Cascada del Hervidero en San Agustín de Guadalix
Hacía algún tiempo que había visto una fotografía de la Cascada del Hervidero, y aunque me encantó, no fue hasta el año pasado, el año de la tormenta Filomena, que me pareció el mejor momento para conocer esta bonita senda por el cañón del río Guadalix que nos llevó hasta una de las cascadas más bonitas de Madrid.
Datos útiles de la ruta a la Cascada del Hervidero en San Agustín de Guadalix
Cómo llegar a la Cascada del Hervidero en San Agustín de Guadalix
La ruta a la Cascada del Hervidero comienza en San Agustín de Guadalix, a cuarenta minutos en coche de Madrid capital. Esta localidad madrileña se encuentra en la salida 36 de la carretera de Burgos A-1. Un sitio bueno para aparcar es el Polígono Industrial Norte, que está a escasos metros del río Guadalix, y que además es un punto genial para comenzar la ruta.
La senda es un agradable paseo que remonta el río Guadalix en algo menos de una hora si lo haces del tirón. A nosotros nos llevó hora y media porque hicimos varias paradas para contemplar el paisaje y realizar fotografías.
Dónde está la Cascada del Hervidero
Horarios y precio de la Cascada del Hervidero
La visita a la Cascada del Hervidero es gratuita, y el aparcamiento en el lugar mencionado, también.
Datos técnicos de la ruta a la Cascada del Hervidero en San Agustín de Guadalix
- Tipo de ruta: lineal
- Longitud: 7 kilómetros ida y vuelta
- Tiempo: 2 horas y media
- Dificultad: baja
- Mejor época: el deshielo para ver la cascada en su plenitud, fin del invierno y principios de la primavera
Nuestra ruta a la Cascada del Hervidero en San Agustín de Guadalix
Aparcamiento para ir a la Cascada del Hervidero
Llegamos a San Agustín de Guadalix nada más comer, y nos dirigimos directamente al polígono norte que mencionamos arriba y que se encuentra al norte de la localidad. Al principio estuvimos dudando bastante sobre si sería el lugar adecuado o no, ya que no había indicaciones. Sólo veíamos muchísimos coches aparcados por todas partes, y muchos turistas, o más bien senderistas. Tras varias vueltas, conseguimos encontrar aparcamiento en la calle Camino de Valdeolivas, que es una de las que parte de la rotonda en la que puedes ver una Apisonadora Antigua. Resultó ser un lugar magnífico para iniciar la ruta, porque nos dejó a poco más de 200 metros del río Guadalix.
Si aparcas en esta calle es muy fácil encontrar el río. Una vez llegas a la apisonadora antigua, continúas por la Avenida de Madrid, que en sus primeros metros cruza este puente sobre el río Guadalix. Y a la derecha del puente tienes un camino para descender hasta el río. Aquí comienza la ruta a la Cascada del Hervidero.
El río Guadalix debe su nombre al término árabe «guad» – agua y «alix» – alisos, es decir, el río de los alisos, por la gran cantidad de alisos que hay en la zona.
Laguna de los Patos
Toda esta zona es un área recreativa con bancos en las que multitud de familias estaban comiendo, jugando y paseando. Se trata del parque recreativo Laguna de los Patos.
Unos metros más adelante puedes ver esta pasarela por la que puedes cruzar para remontar el río por la izquierda, que sería el margen derecho del río.
En los primeros metros el camino es algo estrecho, y nos llegó a agobiar porque había muchísima gente y estábamos aún en plena pandemia. Aunque al menos todos íbamos con mascarilla. Más adelante ya empezó a ensancharse y nos sentimos mucho más cómodos.
Saltos de agua en la ruta a la Cascada del Hervidero
Es fácil llegar hasta la Cascada del Hervidero porque sólo tienes que seguir remontando el curso del río. En este camino te encuentras otras pasarelas, a las que te puedes asomar, pero mejor después continuar por el mismo margen del río por el que venías. A mitad de recorrido además te encuentras con unas curiosas estructuras, que algunas creemos que corresponden a panales de abejas. Son las que se ven al fondo.
Nada más pasarlas nos encontramos con el primer salto de agua del recorrido, la Cascada Becerra. Es de corta altura pero me pareció muy bonita. La única pena es que había árboles en medio y no se podía ver perfectamente.
