Suoi Voi, fuentes termales de Vietnam con forma de elefante
Hoy me apetece recordar una visita algo curiosa, y me atrevería a decir incluso extraña, que realizamos en la parte central de Vietnam. Buscando info del país por internet, descubrimos unas fuentes termales que decían tener forma de elefante. Como pillaban más o menos en el camino de Hoi An a Hué, decidimos añadirlo al plan de viaje.
Suoi Voi, fuentes termales de Vietnam con forma de elefante
Información práctica de Suoi Voi
Qué es Suoi Voi
Se dice que Suoi Voi son las fuentes termales del elefante, un oasis repleto de piscinas naturales de aguas cristalinas y pequeñas cascadas dentro de la selva del Parque Nacional Bach Ma. Una de estas piscinas ocupa 30 metros cuadrados y es famosa por tener una roca con forma de elefante.
Cómo llegar a Suoi Voi
El llegar hasta allí ya es en sí mismo toda una experiencia, y no porque esté lejano, ya que se encuentra a apenas 22 kilómetros al norte del paso montañoso Hai Van Pass y a 15 de la playa Lang Co beach. Pero sí el último tramo es algo peculiar.
Localización de Suoi Voi
Pocos minutos después de haber pasado la playa Lang Co beach, aparece el desvío hacia las aguas del elefante Suoi Vuoi. Desde aquí se anuncian a 3 kilómetros. Al comienzo hay una iglesia y un cementerio llamativo, como casi todos los que vimos por Vietnam, de tumbas enormes, coloridas y monumentales. Y enseguida comienza un estrecho camino de tierra rodeados de espesa vegetación, por el que nuestro chófer vietnamita condujo sin dudar. En un momento dado nosotros pensamos que dónde nos estábamos metiendo, y comprendimos por qué no forma parte de los recorridos turísticos habituales. Al final del camino encontramos una especie de chalet de estilo asiático muy vistoso, con puertas orientales y budas. Pasada esta casa, ya llegamos a Suoi Voi.
Precio de las entradas a Suoi Voi
No tuvimos que bajarnos del coche para pagar las entradas, ya que salió a nuestro encuentro un hombre que nos entregó los tickets a cambio del dinero, y ya nos dejó pasar hasta el aparcamiento. Pagamos por el coche y dos personas. En total pagamos 29 mil dólares vietnamitas, que equivalen a 1,20 euros. Como puedes ver, al cambio se queda muy barato.
Nuestra visita a Suoi Voi
Desde que llegamos a Suoi Voi fue todo bastante singular. Encontramos un lugar muy solitario, varios caminos y ninguna indicación por ningún lado. Preguntamos al chófer, y como sólo chapurreaba inglés, terminó indicándonos con las manos que tomáramos un camino ascendente. Así que eso hicimos.
Camino 1: por la parte alta del valle
Al comienzo del camino unas mujeres vietnamitas estaban cocinando, no sabemos muy bién qué, ni si era para consumo propio o estaban vendiendo la comida. La realidad es que a nosotros sólo nos miraron porque parecíamos despertar su curiosidad, pero no intentaron vendernos nada.
Tras estos puestos, comenzamos lo que parecía una ruta de senderismo. El camino iba en ascenso, era estrecho y con aspecto muy selvático.
Y enseguida este camino abrió a una amplia extensión que nos permitió disfrutar de unas vistas espectaculares del valle, a pesar de la neblina que cubría las cumbres más altas (media hora antes incluso estaba lloviendo). Nos dimos cuenta de la inmensidad de este parque nacional Bach Ma, y eso que sólo alcanzábamos a ver una pequeñísima parte.
Continuando el camino, rápidamente comenzamos a ver en el fondo del valle el curso de un río, y lo que parecían zonas de descanso techadas, así que imaginamos que la fuente del elefante estaría cerca.
