Atardecer desde la cúpula de la Catedral de la Almudena
En el puente de Diciembre, uno de los grandes puentes del año, yo he decidido quedarme en Madrid. Todos los fines de semana de noviembre he tenido escapada y necesitaba descansar. Así que he aprovechado para hacer ocio por mi ciudad. Entre los lugares elegidos ha estado la visita a la cúpula de la Catedral de la Almudena.
Si te digo la verdad, me enteré sólo hace unos días de que se podía subir hasta la cúpula de la Almudena. Fue por un concurso de Instagram del Museo de la Almudena en el que el premio era vivir un atardecer desde la cúpula de la Catedral. Lo mejor de todo es que participé y tuve la suerte de ser uno de los cinco ganadores. Hoy te cuento mi experiencia.
Mi visita a la cúpula de la Catedral de la Almudena
El seis de diciembre era el día elegido para vivir el atardecer desde la Catedral de la Almudena. Tenía que dirigirme al museo, aunque no tenía muy claro dónde estaba la entrada ya que no era la misma que la entrada de la catedral. Me habían comentado que quedaba enfrente del Palacio Real, así que fui por la calle Bailén hasta la Plaza de la Armería, y enseguida encontré al fondo de la plaza un cartel que anunciaba el museo.
Mi visita comenzaba pasadas las cuatro de la tarde, sin embargo a pesar de ser tan temprano había muchísima gente por las calles. Me sorprendió sobre todo una larguísima cola para entrar al Palacio Real, de esas en las que te puedes pasar fácilmente una hora hasta entrar. Me dio la sensación de que la entrada era gratuita, quizás por ser el Día de la Constitución.
Museo de la Catedral de la Almudena
En el Museo de la Almudena me estaban esperando para realizar la visita guiada. Cruzamos varias salas, las más sorprendentes la Sala Capitular y Sacristía con sus mosaicos coloridos ocupando todas sus paredes.
Tras hacer un parón en una terraza con vistas magníficas al Palacio Real, continuamos recorriendo el museo. Las siguientes salas estaban dedicadas a la Virgen de la Almudena y a San Isidro Labrador, los patronos de Madrid. Me pareció muy interesante la exposición, aunque los detalles de todo lo que puedes encontrar en estas salas te los contaré en otro artículo. Ahora prefiero poner el foco en el objetivo de la visita: la cúpula y su atardecer.
Palacio Real desde Catedral de la Almudena
Tras subir unas escaleras llegamos a la parte más alta de la Catedral. Si no quieres subir escaleras, también puedes acceder hasta la cúpula en ascensor, algo que me gustó porque facilitaba la visita a personas con movilidad más reducida. Por cierto me quedé fascinada antes de salir al exterior, contemplando el interior de la cúpula. El techo está pintado de un azul intenso adornado con estrellas de tal forma que recuerda la bóveda celeste. Es precioso. Y lo que más me chocó es que en todas mis visitas a la Catedral, nunca había percibido esos colores tan vivos.
Cúpula de la Catedral de la Almudena
Al salir al exterior de la cúpula, lo primero que captó mi atención fueron las esculturas que fui encontrando en todo el perímetro de la azotea. La cúpula exterior de la Catedral de la Almudena es de planta cuadrada con cuatro chaflanes, y está rematada por una linterna. Alrededor de la cúpula es donde puedes encontrar doce estatuas de bronce que representan a los Doce Apóstoles, además de unas vistas magníficas de los tejados de Madrid.
Apóstoles en la cúpula de la Almudena
Apóstoles en la cúpula de la Almudena
Apóstoles en la cúpula de la Almudena
Una de las vistas más impresionantes que puedes encontrar desde la cúpula de la Catedral de la Almudena es la de la nave central y las torres de su fachada principal. Vistas desde aquí casi se confunden con el Palacio Real.
Torres de la Catedral desde la cúpula
Atardecer desde la Catedral de la Almudena
Cuando salimos al exterior de la cúpula, el sol estaba ya muy bajito y nos quedaban pocos minutos para disfrutar de él.
Atardecer desde la cúpula de la Catedral de la Almudena
Aproveché para hacer fotografías a contraluz. En esos momentos me gusta hacerlas especialmente, porque las figuras quedan como una sombra y me parece que tienen mucho encanto.
Apóstoles de la Almudena al atardecer
Al desaparecer el sol, llegó la hora mágica al cielo de Madrid.
Y como siempre los colores más increíbles en el cielo junto a las primeras luces de Madrid. Nos quedamos en la cúpula de la Catedral hasta que se hizo totalmente de noche. En este momento pude contemplar aún mejor algunos edificios cercanos como la iglesia de San Francisco el Grande o el Teatro Real.
San Francisco el Grande desde la cúpula de la Almudena
Tejados de Madrid al atardecer
Sin duda la visita a la cúpula de la Almudena me había emocionado. No entiendo cómo he podido pasar toda la vida sin subir a ella. Una visita muy recomendable en Madrid. ¿Y tú ya has subido a la cúpula?
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