Disfrutando de Sevilla el día de Navidad
Esta Navidad la he pasado en Andalucía por primera vez y he vivido unos días diferentes a los de otros años. Nuestro centro de operaciones ha sido un pequeño pueblo de Sevilla llamado Salteras, a sólo doce kilómetros de Sevilla, y aunque teníamos multitud de compromisos familiares hicimos lo posible por sacar unas horas para disfrutar de Sevilla el día de Navidad.
Sevilla el día de Navidad
Aparcamiento en Sevilla en Navidad
La primera duda que nos entró fue cómo desplazarnos a Sevilla el día de Navidad. Teníamos varias opciones: autobús desde Salteras hasta el centro, coche hasta algún barrio periférico de Sevilla y después autobús o metro, o bien ir directamente con el coche hasta el centro y buscar un parking. Como fuimos tres personas creímos que la mejor opción era el parking, así que eso hicimos.
Enseguida llegamos a Sevilla e intentamos aparcar en uno de sus parking más céntricos. Estaba todo imposible en la calle y los parking completos, así que terminamos buscando aparcamiento en la ribera del río Guadalquivir, entre el Puente de Triana y el Puente de San Telmo. En esta zona hay varios parking y en uno de ellos aún quedaban plazas.
Nuestro paseo por Sevilla el día de Navidad
La salida del aparcamiento nos llevó al Paseo de Cristóbal Colón, muy cerca de la Real Maestranza. Paseamos junto al Guadalquivir hasta la Torre del Oro, y antes de dejar este paseo disfrutamos de los colores del cielo sevillano. Estaba atardeciendo y se veía espectacular.
A izquierda la calle Almirante Lobo nos llevó hasta uno de los lugares emblemáticos de Sevilla, la Puerta de Jerez. En la plaza estaba situado un enorme árbol de Navidad de luces azules y doradas, de éstos en los que puedes acceder a su interior. Y la Fuente de Híspalis con las luces de Navidad lucía aún más bonita.
Fuente de Híspalis en Puerta de Jerez
Continuamos por la Avenida de la Constitución, que estaba muy bonita adornada con tantas luces.
Luces en Avenida de la Constitución
Y llegamos hasta la Plaza de San Francisco, donde se aglomeraba la mayor cantidad de visitantes alrededor de estas figuras luminosas y gigantes que representaban las coronas de los Reyes Magos. Por cierto también se pueden visitar por dentro.
Además estas coronas de luz nos sorprendieron con un espectáculo de luz y sonido que funciona a las horas en punto y a las medias todas las tardes a partir de las 7 y hasta las 10.
En lugar de atravesar la Plaza de San Francisco giramos a la izquierda para llegar a la Plaza Nueva. En los soportales del Ayuntamiento nos encontramos con este bonito belén.
Belén en soportales del Ayuntamiento
Y la Plaza Nueva estaba también muy bonita y luminosa, con los árboles decorados con luces y la fachada del ayuntamiento completamente iluminada.
Ayuntamiento iluminado hacia Plaza Nueva
Continuamos por la calle Tetuán hasta la mítica calle Campana, tan famosa en Semana Santa y donde se encuentra la que dicen es la mejor pastelería de Sevilla, la confitería La Campana.
Y regresamos sobre nuestros pasos por la calle Sierpes, que nos llevó de nuevo hasta la Plaza de San Francisco, donde no sólo encontramos otra vista de las coronas de luz, sino que descubrimos la figura de la Giralda entre las casas sevillanas, algo que me resultó emocionante.
Giralda desde Plaza de San Francisco
Nos acercamos hasta la Catedral y nos asomamos a la verja del Patio de los Naranjos. No se podía entrar ya porque era tarde, pero nos gustó ver la Giralda en la oscuridad, como si estuviéramos de incógnito.
Giralda desde Patio de los Naranjos
Rodeamos la Catedral por la calle Alemanes, pasando por la Plaza Virgen de los Reyes, plaza que parece ser el lugar de inicio de los paseos a caballo en Sevilla. De hecho pasamos muy cerca de un caballo que hizo un movimiento y ruido al nosotros pasar, y he de confesar que me dio un gran susto.
La Plaza del Triunfo también aparecía iluminada, con la fachada del Real Alcázar al fondo.
Tras la visita al centro histórico de Sevilla regresamos a la ribera del Guadalquivir para finalizar nuestro paseo disfrutando de dos de los puentes míticos de Sevilla: el puente de San Telmo y el puente de Triana. Si estos puentes son bonitos de día, durante la noche son espectaculares.