Diez imprescindibles de un viaje a Roma

Es realmente difícil elegir los imprescindibles para un primer viaje a Roma, ya que estamos hablando de una de las ciudades con mayor historia del mundo y con gran diversidad de atractivos turísticos. En un recorrido por esta ciudad puedes disfrutar de ruinas del Imperio Romano, lugares históricos de todas las épocas, obras de grandes artistas, iglesias impresionantes y plazas de gran belleza que convierten tu visita a La Ciudad Eterna en inolvidable.

Arco de Constantino y Coliseo

Imprescindibles de un viaje a Roma

Coliseo

Comienzo este recorrido con mi monumento favorito de Roma: el Coliseo. Esta obra fue construida en el siglo I y su inauguración se convirtió en uno de los mayores acontecimientos de la época del Imperio romano. Originariamente se llamó Anfiteatro Flavio tomando el nombre de la dinastía que lo mandó construir, y posteriormente adoptó el nombre de Coliseo por la estatua cercana del Coloso de Nerón que no se conserva en la actualidad. El monumento es una de esas maravillas que hay que pisar al menos una vez en la vida, y de hecho fue incluida como una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.

Aunque hace años que lo conocí, aún recuerdo perfectamente la emoción que sentí al contemplarlo por primera vez. Me pareció verdaderamente fascinante, y uno de los monumentos más impresionantes que he conocido en mi vida. El Coliseo es majestuoso por fuera, aunque lo mejor llega al acceder a su interior y observar su entramado de túneles subterráneos, rampas y montacargas, e imaginar los acontecimientos que los romanos celebraban en él. El anfiteatro más grande del mundo tenía capacidad para 50.000 espectadores de todas las clases sociales que asistían a espectáculos de luchas de animales y gladiadores, representaciones teatrales, ejecuciones y naumaquias.

Coliseo romano

Foro romano

El Foro es uno de los lugares que más me han impresionado en mi vida, una mítica avenida que es un auténtico recorrido por la historia del Imperio Romano. Entre los restos encontramos monumentos, edificios, arcos, templos y basílicas, donde se desarrollaba la vida pública, cultural y económica en la antigua Roma. Destacan el arco de Tito y el arco de Septimio Severo, la Curia del Senado, el Templo de las Vestales, el Templo de Saturno, el Templo de Cástor y Pólux o la Basílica de Majencio y Constantino. También me resultó curioso encontrar aquí la tumba Julio César, que siempre tiene un ramo de flores.

Foro romano

Museos Vaticanos

En la Ciudad del Vaticano existe un conjunto de galerías y estancias de gran valor artístico, que son propiedad de la Iglesia Católica: los Museos Vaticanos. El museo se inició con la colección privada de Julio II y ha ido creciendo con colecciones incorporadas por otros papas, hasta albergar hoy día pinacoteca, arqueología clásica, arte antiguo, arte contemporáneo, esculturas, documentos y objetos históricos. Todo este conjunto se complementa con el oasis de los jardines vaticanos y la Biblioteca Apostólica Vaticana, que es una de las mejores del mundo.

De entre toda la colección de los Museos Vaticanos lo más visitado son los frescos de grandes maestros como Rafael o Miguel Angel, entre los que destacan especialmente la Capilla Sixtina. Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina en el siglo XVI y representó la creación de Adán, conocido popularmente como dedo de Dios, en el que Dios toca con su dedo a Adán para infundirle la vida. Los frescos son deslumbrantes, muy muy bonitos, y resulta sorprendente imaginar cómo Miguel Angel pudo pintarlos.

La parte negativa que tienen estos museos son las enormes colas para acceder. No te exagero si te digo que yo estuve más de dos horas al sol haciendo cola para acceder. Fui hace muchos años y aún no existía la posibilidad de comprar las entradas por internet. Ahora sí puedes evitarte la espera de colas comprando tus entradas en el siguiente enlace: compra de entradas sin colas para los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina.

Biblioteca Vaticana

Las iglesias de Roma

Una vez leí que Roma tiene setecientas iglesias, un número bastante grande, aunque no es el número lo que más me impresiona de las iglesias de Roma. Lo que más llamó mi atención es que cada barrio, por muy pequeño que sea, posee una iglesia enorme, con frescos impresionantes, importantes esculturas, y en muchas de ellas se guardan auténticas reliquias. Te invito de verdad a que conozcas el mayor número posible de iglesias en Roma. Y también por supuesto que conozcas las más importantes, entre las que se encuentran las cuatro basílicas mayores: San Pedro del Vaticano que es es el edificio religioso más importante del catolicismo y donde puedes contemplar La Piedad de Miguel Angel, Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros. Otra muestra de iglesias bonitas son la iglesia del Gesú, Santa María in Cosmedin, Santa María en Aracoelli, Santa María en Trastevere, San Pietro in Vincoli o la basílica de San Clemente.

