Hraunfossar en Islandia, la cascada que no nace de un río
Cuando llegamos a Hraunfossar ya teníamos un extenso curriculum en cascadas de Islandia: la que se puede visitar por detrás, las que son hermanas, la cascada negra, la tercera más alta de Islandia, la más caudalosa de Europa, la de los dioses… y así hasta al menos 11 cascadas importantes llevábamos hasta el momento, y eso sin contar con las innumerables cascadas que encuentras en cada rincón de cualquier montaña islandesa. Hoy era el turno de Hraunfossar.
Hraunfossar en Islandia, la cascada que no nace de un río
Hraunfossar no es ni muy caudalosa, ni especialmente alta, pero sí es realmente preciosa la forma que dibuja el agua al caer y además tiene la singular característica de ser una cascada que no nace de un río. No sé vosotros, pero al menos para mí es la única cascada que conozco de este estilo. Me resultó realmente fascinante.
Es algo bastante inusual porque nace directamente del campo de lava Hallmundarhraun. El agua que queda atrapado entre las rocas de lava, crea una serie de riachuelos que forman cascadas finas que fluyen por muchos puntos y caen de forma maravillosa al río Hvitá. De ahí su nombre, en español sería «cascada de lava», de la combinación de palabras «hraun» que significa lava en islandés y «foss» que significa cascada. Ésta última ya la conocemos como terminación de todas las cascadas de Islandia.
Riachuelos que caen de cascada Hraunfossar
Estas múltiples cascaditas se extienden a lo largo de 900 metros que puedes ver fácilmente desde el sendero habilitado en la orilla de enfrente. El primer tramo es el más espectacular, tanto por la forma que dibujan como por los hilos de agua, que sin llegar a ser muy altos, tienen una altura aceptable. Las últimas cascaditas son minúsculos y estrechísimos saltos de agua.
Hilos estrechos y bajos que caen de cascada Hraunfossar
A pesar de la lluvia que empezó a caer cuando disfrutábamos de la cascada de lava, continuamos caminando hacia los rápidos de Barnafoss. Cuando ya pensábamos que la cascada de lava había desaparecido, echamos la vista atrás y tuvimos una sorprendente panorámica, perfecta guinda para finalizar nuestra visita por Hraunfossar.
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