A escasos minutos de este salto hay una zona que llaman el Charco del Aliso en el que el agua forma unos remolinos espumosos.
Desde el Charco del Aliso se ve al fondo otro salto de agua más grande que el anterior. Me pareció bastante espectacular, aunque no fui capaz de verlo sin todas estas ramas en medio. Yo imagino que otros años se verá mejor, ya que en todo el recorrido había ramas caídas que debían estar así desde que cayó la tormenta Filomena y destrozó miles de árboles por todo Madrid. Una auténtica lástima.
Canal de Guadalix
Desde el último salto de agua estamos a aproximadamente media hora de la Cascada del Hervidero. Lo que nos queda es seguir remontando el río Guadalix, hasta que llegamos a un punto en el que nos encontramos con un puente, de nombre San Antonio, que debemos cruzar para continuar la ruta por el otro margen del río.
Pasado este puente puedes ver una edificación de 1857 que dice Canal Bajo, que no es más que un canal de agua gestionado por el Canal de Isabel II. El Canal del Guadalix o canal de El Mesto se construyó para transportar agua por acción de la gravedad desde el embalse Azud de El Mesto hasta el Canal Bajo. Hoy en día ya está en desuso, pero aún puedes ver la construcción.
Acueducto
Unos metros más adelante hay unas barandillas que dan la sensación de prohibido pasar, pero es todo lo contrario, porque es por donde hay que descender para encontrar la Cascada del Hervidero. Si continúas por este camino enseguida verás un acueducto, y sabrás que estás en el último tramo de la senda.
Lo más sorprendente es que se puede caminar por encima del acueducto. Es bastante ancho y no tiene peligro; evidente siempre con precaución de no acercarte demasiado a los bordes. Desde lo alto del acueducto puedes disfrutar de las vistas a 360 grados. Por un lado, puedes ver las paredes rocosas del cañón del río Guadalix, y la ansiada Cascada del Hervidero, que ya se deja adivinar entre los árboles. Da bastante alegría verla, ahí tan cerca. Se puede ver incluso la parte alta de la cascada, el río antes de su caída.
También puedes ver cómo circula el agua por debajo del acueducto. El río continúa su curso hasta la localidad de San Agustín de Guadalix, y kilómetros más adelante desemboca en el río Jarama, en las cercanías del Circuito del Jarama.
Escalera a la Cascada del Hervidero
Para llegar hasta la Cascada del Hervidero ya sólo nos faltaba bajar a pie del río. El lugar para ello es esta escalerita de piedra que vista desde el acueducto daba algo de impresión, porque parecía empinada y no muy segura, a tenor de cómo veíamos bajar a los senderistas.
No es tan peligrosa pero sí debes andar con bastante cuidado porque es muy estrecha, de tal forma que hacíamos turnos de subida y bajada, ya que cruzarte en mitad de la escalera sí que se podía poner más peligroso para el que tenía que pasar por el lado de fuera. Y además los escalones están algo deteriorados. Total, que en la bajada fui bajando poniendo los dos pies con mucho cuidado en cada escalón. La subida sí es más cómoda.
Cascada del Hervidero
Y después de hora y media de caminata, y tras el descenso vertiginoso por la escalerilla, por fin tenía ante mis ojos la Cascada del Hervidero.
Me hubiera encantado acercarme hasta la propia cola de la cascada, pero tras la caída del agua se forma el Charco del Hervidero, esta laguna que te impide acercarte mucho más, salvo que estés dispuesto a mojarte las pies, como este chico que se metió en la laguna y llegó a tener el agua a la altura de las rodillas. Que por cierto, imagino que estaría congelada.
Yo me conformé con buscar un rinconcito sin muchas ramas en medio que estropearan la panorámica, y me limité a disfrutar de ella, de su vista, de su sonido. El hecho de que tenga dos chorros de agua, cada uno cayendo por un lado de una roca enorme, hace que sea una cascada muy especial.
No había dudas, estaba ante una de las cascadas más bonitas de Madrid.
Después de la Cascada del Hervidero, puedes continuar la senda hasta el embalse histórico Azud del Mesto.