Los baños naturales Jardbodin en el lago Myvatn
Los baños naturales Jardbodin en el lago Myvatn
Nuestro primer contacto con los magníficos baños naturales de Islandia fueron los baños Jardbodin cerca del lago Myvatn y la verdad que no me extraña la fama que tienen, bañarse en estas aguas es una de las experiencias inolvidables que me llevo de este país. Y eso que no teníamos muy claro si visitarlos o no, pero al llegar a nuestra cabaña en Mývatn preguntamos en recepción y nos terminaron de convencer, ¡cuánto me alegro! Para convencernos bastó con que nos dijeran que los baños estaban abiertos hasta medianoche. Eran las 8 y con el día tan ajetreado que llevábamos nos iba a sentar estupendamente. Además nos ofrecieron las entradas un 10% más barato que el precio en taquilla.
Entrada a los baños naturales Jardbodin
Los baños estaban a apenas 5 kilómetros del lago Mývatn y de nuestra cabaña. Al llegar nos encontramos con este edificio rodeado de un halo de misterio con lo que parecía niebla alrededor. Era el vapor que desprendían los baños.
Edificio de los baños naturales Jardbodin
Vapor en los baños naturales Jardbodin
El acceso al recinto es muy sencillo, sobre todo nosotros que ya llevábamos las entradas. Las enseñamos y nos entregaron unas monedas para las taquillas de los vestuarios. Los vestuarios estaban separados, de hombres y de mujeres. Antes de entrar a los vestuarios además hay que dejar los zapatos en estas estanterías. No sé si a vosotros os pasa pero yo siempre pienso, ¿y si alguna se equivoca y se lleva los míos? Aunque nunca me ha pasado estoy convencida de que a alguien sí le habrá ocurrido.
Nos cambiamos para ponernos el bañador y salimos muy contentos hacia la piscina. Aunque íbamos arropados por una toalla al salir hacía un frío… nada menos que 11 graditos.
Temperatura a 11 grados y edificio de la sauna
Así que sin pensarlo mucho comenzamos a meternos en el agua. Fuera del agua hacía mucho frío, había llovizna y las gotas que caían daban sensación de estar congeladas. Y dentro del agua había algunas zonas que realmente quemaban. La temperatura del agua está entre 36 y 40 grados. La sensación era increíble con estos contrastes de temperatura tan tremendos.
Piscina de los baños Jardbodin
Lo que más impresiona al ver la piscina es que se ve todo en tonalidad azulada, la verdad que es muy bonita. El agua contiene azufre y debido a su composición química no crecen ni bacterias ni vegetación en la laguna, ni siquiera necesitan el uso de cloro. Huele un poco mal como a huevo podrido. Además dicen que es bueno para las enfermedades respiratorias y los problemas de la piel. Recomiendo que no os bañeis con joyas ni ningún otro objeto para que no os pase como a nosotros, nos bañamos con una pulsera jawbone y con un anillo de plata, y la pulsera dejó de funcionar y el anillo se puso negro.
Piscina de los baños Jardbodin
El suelo es de tierra y rocas volcánicas. Al principio impresiona y da un poco de repelús pero después te acostumbras. Además si estás dentro del agua de la piscina grande y quieres apoyarte en algún sitio puedes intentar sentarte en las rocas del borde. Y digo intentar porque a mí me costó, ya que o las rocas estaban resbaladizas y me deslizaba todo el rato o siempre pillaba pequeñas piedrecitas negras que eran muy molestas al sentarte. Así que al final me pasé más tiempo dentro del agua. La realidad es que en cuanto sacabas el cuerpo fuera se notaba mucho frío. Aunque siempre hay algunos valientes que no notaban tanto el frío.
Además de la piscina grande había otra piscina pequeñita, sauna y una especie de solarium con tumbonas. También hay bar y además si quieres tomar bebidas puedes elegir entre tomártelas sentado en alguna de las mesas o bien llevártelas hasta el agua ya que te las dan en vasos de plástico. Así que es muy habitual ver a la gente bañándose con la bebida.
Después de lo que te hemos contado, ¿te animas a darte un baño en estas aguas?