Ruta de viaje a Luxemburgo de tres días
Luxemburgo es un país que no tenía en mente hasta que buscando ofertas de vuelos para el puente de la Almudena apareció ante nuestros ojos. Esta vez el viaje lo realizaba con una amiga y nos pareció un buen destino que parecía perfecto para recorrer en tres días, y que además no conocíamos. Sin pensarlo mucho compramos los vuelos, y nos lanzamos a conocer este país del corazón de Europa. Ésta fue nuestra ruta de viaje a Luxemburgo durante estos tres días.
Balcón de Europa en la Ciudad de Luxemburgo
Ruta de viaje a Luxemburgo
Día 1: de Madrid a Luxemburgo
Nuestro vuelo de la aerolínea Luxair salía tarde de Madrid y aterrizaba en Luxemburgo a las once de la noche. Como esta primera noche llegábamos prácticamente para dormir, decidimos reservar un hotel cercano al aeropuerto, el Ibis Budget luxembourg Aeroport.
Al principio estuvimos dudando de si había sido buena elección, pero nada más aterrizar nos dimos cuenta de que había sido la mejor de las decisiones, ya que tan tarde no apetecía coger autobús ni taxi para movernos al centro, y en cinco minutos a pie nos presentamos en nuestro hotel.
Día 2: de Luxemburgo a Trier
Ciudad de Luxemburgo
Nos levantamos temprano para desayunar, dejamos las maletas en la consigna del hotel y cogimos el autobús 16 que nos llevó hasta el centro de la ciudad de Luxemburgo. Nuestra primera visita fue a la oficina de turismo, para coger mapas y la Luxembourg card para 3 días. Con esta tarjeta se puede coger transporte público gratuito y entrar a la mayoría de museos y castillos.
Comenzamos nuestro recorrido por el centro de la ciudad, conociendo algunas plazas, aunque no pudimos disfrutarlas completamente porque estaban montándolas para la Navidad. Enseguida llegamos hasta una zona alta desde la que se contemplaba el valle y fue cuando la Ciudad de Luxemburgo empezó a gustarme.
Continuamos hasta el ascensor panorámico Pfaffenthal del que al principio dudábamos si ir o no, y al final se convirtió en uno de los lugares más divertidos que recordamos durante todo el viaje.
Subimos dos veces y bajamos otras dos. El ascensor sube hasta los 60 metros de altura en 30 segundos. A mí me dio bastante vértigo y más aún el mirador panorámico con suelo de cristal que encuentras en la parte superior. ¡Lo que me costó atreverme a pisarlo, pero lo conseguí!
Pisando el mirador panorámico Pfaffenthal
Continuamos paseando por la ribera del río disfrutando de los colores otoñales de Luxemburgo y llegamos hasta el Chemin de la Corniche, un paseo que ofrece una de las vistas panorámicas más bonitas que he visto en mi vida. Tiene vistas al río Alzette, a una de sus torres defensivas, a los jardines coloridos y al precioso barrio de Grund. No me extraña que digan que es el balcón más bonito de Europa.
Podríamos haber pasado horas en este lugar, pero teníamos reserva en el restaurante del casino de Luxemburgo, un lugar muy exclusivo donde disfrutamos de una comida exquisita.
Comiendo en el restaurante del casino de Luxemburgo
Tras la comida, visitamos la Catedral de Notre-Dame y el Museo de Historia de la Ciudad de Luxemburgo que hace un repaso muy completo por la historia del país.
Con esto dimos por finalizado nuestro recorrido por la capital y regresamos al aeropuerto donde teníamos reserva para un coche de alquiler. Tras recoger las maletas abandonamos Luxemburgo y pusimos rumbo a Trier, una ciudad alemana a sólo una hora de la ciudad de Luxemburgo. Llegamos ya de noche para cenar y dar un paseo nocturno por las calles iluminadas de Trier. La ciudad prometía.