Basílica de San Pablo Extramuros

Museos Capitolinos

En la cima de una de las míticas siete colinas de Roma, la Colina Capitolina, se alzan los Museos Capitolinos, que son un auténtico paseo por la Antigüedad Clásica. Entre sus obras más importantes se encuentran la estatua ecuestre de Marco Aurelio, el Discóbolo original griego, la Venus Capitolina, el Gálata moribundo y el Fauno Rojo. Aunque entre todas las obras hay una que es la estrella del museo y que todo visitante quiere conocer, la escultura de Luperca o Loba Capitolina, que es la loba que amamantó a Rómulo y Remo según la mitología romana, los fundadores de Roma.

Las plazas de Roma

Con las plazas de Roma me ocurre lo mismo que con las iglesias. Tiene tantas, tan grandes y tan bonitas, que un paseo por Roma de plaza en plaza te llevará a conocer conjuntos escultóricos impresionantes. Algunas de las plazas imprescindibles de Roma son la Plaza de España, la Plaza Navona, la Plaza del Popolo, la Plaza Venecia, la Campo dei Fiori o la Plaza Santa Maria de Trastevere.

Plaza Venecia

Panteón de Agripa

Se trata de una de las construcciones más impresionantes de la Antigua Roma, mandado a construir por el emperador Adriano en honor a todos los dioses. Al acceder al interior se observa la grandiosidad del monumento, con una cúpula hemisférica gigantes que impone con sus casi 44 metros de diámetro. En su interior encontramos el sepulcro del pintor Rafael.

Castillo de Sant’Angelo

Me sorprendió encontrar esta fortaleza en el centro de Roma, junto al río Tiber y muy cercano a la Ciudad del Vaticano. De hecho hay un paso elevado de unos 800 metros de largo que comunica el castillo de Sant’Angelo con el Vaticano, llamado Passetto, y que ha servido de vía de escape para varios papas que se encontraban en peligro. El castillo se llamó inicialmente Mausoleo de Adriano porque lo mandó construir el emperador Adriano para convertirlo en su mausoleo personal y familiar, aunque fue terminado por Antonino Pío, y años después se convirtió en un edificio militar. Una curiosa rampa en espiral nos lleva por sus diferentes plantas y estancias del castillo. Al llegar a la terraza obtienes unas vistas magníficas de Roma, y puedes distinguir el Passetto.

Castillo de Sant’Angelo

Fontana de Trevi

No podía faltar en este viaje a Roma la fuente más famosa del mundo: la fontana de Trevi, una fuente monumental barroca de grandes dimensiones que ostenta también el título de fuente más bonita y grande de Roma. Creo que todo el mundo, incluso sin haber pisado Roma y gracias en gran medida al cine, conoce esta fuente y sus leyendas. La más conocida de todas ellas es la que anima a arrojar de espaldas una moneda a la fuente para asegurar regresar a Roma. Lo malo de la fuente son los inconvenientes de su fama, y es que está tan masificada que te impide disfrutar de su belleza.

Fontana de Trevi

Boca de la verdad

Cerramos nuestra lista de imprescindibles con uno de esos rincones curiosos de Roma. En la Iglesia de Santa Maria in Cosmedin encontramos la Boca de la verdad, antigua máscara de mármol del siglo I, con un diámetro de 1,75 metros, y que representa un rostro masculino barbudo y con los ojos, nariz y boca huecos. Gracias al cine conocemos la leyenda por la que si metes la mano en su boca, y mientes, la boca te muerde y amputa la mano. Desde la Edad Media se llevaba ante la máscara a los acusados de falsedad. He de decir que cuando introduje la mano me dio algo de impresión, pero no me podía marchar de Roma sin meter la mano en la Boca de la verdad. Por suerte, o por no mentir, mi mano sigue en su sitio.

Boca de la verdad

¿Qué te ha parecido este recorrido por los imprescindibles de Roma? ¿Echas en falta algún lugar para un primer viaje a Roma?