Ruta de los castillos del Marquesado de Villena en Cuenca

Siempre he sabido que en Cuenca había castillos muy importantes, pero no fue hasta hace tres semanas que he conocido algunos de ellos, en concreto hice la ruta de los castillos del Marquesado de Villena. Esta ruta nos llevó a conocer tres de los castillos más importantes de Cuenca: el castillo de Belmonte, el castillo de Alarcón y el castillo de Garcimuñoz. Además es perfecta para una escapada de un día desde Madrid ya que los castillos están a poco más de hora y media en coche.

Los tres castillos del Marquesado de Villena

1. Castillo de Belmonte

Nuestra primera visita del día fue al castillo de Belmonte, un castillo que tenía muchísimas ganas de conocer desde que me enteré que organizaba torneos medievales. Como el castillo está en la parte alta tuvimos que atravesar el municipio para llegar hasta él. Me quedé con unas ganas tremendas de pasear por el pueblo, pero tendrá que ser en otra futura visita. Lo que sí me llamó muchísimo la atención fue ver molinos en Belmonte, de los típicos molinos manchegos. Creo que hay tres.

La primera visión del castillo-palacio me resultó impresionante. El castillo de Belmonte es grandioso, majestuoso y además está perfectamente conservado gracias a una completa restauración que se realizó en 2010 manteniendo su estilo clásico original. El castillo es del siglo XV y tiene estilo gótico mudéjar. Puedo decir que desde el exterior me impactó mucho más de lo que esperaba y el interior está también muy cuidado.

Realizamos la visita guiada y además tuvimos unas guías excepcionales: Lourdes López, la alcaldesa de Belmonte, y María José Díaz Carrillo, directora comercial del Castillo de Belmonte. Con estas guías, imposible no vivir al máximo la visita.

La visita comienza con un audiovisual proyectado en la pared en el que pudimos ver un diálogo entre Juana la Beltraneja y Eugenia de Montijo. Es perfecto para conocer la historia del castillo, sus personajes y sus antiguas rencillas de poder. Tras el audiovisual ya fuimos a conocer el resto del castillo.

En el castillo de Belmonte cada dependencia tiene algo especial, aunque siempre hay algunos rincones que te llaman la atención más que otros. En mi caso me pareció espectacular la escalera volada principal, las techumbres gótico-mudéjares, el Salón Regio utilizado para la celebración de banquetes y visitar las diferentes habitaciones del castillo. También conocí el concepto de lo que son los cortejadores, muy curioso por cierto, y supimos que el castillo tiene forma de pentágono irregular.

La visita del castillo finaliza subiendo a las almenas, desde las que tienes unas vistas estupendas de la villa de Belmonte. Desde allí nos mostraron la explanada en la que se celebran los torneos medievales y nos explicaron muchísimos detalles. Fueron tantos los detalles y contados con tanta pasión, que creo no equivocarme al afirmar que todos deseamos asistir a sus próximas jornadas medievales. ¡Espero en septiembre poder contarte que hemos asistido!

2. Castillo de Alarcón

Tras la visita al Castillo de Belmonte continuamos hacia la villa de Alarcón, un lugar del que poco había escuchado y que me resultó sorprendente. Lo más espectacular es la entrada a la villa, cuando ves la panorámica con la imagen del castillo sobre la hoz del río Júcar y desciendes por la carretera pasando por dos puertas antiguas estrechísimas para el autobús. Tan estrechas que da la sensación de que se puede quedar encajado, pero gracias a la maestría del conductor el autocar pasó sin rasguños.

Ya en el centro de Alarcón, lo primero que visitamos fue la Iglesia de San Juan Bautista, que alberga en su interior las pinturas murales de Jesús Mateo, un lugar sencillamente fascinante. Las pinturas ocupan todas las paredes y cúpula de la iglesia, y dentro de su abstración representa animales y constelaciones.

A continuación visitamos el Castillo de Alarcón, de origen musulmán y hoy convertido en parador nacional. Al funcionar como hotel, no se pueden visitar todas sus estancias, pero sí entramos al patio interior y al paseo de ronda desde las alturas del castillo, donde pudimos disfrutar de unas vistas impresionantes de la hoz del Júcar y del resto de la fortaleza medieval.

Imagino que debe ser una auténtica delicia dormir en alguna de las 14 habitaciones de las que dispone el castillo. Y además a la parte alta de la torre del homenaje sólo se puede acceder si has reservado una habitación, desde donde imagino que habrá aún mejores vistas.

Tras la visita al castillo fuimos a comer al restaurante La Cabaña y visitamos la Iglesia de Santa María. Antes de abandonar Alarcón paramos en el mirador que está justo enfrente de la villa para contemplar la panorámica que vimos fugazmente al llegar. Esta vez pudimos disfrutarlo y hacer todas las fotografías que quisimos. El lugar como ves es de una belleza máxima.

3. Castillo de Garcimuñoz

Nuestra tercera y última visita del día fue al Castillo de Garcimuñoz, un castillo del que sabía de su existencia porque está en el camino hacia Alicante, pero en el que nunca habíamos parado. El castillo ha sido rehabilitado y renovado en estilo postmoderno con materiales de hoy, de una forma que no deja indiferente a nadie. Hay a quien le parece fantástico por la originalidad y porque es una manera de que el castillo se mantenga bien conservado, y hay otros contrarios a haber modificado tantísimo la estructura original del castillo hasta el punto de que en el interior ha desaparecido su estilo medieval.

Por fuera te encuentras la fachada del castillo medieval, sencilla y clásica, y en el interior te encuentras algo muy innovador que jamás imaginarías en una estructura del siglo XV. Esta renovación ha ayudado a que sus dos escaleras de caracol y la plataforma que une las torres se haya podido volver a visitar después de más de 500 años. Del propio castillo destaca su portada, de estilo gótico isabelino y que es una de las más bonitas de los castillos de España.

Después de haberte contado mi visita a los tres castillos la pregunta sería fácil, ¿con cuál de los tres te quedas? Pero no te voy a poner en ese compromiso, ya que cada uno de estos castillos es diferente, ha sido renovado de una manera distinta y tiene su propio encanto. Sólo espero que si algún día los visitas, disfrutes tanto como yo lo he hecho en esta ruta por los castillos del Marquesado de Villena y además dediques algún minuto para comentarme tus impresiones.