Por supuesto lo probamos, y se convirtió en el mejor cocido de Cantabria, o al menos, de nuestro viaje, y uno de los restaurantes en los que mejor me he sentido.

Restaurante Los Molinos en Camaleño

Dónde está el restaurante Los Molinos

El restaurante Los Molinos pertenece a Camaleño que es el municipio más grande de la comarca de Liébana, dentro de los Picos de Europa. Para llegar hasta él debes hacer la ruta del desfiladero de la Hermida y en Potes coger la carretera CA-185 que es la misma que te lleva hasta Fuente Dé. El restaurante está pasado Camaleño, antes de llegar a Los Llanos.

Cuando estés cerca conduce despacio para no saltártelo ya que está algo escondido, y desde la carretera sólo se ve el letrero pero no el restaurante. Lo verás a la izquierda de la carretera.


Localización del restaurante Los Molinos

Aparcamiento

El restaurante tiene aparcamiento gratuito en la zona cercana a la carretera. Nosotros encontramos el aparcamiento antes que el propio restaurante, y no fue hasta bajar del coche que ya encontramos la casa medio escondida entre los árboles. El restaurante prometía.

Restaurante Los Molinos en Picos de Europa

Nuestra comida en el valle de Liébana

Conociendo el restaurante

Descendimos hacia el restaurante con bastante entusiasmo porque su aspecto rural nos encantaba y el entorno era fabuloso. La parte trasera incluso daba al río Deva aunque entre tanta vegetación apenas se veía el agua, pero sí se escuchaba el sonido del agua correr muy cerquita, y resultaba muy relajante.

Restaurante Los Molinos en Liébana

Porche del restaurante Los Molinos

Al entrar al restaurante nos encontramos todo manteniendo el mismo entorno rural, con bancos y sillas de madera, chimenea, algunos cazos colgando de las travesías del techo y cabezas de cabras en las paredes. Esto último es lo que yo eliminaría de la decoración.

Chimenea del restaurante Los Molinos

Interior del restaurante Los Molinos

El restaurante parecía bastante vacío, y sólo en barra un hombre hablaba con otro. Imaginé que sería el dueño ya que enseguida hizo venir a una mujer para atendernos, que nos hizo pasar al salón-comedor.

Comedor del restaurante Los Molinos

Y fue en este rincón tan acogedor donde disfrutamos de la mejor comida de Cantabria.

Nuestra mesa en restaurante Los Molinos

Nuestra primera comida en restaurante Los Molinos

Lo primero que quiero destacar del restaurante es el trato de la señora. Era tan, pero tan adorable. Era muy menuda, hablaba dulcísimo y era tan servicial que de verdad sólo por ella mereció la pena conocer el restaurante. Además no paraba y estaba para todo: atendía, cocinaba, servía… y aún le quedaba tiempo para preguntarnos si todo estaba bien.

Cuando nos atendió enseguida le pedimos el cocido para el que habíamos venido hasta aquí. Tenían dos tipos de cocido: montañés y lebaniego. Como el montañés lo habíamos probado en otras localidades de Cantabria, nos decidimos por el cocido lebaniego. Pedimos cocido para dos y la mujer enseguida nos recomendó que pidiésemos sólo para uno porque el plato era demasiado abundante. Eso viniendo de alguien de Cantabria nos hizo pensar que debíamos dejarnos guiar, así que nos quedamos con un cocido lebaniego y pedimos una ración.

Ración de borono frito y pan lebaniego

Hicimos un repaso a los entrantes y parecían todo cosas normales: jamón, cecina, chorizo, queso, picadillo, pimientos, aceitunas, patatas fritas. Sólo había una ración que no conocíamos, el borono frito, ¿lo has escuchado alguna vez? Nosotros hasta aquel momento no. Así que preguntamos y nos decidimos.

Borono frito

El borono es un embutido típico de Cantabria y más en concreto del valle del Liébana que se elabora a partir de la sangre del cerdo. Para que te hagas una idea diría que a lo que más se parece es a la morcilla, con sus diferencias. Nos gustó, pero no con locura.

