De Kirkjubæjarklaustur a Skaftafell
En nuestra ruta inicial habíamos planificado para el día de hoy ir directamente al parque nacional de Skaftafell para hacer una ruta con crampones por el glaciar. El mal tiempo nos había hecho dudar, y anoche estuvimos debatiendo si hacer o no hacer esa excursión y finalmente decidimos que no. Así que por un lado excursión con crampones pendiente para otro año, pero por otro lado nos dio la posibilidad de disfrutar del paisaje, y al final lo agradecimos porque haber pasado por toda esta zona sin poder parar hubiera sido una auténtica pena.
El camino de Kirkjubæjarklaustur a Skaftafell nos llevó durante una hora por unos paisajes increíbles y variados dominados por montañas, cascadas, llanuras y siempre el dominio del color verde. Nada más abandonar Kirkjubæjarklaustur, montañas con unos cortes espectaculares cubiertas por nubes bajas en su parte superior.
Montañas cubiertas de nubes a la salida de Kirkjubæjarklaustur
Algunas rocas adoptaban formas caprichosas y entre ellas caían cascadas.
Rocas con formas increíbles y cascadas entre ellas
También vimos muchas ovejas en todo este camino, y curiosamente siempre iban en grupos de tres, ¿por qué sería?
Y lo que más encontramos y nos maravilló durante todo este camino fue la sucesión de cascadas. ¿Cuántas vimos? Imposible de contar. Al principio fuimos parando en todas, maravillados, y esto ocurría cada 2 ó 5 minutos. Así que al final sólo fuimos parando en la más espectaculares, porque había decenas y me atrevería a decir incluso cientos de ellas.
En esta cascada paramos a comer. Llovía un poco así que foto rápida y comiendo dentro del coche.
Cascada en la que paramos a comer
También encontramos algunos ríos con unos pequeños y bonitos saltos.
Tras las montañas con sus numerosas cascadas, llegó una llanura extensa de lava.
La lava normalmente se veía verde porque estaba cubierta de musgo, aunque había zonas en que estaba más amarillento porque el musgo parecía estar más seco. Encontramos incluso alguna tonalidad marrón-anaranjada.
Campo con tonos marrones-anaranjados
Tras los campos de lava, la última montaña antes del parque nacional de Skaftafell se veía impresionante porque parecía tener una boina de nubes por encima.
La carretera atravesaba un río embarrado que arrastraba sedimentos de arena negra, y se veía la arena negra amontonada.
Río con sedimentos de arena negra
Tras cruzar este río, ya por fin comenzamos a ver a lo lejos los glaciares, y en una media hora llegamos al parque nacional de Skaftafell.