Tenerife día 1: Valle de la Orotava, Mirador de Humboldt, Mirador de Mataznos
Viaje de Madrid a Tenerife
Hoy comenzaba nuestra escapada de 6 días a Tenerife con un vuelo a las 7 de la mañana, así que pasadas las 4 ya estábamos en pie. Llevábamos varios días con lluvias intermitentes en Madrid. Hoy no iba a ser menos, y al salir de casa nos encontramos una lluvia bastante fuerte. Menos mal que nos esperaba un taxi para llevarnos a la terminal 2 de barajas, donde seguramente fuimos de los primeros en facturar la maleta. Éste era el itinerario de nuestro vuelo:
- Vuelo Air Europa UX9059, fecha 20.04.2016, salida 07:05 Madrid (MAD), llegada 08:55 Santa Cruz de Tenerife (TFN)
El vuelo fue magnífico y la mayoría de los pasajeros decidieron pasarlo durmiendo; otros como yo, sólo intentándolo; y los que menos hablando. A mitad del vuelo tuvimos algunas turbulencias, de ésas que como no asustan demasiado resultan hasta divertidas. Y lo mejor del vuelo llegó cuando faltaban unos veinte minutos para aterrizar. De manera inesperada apareció por la ventanilla derecha del avión una montaña enorme que sin duda tenía que ser el pico Teide.
Echando la vista abajo, unos acantilados espectaculares de tonalidad marrón y sin nada de vegetación. Me sorprendió que el terreno de tierra fuera estrecho, y después recordé la forma de Tenerife y me di cuenta de que estábamos entrando por su nordeste. Más adelante las montañas ya estaban cubiertas de vegetación y comenzamos a ver los tejados de Santa Cruz de Tenerife primero, y ya prácticamente aterrizando, de San Cristóbal de la Laguna.
Acantilados y pico Teide desde el avión
El aeropuerto es pequeño, parecía que estaba todo a mano, y desde la cinta de recogida de equipajes ya veías las oficinas de compañía de coches. Pero primero teníamos que recoger la maleta, que tardó muchísimo en salir, casi fue la última. Y mientras esperábamos nos llamó la atención una vitrina que exponía una muestra de rocas volcánicas que habían sido encontradas en equipajes de mano, algunas de un tamaño considerable. Aquí te das cuenta de que la gente está fatal, y tiene muy poquito respeto por la naturaleza. Espero que viendo esta muestra, se lo piensen dos veces.
Rocas volcánicas encontradas en equipaje de mano
Con maleta en mano, pasamos por la oficina de turismo donde nos atendió un chico verdaderamente amable, y además como no había nadie más esperando, nos pudo dedicar mucho tiempo. Y ahora tocaba recoger el coche. Habíamos alquilado un coche de Goldcar que estaba realmente barato, a sólo 22 euros, aunque luego nos cobraron un suplemento de 20 euros que no estaba indicado en la reserva en concepto de gastos de administración relacionados con el combustible. No lo entendimos mucho, y no nos gusta que se inventen conceptos, pero al menos aún con ese bonus, el precio continuaba siendo muy aceptable para 5 días.
Vamos directos al hotel y pasamos parte del camino maravillados con la vista del Teide al fondo de la carretera. Como es muy temprano, apenas 10 y media, tenemos que dejar el equipaje en el maletero del hotel porque nuestra habitación aún no estaba arreglada. Mientras, aprovechamos para ir a dar un paseo con el coche. ¿Rumbo? No lo tenemos muy claro, pero como estamos en Santa Úrsula, Tenerife Norte, decidimos buscar algo por el valle de la Orotava.
Valle de la Orotava
Salimos de Santa Úrsula con dirección al oeste, y el camino nos maravilla, con la montaña muy verde que en un primer momento me recuerda algo a Islas Azores, pero conforme pasan los kilómetros encontramos grandes diferencias, como la vegetación, y además las laderas tinerfeñas están pobladas de multitud de casas de colores, algunas de ellas desperdigadas.
Mirador de Humboldt
Íbamos buscando dos miradores que nos habían comentado en la oficina de turismo, pero antes vemos que anuncian el mirador de Humboldt y nos desviamos hacia él. Nos ofrece una panorámica estupenda de la costa donde destaca Puerto de la Cruz. En la falda de la montaña nos llama la atención unas terrazas de cultivos que después vimos repetidos por toda la isla. Creemos que son viñas.
Panorámica desde mirador de Humboldt
Mirador de Mataznos
Continuamos por la misma carretera pensando que nos llevaría a los dos miradores buscados, y nos terminamos perdiendo y recorriendo las calles de la Orotava. Pasamos por su centro histórico, muy bonito, y con algunas calles de casas de colores muy llamativas. Lo peor son algunas calles que tomamos empinadísimas. En una de estas calles vemos que anuncian el Parque Nacional del Teide, y decidimos seguir esta indicación por un camino en continua subida que nos lleva hasta el mirador de Mataznos.
Este mirador ofrece unas vistas muy bonitas de la costa, pero no se veía nada del Teide porque durante los últimos minutos se había cubierto la cumbre de una nube enorme. Así que decidimos no continuar subiendo al mirador Piedra de la Rosa, pensando en visitarlo otro día, y ponemos rumbo al hotel.
Panorámica desde mirador de Mataznos
Hotel
El hotel parece un resort caribeño y nuestra habitación da la sensación de estar en una calle de chalets adosados. Pasamos la tarde en el hotel, aprovechando el buffet y el spa, y terminamos la noche tomando unos cocktails junto a la piscina donde ya hace algo de fresco por la brisa del mar. Nos vamos temprano a la habitación, donde están echando el último capítulo de la serie «El príncipe», que por cierto vaya tragedia. Cerca de la medianoche, y agotados sobretodo por el madrugón, ya nos vamos a dormir, soñando con el Teide al que nos acercaríamos al día siguiente.