Qué ver en Sierra de Gata: mis 10 lugares favoritos
Al noroeste de la provincia de Cáceres, y lindando con Portugal, aparece esta comarca extremeña que me cautivó en cuestión de minutos. Y es que la Sierra de Gata tiene mucho que ofrecer: atardeceres de ensueño, pueblos con encanto, naturaleza increíble en la que siempre está presente el agua, acompañado de rica gastronomía y gente acogedora. Su tranquilidad es perfecta para pasar unos días de relax, y volver a casa con cuerpo y mente renovados. ¿Qué más se puede pedir?
Mis 10 lugares favoritos de Sierra de Gata
1. Trevejo
Qué lugar tan especial es Trevejo. Recuerdo mirar hacia arriba mientras conducía y nos preguntamos qué era aquello que parecía un castillo y se veía tan alto. Según fuimos subiendo el puerto, nos dimos cuenta de que nos acercábamos cada vez más a ese lugar que parecía inaccesible, maravillándonos con las imágenes que nos iba regalando. A 733 metros de altitud llegamos a Trevejo. A su entrada está el cartel que nos recuerda que forma parte de la lista de “Pueblos más bonitos de España”, algo que bien merece esta villa con aspecto de aldea medieval, calles empedradas, casas de granito y tejados de teja árabe. Uno de esos lugares con encanto en los que el tiempo parece haberse detenido, y que transmiten calma y paz.
Qué suerte fue tener nuestro alojamiento en los Apartamentos A Fala de Trevejo, una vivienda con la arquitectura típica de la zona, y todas las comodidades actuales. Desde aquí salimos cada día a recorrer la Sierra de Gata, y volvíamos por la noche para disfrutar del ocaso. Y es que los atardeceres en Trevejo son de otro mundo, sobre todo si vas a la zona del Castillo. La imagen del sol cayendo sobre la cordillera es fascinante. Allí también tienes la Parroquia de San Juan Bautista, del siglo XVI, con su característica torre-espadaña, y las tumbas antropomórficas.
Enfrente de los apartamentos tienes el restaurante El Buen Avío, una taberna tradicional de ambiente acogedor. Me parece un lugar fabuloso para desayunar y cenar durante las noches de verano, con esa brisita tan agradable que se levanta por las noches en Trevejo. A veces organiza actividades, como visualización de estrellas y Vía Láctea aprovechando los buenos cielos nocturnos de esta zona de Extremadura.
2. Robledillo de Gata
Para mí, junto a Trevejo, es el pueblo más bonito de Sierra de Gata. Son varios los alicientes que lo vuelven único. Uno de ellos es la paz y autenticidad que se respira en el lugar, producto de tener sólo 100 habitantes, y de haber conservado su arquitectura tradicional tan llena de encanto. Pasear por las calles del centro histórico, entre casas de pizarra, madera y barro, es una verdadera delicia. Como también lo es su entorno natural. Mi paseo favorito es el que remonta el río Árrago, disfrutando de las balconadas típicas de Robledillo de Gata, y que finaliza en una pequeña cascada.
Fue declarado Conjunto Histórico, y también está en lista de “Pueblos más bonitos de España”. Tiene una Ermita del Humilladero y la bonita Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, con un gran pórtico de rueda y sacristía con artesonado mudéjar. Me resultó muy curioso visitar el Museo del Aceite Molino del Medio, una almazara de origen medieval donde puedes conocer el antiguo molino de aceite y todos los objetos antiguos relacionados con el aceite que forman parte del museo.
3. Piscina natural de Descargamaría
Lo de las piscinas naturales de Sierra de Gata es sorprendente, porque hay muchas por toda la comarca para ayudar a sobrellevar el calor veraniego, y prácticamente podríamos decir que cada pueblo tiene la suya propia. Ésta es una de las más especiales, de la que dicen que es la piscina con más arte de toda Extremadura, porque sus bancos están recubiertos de una cerámica esmaltada de colores que le dan un aire modernista. También tiene una pequeña cascada que da mucho encanto a la piscina. Es un fantástico plan de verano para las horas de más calor, ya que te permite descansar entre las sombras de sus árboles, y refrescarte.
