Granja de césped Glaumbaer
Una de las visitas que esperábamos con más ganas de Islandia eran sus famosas cásas de césped. Aunque puedes encontrarlas en varios países del norte de Europa son sobre todo típicas de este país, nosotros nunca habíamos visto una y nos producía muchísima curiosidad. Entre las que se pueden visitar elegimos la granja de césped Glaumbaer por estar casi en el camino de Akureyri a Grundarfjördur. Antes de llegar a la granja encontramos una llanura inmensa totalmente verde, montañas al fondo y alguna casa de césped solitaria. Ésta no era de las más bonitas porque en gran parte del tejado el césped estaba seco, aún así era cuanto menos peculiar.
Muy cerca de esta casa ya se encontraba el complejo que forma la granja de césped Glaumbaer. De lejos las casas daban una apariencia de ser muy bajitas aunque luego no lo eran tanto. Lo que sí estaban todas es muy juntas y al fondo de ellas desentonaba por el rojo la imagen de la iglesia de Glaumbaer.
Antes de acceder al complejo hay que pasar por dos casas de madera del siglo XIX: Áshús y Gilsstofa. La casa Áshús contiene exposiciones y un salón de té donde se sirve comida islandesa. En la casa Gilsstofa es donde pasas por caja para comprar las entradas y la tienda de souvenirs.
Plano de la granja Glaumbaer
El complejo está formado por todas estas dependencias:
- Entrada y pasillo
- Cuarto de huéspedes
- Cocina
- Despensa principal
- Cuarto de huéspedes
- Sala común
- Sala común
- Sala común
- Puerta sur
- Despensa larga
- Lechería/Quesería
- Cuarto de huéspedes
- Despensa
- Despensa
- Herrería
- Almacén para leña
Y así son las casas. Son todas ellas bastante similares con fachada blanca y puerta amarilla. Éstas son las casas correspondientes a la herrería, despensas, cuartos de huéspedes (la más alta) y almacén para la leña.
¿Cómo son las casas de césped de la granja Glaumbaer?
Están formadas por turba, madera y césped. En la construcción de estas casas de césped emplearon algunas piedras, pero como la piedra escaseaba se construyeron los muros con turba, un tipo de carbón. La madera era aún más difícil de encontrar y se utilizó sólo para revestir el armazón a modo esqueleto. Y el techo y paredes con césped seco que además funciona como muy buen aislante térmico. La construcción más antigua es la cocina del año 1750 y la más moderna una sala común del año 1879.
Casas de turba, madera y césped
La parte trasera de las casas es lo que nos pareció más curioso con la turba y el césped y su forma superior algo redondeada.
Casas de turba, madera y césped
Los ventanales eran pequeños y algunos estaban hasta tapados por el césped.
Y en el interior se encuentran objetos de la época.
Interior de la granja Glaumbaer
Una vez visitada la granja de césped Glaumbaer nos acercamos a conocer la iglesia y esta escultura que hace homenaje a «La primera madre blanca en América» y ya partimos hasta el siguiente destino del día, la iglesia de Varmahlid.
Nosotros cuando estuvimos en Islandia solo vimos una granja que también se podía visitar pero era mucho mas peque que esta, no sabíamos de su existencia pero esta muy interesante 🙂
Me lo apunto para un futuro viaje a Islandia que seguro que lo hay porque le debemos otra visita por más tiempo. ¡Gracias por este descubrimiento! 😀
Hay muchas granjas de este estilo así que salvo porque ésta tuviera más dependencias imagino que serían más o menos igual. Nosotros también queremos repetir visita en Islandia. Muchas gracias Silvia! Saludos!
Llaman mucho la atención este tipo de construcciones que se encuentran diseminadas por el país. da la sensación que más allá del aislante térmico tengan que funcionar como una auténtica fábrica de bichos y humedad, pero seguro que no es así.
Un saludo!
Son muy llamativas sí. Imagino que en el césped habrá todo un ecosistema de insectos 🙂 Gracias por comentar Jordi. Saludos!
Que chulada!! la verdad es que no tenía ni idea que hubiera este tipo de construcciones por el mundo. Lo que tengo que viajar aun!!!! Mucahs gracias por compartir. Y las fotos son muy bonitas!
Muchas gracias Patricia!! La verdad que esto es lo más bonito de los viajes, que siempre guardan cantidad de sorpresas y estas casitas fueron algunas de nuestras sorpresas por Islandia
el año que viene lo mas seguro vaya, me gustaria verlo
Qué envidia! Nosotros queremos volver 😛 Apúntatelo 😉
Que curioso!! Que ganas tengo de ir a Islandia!!
Siii! Apunta además de toda su naturaleza, estas curiosas casitas 😛
Wow! Esto si es turiscurioso. Cuánto verde y cuántas ganas de conocer Islandia
Esto es de lo más turiscurioso de Islandia sí 😉
Tanto ver lagos, y cascadas, y glaciares que todos enseñan… pues me ha gustado mucho ver la parte verde de Islandia!
Lo más llamativo son las cascadas y glaciares, pero tiene tantas otras cosas como estas preciosas y curiosas casitas… 🙂
Me encantan y qué ganas de viajar a Islandia.
Es un país precioso, nosotros queremos volver! 😉
Wow cuanto verde! 😀 a veces me gustaria estar rodeada solo de algo asi!
La verdad que sí, verde por todas partes. Sería divertido estar en el tejado que parece tan esponjoso 😀
Qué pasada¡¡¡¡ Yo quiero una casa así¡¡ Y que pasten las vacas en mi tejado
jaja ups no sé si estos tejados aguantarían el peso de las vaquitas 😀
Realmente es bien curioso. Creo que en estas también paramos!
La verdad que sí son curiosísimas 🙂