Museo de la Evolución Humana de Burgos

Son muchos los lugares con los que me quedaría de Burgos, pero empiezo por este Museo de la Evolución Humana porque me parece un diferencial respecto a otras ciudades. Y es que no muchas pueden presumir de alojar restos humanos tan antiguos, como son los que se encontraron en el Yacimiento de Atapuerca, y que hoy se exponen en este museo. A ver si te sorprendes tanto como yo.

Datos prácticos del Museo de la Evolución Humana

Dónde está el Museo de la Evolución Humana

El museo se localiza en el Paseo Sierra de Atapuerca, y se puede ir andando desde el centro de Burgos. Se tardan apenas diez minutos a pie, en un paseo muy agradable que bordea el río Arlanzón.

Localización del Museo de la Evolución Humana

Horario

El horario general del museo es:

• Martes a viernes: de 10:00 a 14:30 y de 16:30 a 20:00
• Sábados: de 10:00 a 20:00
• Domingos: de 10:00 a 15:00

Ten cuidado con los días festivos, ya que podría variar el horario. Lo ideal es que consultes la web oficial antes de ir.

Tarifas

El precio de la entrada general del museo son 6 euros, y 4 para los que pueden acogerse a la entrada reducida.
El 12 de octubre y el 6 de diciembre la apertura es gratuita.

Duración de la visita

Ésta es una pregunta muy difícil de responder, porque depende de lo que te guste y de las ganas que tengas de profundizar. Nosotros dedicamos dos horas, viendo todo lo importante.

Qué ver en el Museo de la Evolución Humana

Recreación de la Sierra de Atapuerca

El edificio del Museo de la Evolución Humana es bastante moderno, amplio y luminoso, obra de Juan Navarro Baldeweg. Al entrar al hall sorprende encontrarte con cuatro estructuras que en realidad recrean la escenografía de la sierra de Atapuerca, sus sensaciones y ecosistema forestal. La mejor forma de verlo es desde lo alto de la última planta, y así puedes ver mejor las diferencias en el aspecto de la sierra.

Las cuatro épocas que se representan corresponden a hace 850 mil años, 650 mil años, 350 mil años y 50 mil años. Dentro de dos de estas estructuras se puede ver una exposición de restos encontrados en el Yacimiento de Atapuerca.

Podemos ver una reproducción de estos yacimientos de Atapuerca: Sima de los Huesos, Gran Dolina y Sima del Elefante.

Piezas más importantes encontradas en Atapuerca

En el interior de una de esas estructuras se exponen las grandes joyas del Museo de la Evolución Humana, que son los fósiles originales que se encontraron en la Sierra de Atapuerca. Éstos son algunos de ellos, de hace 500.000 años, y hallados en la Sima de los Huesos.

Cráneo Miguelón

La auténtica joya de Atapuerca es este cráneo y mandíbula de un homo heidelbergensis. Es el cráneo más completo de todo el registro fósil mundial, y el quinto que se descubrió en la sima. Aunque no se sabe si pertenece a un hombre o a una mujer, se le dio el nombre de Miguelón en honor al ciclista Miguel Indurain, ya que fue descubierto en el verano de 1992, cuando él ganó el Giro de Italia y el Tour de Francia.

Tiene un impacto en el parietal izquierdo, y en el maxilar izquierdo han encontrado signos de una infección crónica, además de infección de varios dientes fracturados. Se cree que estas infecciones fueron la causa de su muerte.

Pelvis Elvis

Es la pelvis humana mejor conservada de todo el registro fósil, sobre todo desde que se le añadieron cuatro vértebras lumbares. Recibió el nombre de Elvis en honor a Elvis Presley. Se cree que perteneció a un homínido macho que tendría unos 45 años a su muerte. Y por tres fémures que se han encontrado también en la sima y que podrían estar relacionados con esta cadera, se cree que tendría una altura de unos 170 centímetros, y unos 91 kilos de peso.

Estudiando esta cadera se han encontrado varias patologías, y se ha identificado que tendría problemas para moverse, fuertes dolores en la espalda, y varias inflamaciones.

