Balneario de La Hermida, tarde de relax en Cantabria
En nuestro viaje a Cantabria disfrutamos de paseos junto al mar, rutas de senderismo y de pueblos con mucho encanto. Y entre todos estos rincones también tuvimos tiempo para relajarnos y descansar, como la tarde que pasamos en el Balneario de La Hermida, un paraíso escondido en un entorno idílico en el que disfrutamos de un baño termal en medio de la naturaleza.
Algunos datos del Balneario de La Hermida
Historia del Balneario de La Hermida
Me sorprendió conocer que el Balneario de La Hermida es un balneario histórico que ya se utilizaba con fines terapéuticos a mediados del siglo XVIII. En aquella época el manantial estaba al descubierto y los enfermos se bañaban en una pequeña cueva contigua al manantial. Utilizaban un baño de madera hecho con el tronco de un árbol.
Como la afluencia de enfermos al Balneario de La Hermida era cada vez mayor y los accesos hasta allí muy complicados, se mejoraron las comunicaciones para permitir llegar hasta el balneario a los enfermos de otras regiones, principalmente Castilla y León y Asturias. Al llegar más enfermos, a mediados del siglo XIX se edificó la primera casa de baños que funcionó de baños y hospedería. Hoy día se pueden contemplar las ruinas de esta casa de baños original junto al río Deva, enfrente del balneario.
Antigua casa de baños de La Hermida
A finales del siglo XIX se inauguró una nueva galería de baños, una nueva hospedería mucho más grande, un parque, una ermita y un edificio para tomar el agua en bebida y embotellada. Ya en el siglo XX, en 1934, comenzó la construcción de una nueva galería que iba a inaugurarse en 1936 y nunca fue inaugurada por el inicio de la Guerra Civil. No sólo eso, sino que el complejo quedó abandonado hasta comienzos del siglo XXI, cuando cambió de propietarios y fue rehabilitado completamente hasta mostrar su esplendor actual.
Salón del Balneario de La Hermida
El nombre de la Hermida
Curioso es conocer de dónde viene el nombre de La Hermida. Parece que se debe a una mutación de un antiguo nombre que hacía referencia a la existencia de manantiales de agua muy caliente en ese lugar. Primero se llamó «Hervida» en referencia al agua medicinal que siempre brotó a 60 grados centígrados. Y de aquí derivó en «Hermida», dando nombre al balneario, a la localidad y al desfiladero en el que se ubican.
Localización y cómo llegar al Hotel Balneario de La Hermida
Para llegar hasta el Balneario de la Hermida tienes que viajar a Cantabria y a la localidad de Unquera, que es la puerta de entrada al desfiladero de la Hermida. Desde Unquera son aproximadamente 24 kilómetros hasta el balneario y es muy fácil de localizar, puesto que pasada la localidad de La Hermida lo encontramos a la izquierda de la carretera N-621 que atraviesa el desfiladero. El acceso al balneario y al aparcamiento se realiza por un puente sobre el río Deva.
Localización – Dónde está el Balneario de La Hermida
Aparcamiento en el Balneario de La Hermida
En el recinto del Balneario de La Hermida hay aparcamiento gratuito al aire libre exclusivo para clientes.
Mi experiencia en el Balneario de La Hermida
El entorno del Balneario de La Hermida
El balneario está ubicado en un entorno envidiable, entre las paredes del desfiladero de la Hermida, junto al río Deva.
Nada más bajar del coche sentimos en el ambiente mucha tranquilidad y decidimos dar un paseo por los alrededores. Paseamos junto al río, y además de la antigua casa de baños y de la ermita, encontramos unas personas que se estaban bañando bajo el puente de acceso. Exactamente en ese lugar hay unas pequeñas pozas termales naturales que parece ser son muy populares en el lugar. Las pozas están delimitadas con piedras para evitar que el agua caliente se mezcle con el agua fría del río Deva.
El edificio del balneario
El complejo se llama en realidad Hotel Balneario de La Hermida y alberga un hotel cuatro estrellas con 57 habitaciones, restaurante y balneario. Al entrar al edificio encuentras un hall espacioso y agradable desde el que puedes acceder al resto de estancias. Por un lado tienes varios salones, cada uno con una decoración diferente.
Y un amplio restaurante con una puerta corredera japonesa que dibuja un corazón.
Restaurante del Balneario de La Hermida
Algo que me encantó fue saber que durante la rehabilitación se intentó mantener la esencia original del balneario, e incluso en algunas zonas aún permanecen estructuras de las construcciones originales, como este muro que aún resiste entre las paredes modernas del balneario.
También la puerta de entrada es la original restaurada.
Los tratamientos del balneario
Las aguas del Balneario de La Hermida manan de tres manantiales con aguas a 60 grados y altas propiedades minero medicinales hasta el punto de estar consideradas entre las mejores aguas de Europa. Me sorprendió la cantidad de patologías que se tratan con sus aguas y también el gran número de tratamientos, desde masajes hasta duchas de masaje Vichy y baños de crenoterapia y cromoterapia. Algunas de las habitaciones de tratamientos tienen la propia roca como pared.
Aunque la zona que me pareció más espectacular de todo el balneario es el Paraíso de Hera, un lugar creado para disfrutar de los cinco sentidos y que además se puede realizar en pareja.
Lo que más me gustó de este lugar fue el ambiente tan íntimo que se siente dentro, con una luz tenue y las luces de la piscina que iban cambiando del rojo al verde, azul y amarillo. Es un lugar del que deleitarse durante horas.
Paraíso de Hera con piscina verde
Paraíso de Hera con piscina azul
Si quieres información de los tratamientos o cualquier otro dato del balneario, lo mejor es que consultes su página web: Hotel-Balneario La Hermida
Circuito termo lúdico
Tras la visita a todos los rincones del balneario, hicimos su circuito termo lúdico. Consiste en un recorrido de 80 minutos alrededor de la piscina termal disfrutando de las diferentes experiencias que sueles encontrar en un spa: pediluvio, camas de hidromasaje, masajes cervicales, volcán de burbujas, sauna Finlandesa, etc.
Hay dos zonas que lo diferencian de un spa normal. Por un lado el vaporario del manantial en el que puedes respirar el vapor original del balneario. También puedes subir un cubo con el agua que brota directamente del manantial para tocarla con los dedos y comprobar lo caliente que está. Por cierto si vas, que no se te ocurra tirarte el cubo por encima, porque te quemarás.
Desde este mismo lugar también se ve la unión de la piscina termal con la zona de baño exterior a la que puedes salir desde el agua y comprobar cómo fluye el agua termal.
Cuando terminamos el circuito termo lúdico del Balneario de La Hermida ya era de noche y sólo aprovechamos para visitar su capilla. Tuvimos suerte porque justo la misa acababa de finalizar. Como se puede ver es pequeña, modesta, pero tiene su encanto.
Interior de la Capilla de la Hermida
Abandonamos el balneario y nos sentíamos demasiado relajados. Nos dejó muy muy zen y fuimos directos a cenar y dormir. Eso sí, con muchísimas ganas de repetir esta tarde de relax en Cantabria.
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