Cascada Hengifoss en Islandia
La cascada Hengifoss con una caída de 118 metros es la tercera cascada más alta de Islandia, lo que la convierte en una de las atracciones estrella si no la que más del este de Islandia. Está rodeada de estratos de basalto con finas capas rojas de barro entre las capas basálticas.
Se sitúa muy cerca del sur del lago Lagarfljót. La primera parte del trayecto para llegar a la cascada Hengifoss es el mismo que para llegar a la cascada Litlanesfoss. Si recordais la puerta de entrada que estaba cerrada en Litlanesfoss, en el caso de Hengifoss llegamos a encontrarnos 3 puertas cerradas con un alambre que tuvimos que levantar para abrir la puerta y volver a cerrar. Todos los senderistas que hacían el recorrido hacían lo mismo que nosotros.
En el ascenso nos encontramos con formaciones de rocas como las que se ven en esta foto por las que circulaba el río Hengifossá, que es el río que forma la cascada Hengifoss y algunos metros más abajo también forma la cascada Litlanesfoss. Llevábamos algún rato de subida y aún nos quedaba la parte más dura del ascenso hasta la cascada Hengifoss que aparecía al fondo en la parte más alta. Intentamos automotivarnos diciendo que en 10 minutos estaríamos. La verdad que nos resultó muy duro porque eran ya las 10 de la noche y llevábamos un día intensísimo conociendo el este de Islandia desde que salimos de Höfn.
En la subida además nos juntamos a un pequeño grupo que también se dirigía a la cascada. Además de lo duro de la subida, también teníamos que tener cuidado de no acercarnos demasiado al borde del precipicio porque tenía barro y podía resultar resbaladizo y provocar un accidente fatal. Tardamos en total 1 hora de subida hasta aquí donde ya conseguimos ver la cascada.
El último tramo para llegar a pies de la cascada se realizaba ya en llano bordeando el río. En épocas de crecida alta del río no se puede llegar tan cerca. Nosotros no obstante estábamos tan sumamente agotados que nos quedamos a esta distancia. Para completar las «buenas» condiciones, además había viento fuerte y había comenzado a llover. La verdad que hacía un frío increíble y ya apetecía volver a «casa», a nuestra cabaña. Así que sacamos el trípode e hicimos algunas fotos, observando la maravillosa cascada y los curiosos cortes rojizos en la roca, y después reemprendimos el viaje de descenso.
Azucena, está en el Este de Islandia, cerca de Egilsstadir y es la tercera más alta de Islandia
¿La vimos?