4. Baños de la Cochina
Entre Villasbuenas de Gata y La Moheda aparece un lodazal de propiedades curativas al que rodea una leyenda. Cuentan en el lugar que hace mucho una cochina estaba enferma y no podía caminar, se bañó en estas aguas en varias ocasiones, y a los pocos días quedó totalmente curada y ya andaba normal. A partir de ese momento es lugar de visita de locales y turistas, que se rebozan en el lodo para curar dolores y enfermedades tales eczemas de piel, lumbagos, granos, mala curación de heridas, y hasta dolor de muelas.
Los baños son una fuente circular con varias escalinatas para ayudarte a descender hasta el agua. La verdad que da un poco de cosa porque tiene aspecto sucio, verdoso y lleno de lodo. Pero si te cura todo esto, ¿por qué no probar?
Por cierto, tienes muy cerca un lugar fabuloso para comer: el Restaurante Estilo de Villasbuenas de Gata, con buena comida, buenas carnes, y un menú del día a muy buen precio. Súper recomendable.
5. Gata
En todos los pueblos de Sierra de Gata encuentras gatos, pero en éste no sólo de los de verdad, sino pintados en las fachadas, y es que en casi todas sus calles encuentras murales o placas donde los gatos son protagonistas de infinidad de escenas, todas preciosas, y con un toque muy simpático. Es un homenaje a Louis Wain, un loco de los gatos del siglo XIX, pintor en la Inglaterra victoriana, que se hizo famoso por pintar gatos humanizados en escenas cotidianas de la vida. Podemos ver a los gatos bailando, de boda, columpiándose, tomando café, fumando, y de muchas otras maneras. Yo me traje fotos de 30 imágenes, y había bastantes más. Me encantaban todas.
La arquitectura de Gata es muy auténtica, y por ello ha sido declarada Conjunto Histórico. Tienes que visitar la Iglesia de San Pedro, la Fuente del Chorro, y su importante blasón, que guarda la curiosidad de que el águila mira hacia la izquierda. También me gustó mucho subir hasta las casas más altas de la villa, desde donde obtuvimos una panorámica maravillosa de Gata, recompensa al esfuerzo de la subida.
A menos de 6 kilómetros del casco urbano se encuentra la Piscina natural Puente de La Huerta, otra de las piscinas naturales en Sierra de Gata de visita obligada. El entorno es muy bonito, y tiene un puente histórico de piedra sobre el río San Blas, que es la estrella del lugar.
6. Valverde del Fresno
Éste es el pueblo más occidental de Sierra de Gata, situado a tan sólo 16 kilómetros de Portugal, y con un término municipal que hace frontera con el país luso. Está muy cerca del precioso pueblo de Monsanto, una de las aldeas históricas de Portugal, de la que la separan menos de 50 kilómetros.
Un buen punto de partida para conocer Valverde del Fresno es subir hasta el Mirador das Chupenas, desde donde tienes unas vistas increíbles del Valle de Jálama, con numerosos arroyos y gargantas que forman el río Erjas, afluente del Tajo. El valle tiene tres núcleos de población: San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno.
Algo muy curioso del Valle de Jálama es que estas tres poblaciones tienen un dialecto propio que se habla sólo en estas tres poblaciones: a fala. Lo tienen desde el siglo XIII, debido a la colonización de aquellos que vinieron del norte de la Península Ibérica, y es una lengua romance del subgrupo galaico-portugués. En a fala estas tres poblaciones se llaman Sa Martín de Trevellu, As Ellas y Valverdi du Fresnu.
En Valverde del Fresno puedes visitar la ermita del Cristo del Humilladero, del siglo XVI, con un pequeño retablo de estilo barroco y una talla gótica de Cristo Crucificado. También el Puente Arregañacus, con su bonito arco en granito, y la piscina natural U Petril.
En las afueras, a las faldas de la montaña, tienes la ermita del Espíritu Santo, bonito ejemplo de arquitectura eremita. Y en la carretera de Valverde a Hervás puedes visitar la Almazara As Pontis. Puedes conocer la almazara, visitar su museo, y finalizar con una cata de aceite. El aceite que elaboran es 100% cacereño con manzanilla de Sierra de Gata, y lo comercializan con la marca Vieiru, un AOVE con el que han ganado varios premios.