También pedimos una ración de pan lebaniego, riquísimo como todo pan de pueblo.

Pan lebaniego

Cocido lebaniego

A los diez minutos llegó el cocido lebaniego, menuda pintaza y aún mejor sabor. Lleva garbanzos, repollo, cecina, carne, chorizo, tocino ibérico y relleno. El relleno está elaborado a base de pan y huevo y me trajo recuerdos de mi infancia, porque mi madre lo hacía a veces, no recuerdo con qué platos, y tenía un sabor muy pero que muy parecido al suyo. Me encantó.

Cocido lebaniego

También puedes pedir sopa de cocido, que es el caldo del cocido lebaniego con los fideos. Nosotros esta vez no lo pedimos, pero seguramente en el próximo viaje a Cantabria probaremos el cocido completo.

Y algo que me gustó es que el repollo venía en un plato aparte. Lo agradecí porque a mí en particular no me gusta nada, y si se mezcla con el cocido después todo me sabe a repollo. Mucho mejor aparte. Así que me eché de todos los demás ingredientes y obvié el repollo.

Repollo

El cocido nos resultó delicioso, de verdad, muy muy recomendable, y además disfrutamos mucho comiéndolo. Apetecía tanto. Y a pesar de que nos encantó, no fuimos capaces de terminarlo, así que menos mal que sólo pedimos un plato, gracias a la recomendación de la señora.

Café de puchero

Llegó el momento de los postres y estábamos tan llenos que prefería no comer ningún dulce. Pero sí elegimos dos cafés. Un café sólo y otro con leche. Lo curioso es que la señona nos dijo que era café de puchero. Yo nunca lo había probado y menuda delicia. Yo soy de las que el café en los bares y restaurantes raramente me gusta porque siempre me sabe muy fuerte, y éste sabía bastante a café, pero tenía una suavidad que lo hacía la mar de agradable. De verdad que uno de los mejores cafés que he probado en mi vida.

Café de puchero

Nuestra segunda comida en restaurante Los Molinos

Nos gustó tantísimo el restaurante que decidimos repetir al día siguiente, esta vez para probar otros de sus platos.

Aceitunas

Estuvimos evaluando si pedir alguna de sus variedades de ensaladas o algún entrante ligero, y al final nos decidimos por una ración de aceitunas. No queríamos pedir algo potente y que no nos entraran después los platos. Unas aceitunas riquísimas por cierto.

Aceitunas

Cocido montañés y costillas

Y de plato principal, por un lado cocido montañés, que es el otro cocido cántabro típico. Lleva alubias blancas con verdura, chorizo, morcilla y tocino ibérico. Riquísimo, aunque si tuviera que elegir entre los dos cocidos, me quedaría con el lebaniego del día anterior.

Cocido montañés

El otro plato principal que pedimos fue un costillar. Cuando vino me sorprendió su pintaza de haber sido hecho a la brasa y un sabor aún más delicioso. Lo que disfruté comiendo estas costillas.

Costillar

Postres

En esta ocasión sí dejamos hueco para el postre. Pedimos una copa de mousse de limón y otra de arroz con leche. Buenísimos.

Postres

Precios de algunos platos del restaurante Los Molinos

Si quieres hacerte a la idea de algunos de los precios de los platos de este restaurante, te dejo alguno de ellos:

  • Ración de borono frito: 10,50 €
  • Ración de pan lebaniego: 1,10 €
  • Ración de cecina de vacuno: 14,50 €
  • Ración de jamón: 12,50 €
  • Ración de aceitunas: 3 €
  • Ensalada del Cantábrico: 16 €
  • Ensalada de la casa: 9,80 €
  • Ensalada de aguacate: 8,90 €
  • Cocido montañés: 9,50 €
  • Sopa de cocido: 5,20 €
  • Cocido lebaniego: 10,50 €
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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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