Cráneo y mandíbula de oso Isidro

Es un cráneo prácticamente completo, y mandíbula, que pertenece a un oso de hace 430.000 años, que fue antepasado del oso pardo. El nombre de Isidro es en honor al patrón de mi ciudad, ya que fue encontrado por un equipo de Madrid.

Bifaz de cuarcita Excalibur

El bifaz fue uno de los primeros instrumentos de piedra que fue elaborado por el hombre. Esta arma prehistórica también se llama hacha de mano, y servía para cortar, raspar y perforar otros materiales. Está realizado en cuarzo rosa, y lo sorprendente es que está sin utilizar, por lo que se cree que podía representar una ofrenda, y se le considera parte del primer ajuar funerario de la historia.

Pies

También se pueden ver dos pies. El más importante es el pie Vicente del Bosque, que consta de todos los huesos del tobillo, del talón y del empeine. Se cree que pertenecería a un individuo 173 centímetros y peso de cerca de 90 kilos. No lo pudimos conocer en nuestra visita al Museo de la Evolución Humana porque no estaba en el museo en aquel momento.

Sí vimos el Pie Prometeo, formado por tibia y peroné del pie izquierdo, y tibia del pie derecho. El nombre es en honor a la novela «Frankenstein o el moderno Prometeo» de Mary Shelley.

Recreación escultórica de animales

En los pasillos del Museo de la Evolución Humana te encontrarás con dos esculturas sorprendentes de dos animales que habitaron en la Prehistoria, obra de Sonia Cabello. El primero es un oso que representa a Isidro, con piel y músculos. Es un ejemplar de casi dos metros de altura, que está erguido sobre sus patas traseras. Simplemente espectacular.

La segunda es una reproducción a escala natural de un tigre dientes de sable, animal que reinó en Atapuerca y convivió con el Homo antecessor hace 800.000 años. También convivió un tiempo con los leones, que llegaron mucho más tarde, hasta que el tigre dientes de sable desapareció hace 400.000 años. Sobrevivió en América hasta la última glaciación. Sus restos aparecieron en los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril.

El nombre científico es en realidad homotherium latidens. El nombre de dientes de sable le viene porque fue un gran félido con unos caninos superiores planos, aserrados y curvados hacia atrás que sobresalían en la boca cerrada. ¡Qué impresionante y qué precioso! Y qué pena que hayan desaparecido.

Reproducciones de nuestros antepasados

La planta 0 está dedicada a la historia de la evolución humana, y allí puedes encontrar una sorprendente exposición de diez esculturas hiperrealistas que representan los antepasados del ser humano, obra de la escultora francesa Elisabeth Daynès. Te ayudarán a conocer el origen y la evolución del ser humano. Corresponden a:

• Australopithecus afarensis
• Australopithecus africanus
• Paranthropus boisei
• Homo habilis
• Homo georgicus
• Homo ergaster
• Homo antecessor
• Homo heidelbergensis
• Homo neanderthalensis
• Homo rhodesiensis

Te dejo algunas fotos de los que más me impresionaron.

El Homo habilis.

El Homo heidelbergensis, como era Miguelón.

Y el Homo neanderthalensis, el más cercano al ser humano actual.

Teoría de la evolución de Charles Darwin

También tienes una reproducción de uno de los buques más famosos de la historia, la popa del HMS Beagle, el barco en el que Charles Darwin realizó una expedición de cinco años visitando varios países, aunque siempre lo recordaremos por su visita a las Islas Galápagos. Su legado es la obra «El origen de las especies«, de 1859, en el que planteó la idea de la evolución biológica a través de la selección natural, una teoría que ha llegado hasta nuestros días.

Puedes entrar en el barco, y lo curioso es que da una sensación de movimiento, tanto, que de verdad a mí me mareaba, y estaba deseando salir. Fue curioso.

Recreación de un cerebro

También me pareció muy curiosa esta recreación de un cerebro humano.

Por fuera puedes ver los cables, y al acceder al interior puedes sentir cómo funciona nuestro cerebro. Parece como si dieran «fogonazos». Te dejo un pequeño video del interior: el cerebro por dentro.

Vistas de la Catedral de Burgos

Por último, una vez que hayas salido del Museo de la Evolución Humana, disfruta de esta bonita vista del peregrino vegetal gigante de Burgos, con la orilla del río Arlanzón y la Catedral al fondo.