Llegados a un punto un hombre a lo lejos empezó a hacernos señas con los brazos y hacía el gesto de nadar. Entendimos que era el lugar que buscábamos, y cuanto encontramos una zona que nos permitió bajar, descendimos por ella hasta donde se encontraba aquel hombre. No vimos rastro de la fuente del elefante, y lo que sí hallamos fue un puesto de venta de comida y bebida, y acceso al río donde te podías bañar. Como estábamos completamente solos con el hombre, nos convertimos en su centro de atención, y el rato que pasamos contemplando el río, él no paró de ofrecernos cosas, y nosotros nos sentimos algo incómodos. Como no entendíamos bien ni lo que decía, ni lo que ofrecía, y tampoco lo que ofrecía nos resultaba apetecible, decidimos regresar al camino y buscar otro rincón.
En el siguiente nos encontramos más o menos la misma situación. La verdad que estábamos algo desconcertados por el hecho de que no hubiese nadie salvo el «tendero». En este lugar además había un camino de maderas sobre el río, que intentamos cruzar pero no era nada estable, y dudábamos si seríamos capaces de cruzar sin mojarnos. Cierto es que llevábamos bañador, pero justo este punto exactamente no nos atraía como para pegarnos un baño.
Caminamos un poco más por el borde del río, y al final desistimos y emprendimos camino de vuelta hasta el aparcamiento. No llegamos a encontrar una roca que fuese un elefante, pero sí es verdad que había muchas rocas gigantes que con un poco de imaginación sí podíamos pensar que fuesen elefantes.
El río de Suoi Voi y sus rocas
Y aunque no habíamos encontrado la famosa fuente termal del elefante, el paseo había merecido la pena, además de haberme traído recuerdos de mis domingos de niña en la Pedriza.
Camino 2: bordeando el río de Suoi Voi
Antes de abandonar Suoi Voi decidimos tomar otro camino desde el parking, y en apenas tres minutos llegamos a un área de baño muy bonito y tranquilo. El agua estaba muy cristalina, templada y perfecta para un chapuzón. Además aquí no había tenderos. Y aunque no nos bañamos, sí nos sentamos a disfrutar del agua corriendo, y de la paz que transmitía todo el lugar.
Lo que no vimos en un primer vistazo, apareció ante nuestros ojos minutos después, cuando nos dimos cuenta de que estábamos rodeados de rocas con animales tallados. En uno de ellos diferenciábamos claramente un elefante junto a lo que parecían jirafas, y nos quedamos por un lado contentos de que por fin lo habíamos encontrado, y por otro algo decepcionados ya que no entendíamos lo de «fuente termal del elefante».
Animales tallados en las rocas
Videos de Suoi Voi
Cuando llegamos al hotel buscamos algunas fotos y videos, y comprobamos que lo que habíamos visto no era en realidad la roca con forma de elefante. Te dejo algunos videos por si piensas ir, que no falles como nosotros, y continúes nuestro segundo camino algunos minutos más, ya que a 500 metros aproximadamente deberías encontrar este chorro del elefante en el que los vietnamitas parecen pasarlo tan bien.
Confío en que te haya gustado este curioso lugar, y por supuesto si viajas al centro de Vietnam y encuentras la famosa fuente termal con forma de elefante, espero a tu vuelta recibir tus fotos y comentarios.
Cris….me ha encantado este paseo.
Es otra excusa más para volver a mi querido Vietnam. Un país impresionante.
Gracias por mostrar a Suoi Voi ..no las conocía.
Lindísimas fotos.
Un abrazo
Gracias Lilian! Qué razón tienes, qué país tan impresionante. A mí me quedaron bastantes sitios para volver, como Saigón, el delta del Mekong y Sapa.
Eso me ha recordado una experiencia similar en Guatemala. Estuvimos buscando unas fuentes termnales durante más de 2 horas y al final desistimos. Cuando llegamos al hostel nos comentaron que nos habíamos quedado a nada de llegar allí…
No había oído jamás acerca de estas de Vietnam.
Un abrazo!
Pues prácticamente igual. Ya tienes una excusa para volver a Guatemala! 😀
Que pena que al final no encontrarais la verdadera «fuente de elefante» pero estoy seguro que el trekking que hicisteis por esos paisajes ya mereció la pena el viaje 🙂
Sí, el trekking fue increíble, ¡qué paisaje!