Día 3: de Trier a Vianden
Trier
El día amaneció lluvioso y aunque resultaba molesto, no nos impidió disfrutar de la que es la ciudad más antigua de Alemania, Trier. Durante la época del Sacro Imperio Romano fue llamada Tréveris y hoy día también se conoce por ese nombre. En sus calles se siente su gran pasado histórico con multitud de edificios romanos, hasta el punto de que es considerada la Roma alemana.
El edificio histórico más emblemático de Trier es la Porta Nigra, una puerta monumental que formó parte de las fortificaciones de la ciudad de Tréveris. Otros edificios romanos importantes son las termas, la Basílica de Constantino y el anfiteatro.
Además de su sorprendente legado romano, el centro histórico es un lugar muy agradable para pasear y verdaderamente bonito. Tiene un estilo claramente alemán, como se puede comprobar en la Plaza del Mercado que, salvando las distancias, me recordaba a la Plaza Römerberg de Frankfurt. También destaca su Catedral y el precioso Palacio electoral de estilo rococó.
Echternach
Tras nuestro paseo matutino por Trier reanudamos ruta por Luxemburgo. Nuestra tercera noche en Luxemburgo la pasaríamos en Vianden y antes de llegar a esa ciudad realizamos dos paradas. La primera en Echternach, donde encontramos un pequeño pueblo medieval que es el pueblo más antiguo de Luxemburgo y que gira en torno a su enorme abadía.
Castillo de Beaufort
La segunda parada fue en el castillo de Beaufort. Era el primer castillo de Luxemburgo que visitábamos y nos dejó fascinados, a pesar de estar en ruinas. Llegamos en los últimos minutos de luz del día, cuando además comenzó a caer la niebla, lo que le dio un aspecto fantasmagórico.
Vianden
La última parada y destino final del día fue Vianden, una ciudad que nos enamoró nada más pisar en ella. La imagen del castillo de Vianden iluminado en alto resultaba hipnótica.
Tras dejar nuestro equipaje en el Hotel restaurante Victor Hugo, salimos a cenar. Primero tomamos un tomamos un café de Vianden en el café restaurante Du Pont, y después ya cenamos schnitzels en el Ancien Cinéma.
Día 4: de Vianden a Madrid
Nuestro último día de ruta por Luxemburgo comenzó con un paseo por la ciudad de Vianden y la visita al castillo de Vianden. El castillo es espectacular y con los colores del otoño destaca aún más su belleza.
Diekirch
En el camino de regreso hasta el aeropuerto de Luxemburgo realizamos varias paradas. La primera en Diekirch, una pequeña localidad en la que me resultó curioso encontrar varias esculturas de burros. Después me enteré de que es la mascota del pueblo. En Diekirch visitamos un Museo de Historia con una exposición muy completa de todo tipo de vehículos, armas y otros objetos de la Segunda Guerra Mundial.
Castillo de Bourscheid
También visitamos el castillo de Bourscheid, otro de esos castillos impresionantes de Luxemburgo. La pena es que estuvo lloviendo todo el tiempo que duró nuestra visita y no pudimos disfrutar todo lo que nos hubiera gustado. A pesar de ello, el castillo es increíble.
Castillo de Larochette
El último castillo que visitamos en Luxemburgo fue el de Larochette, el que menos me gustó de todos los que visité, además de que las condiciones no acompañaban. Seguía la lluvia fuerte, y además el pueblo estaba de obras y era complicado subir hasta el castillo, así que mi mente se puso en modo vuelta a casa.
Cementerio militar americano
Regresamos a la ciudad de Luxemburgo y antes de terminar el viaje visitamos el cementerio militar americano donde se encuentra la tumba del General Patton. Me resultó impactante, recordándome a las famosas imágenes del famoso cementerio americano de Normandía.
Cementerio militar americano de Luxemburgo
Y por último regresamos al aeropuerto de Luxemburgo, donde entregamos el coche de alquiler, y nos dio tiempo a probar unos dulces de Luxemburgo antes de partir a Madrid.
Pingback: LUXEMBURGO: 30 POSTS QUE AYUDAN PARA VIAJAR [1] | Viatges pel Món