La playa de Ribeira Grande
Después de abandonar el mirador de Santa Iria retomamos el rumbo hacia Ribeira Grande. En apenas 15 minutos ya estábamos allí, después de haber encontrado aparcamiento para el coche. El centro estaba bastante complicado para aparcar, así que tomamos una calle que nos llevó sin saberlo hasta la playa de Ribeira Grande donde había bastante aparcamiento. Aunque el aparcamiento era de pago, era relativamente barato.
Nos encontramos con una zona muy amplia de playa con arena marrón oscura. Por supuesto no había nadie bañándose ya que era diciembre y hacía bastante frío y viento.
Tras pasear por la playa llegamos a una zona rocosa desde la que se tenía una vista completa de la playa.
En esta zona rocosa se abría la zona de piscinas. Se tenían dos tipos muy diferenciados de piscinas. Por un lado se tenían piscinas termales, y por otro unas piscinas normales de toda la vida, pequeás y alguna incluso con un pequeño trampolín.
Nos pasamos largo rato observando las olas, impresionantes. Las playas importantes de Ribeira Grande son Santa Bárbara y Monte Verde, con oleaje bastante considerable durante todo el año que le hace ser zona habitual de surfistas sobre todo de mayo a octubre. En invierno parece que no se atreven tanto porque el oleaje es demasiado fuerte y peligroso.
En la zona de los acantilados el agua hacía un ruido ensordecedor al chocar contra las rocas. Las rocas de esta zona tenían tonalidades marrones y rojizas. Nos encantó ver cómo chocaban las olas, creo que podríamos haber pasado horas allí.
Olas golpeando contra las rocas
Olas golpeando contra las rocas