Comer en Valverde de Fresno es muy buena opción. El Restaurante A Velha Fabrica tiene 4 tenedores y está recomendado en la Guía Repsol, y lo mejor de todo, es una antigua almazara.
7. San Martín de Trevejo
Otro de los pueblos en el que he dicho que se habla a fala, y que también está en lista de “Pueblos más bonitos de España”. Lo primero que te recomiendo aquí es que dejes el coche a la entrada, sin llegar hasta el centro histórico, porque tiene calles estrechas y pequeños canales en muchas de ellas, y yo en alguna de ellas me agobié. Una vez dejé el coche, ya pude disfrutar del paseo a pie por sus preciosas y curiosas calles.
En la Plaza Mayor aparece el Ayuntamiento, con soportales, una fuente, y la torre campanario de San Martín de Trevejo. Cerca de ellos está el el Palacio de la Encomienda y la Iglesia de San Martín de Tours. Y algo más alejado, en las afueras del pueblo, tienes la Ermita de la Cruz Bendita y el Convento de San Miguel.
Después de la visita cenamos en la Pizzería Os Capirotis, de la que nos habían contado que allí hacían las mejores pizzas de Sierra de Gata. No sé si será la mejor, pero desde luego la que comimos estaba perfecta y deliciosa.
8. Moraleja
A orillas del río Árrago aparece Moraleja, puerta de entrada y localidad más grande de la Sierra de Gata. Me encantó su piscina natural la Alameda, junto al centro urbano, que al estar dentro del Parque Fluvial Feliciano Vegas, tiene un espacio amplísimo con césped y la sombra de los árboles. En este sentido me pareció la mejor piscina natural de Sierra de Gata, y es que me resultó muy agradable pasear por ella. Es un auténtico oasis en la ciudad, y desde ella se tienen vistas a la Casa de la Encomienda, al Rollo Picota, y a la estrella del lugar, que es el puente antiguo de catorce arcos.
En el centro de Moraleja puedes visitar la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Piedad y la Ermita de las Angustias. Y en las afueras la Ermita de la Virgen de la Vega, una ermita católica del siglo XVII, reconstruida en el siglo XX con un estilo moderno y completamente diferente a la construcción original.
Muy cerca de ella se encuentra el Paraje Natural El Chorrerón, con una preciosa cascada, y un lugar maravilloso para ver el atardecer. Fue declarado primer paraje Starlight de Extremadura, lo que significa que es perfecto para observación de estrellas.
9. Torre Don Miguel
Qué lugar tan agradable es Torre Don Miguel, con arquitectura popular bien conservada, y donde se mezclan varias culturas: cristiana, árabe, judía. Me gustó especialmente su barrio judío, un laberinto de callejuelas con subidas y bajadas, pasadizos, túneles, escalones, flores. Me resultó muy curioso ver sus balcones convertidos en baños, las pinturas que adornan algunas de las bajantes de sus baños, y los bonitos rincones de lectura.
En su Plaza Mayor destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un majestuoso templo gótico construido en dos etapas, entre los siglos XV y XVI, donde merece la pena ver la preciosa portada gótica lateral, la pila bautismal y el púlpito. En las afueras del pueblo se encuentra el rollo jurisdiccional.
10. Parque Arqueológico Pradocastaño
Y para finalizar con las sorpresas que guarda la Sierra de Gata, también puedes visitar la necrópolis de Hernán-Pérez, un yacimiento arqueológico que abarca una amplia cronología, desde el Neolítico hasta la época romana. Se encuentra en la Dehesa Boyal, y aunque aún se están realizando excavaciones, se cree que hay hasta doce estructuras megalíticas. Ya se han realizado excavaciones en el Dolmen de la Majadilla, el Dolmen del Matón y el Dolmen de Pradocastaño. Yo visité estos dos últimos.
El Dolmen del Matón parece pertenecer a la edad del Bronce I, sobre el 3000 a. C. Es un dolmen con corredor y cámara ovalada con nicho frontal, recubierta con un túmulo de piedras y tierra.
El Dolmen de Pradocastaño pertenece a los años 3.000-2.500 a.C. Es un dolmen de corredor largo y falsa cúpula o cúpula por aproximación de hiladas de piedra, y se sabe que ha sido lugar recurrente en la prehistoria e historia.