Fiordos noruegos: lago Mjosa, Lillehammer, Troll, Trondheim
Día 3 de ruta por los fiordos noruegos
Lago Mjosa
Por fin este tercer día del viaje a Noruega abandonaríamos Oslo. No es que Oslo no nos gustase, pero teníamos ya ganas de recorrer este país que imaginaba nos iba a gustar tanto, para poco a poco acercarnos a sus famosísimos fiordos que eran en realidad el motivo principal de este viaje. Hoy nos esperaba uno de los días más largos del viaje, con 545 kilómetros por delante hasta llegar a Trondheim, que viajando en autocar significaría dedicarle prácticamente todo el día.
Abandonamos Noruega por el nordeste, pasando entre bosques y lagos. El primero, Hurdalsjøen, que nos llamó la atención y eso que no era nada comparado con el siguiente lago, Mjosa, enorme, que de verdad sin exagerar ni un ápice, pasamos hora y media bordeándolo. Era algo increíble. Y es que en verdad el lago Mjosa es el lago más grande de Noruega y uno de los más profundos de Europa, es muy largo pero estrecho eso sí. Me hubiera encantado parar, acercarme e incluso tocar el agua, que imagino estaría helada, pero no estaba planificado en el circuito organizado. No fue hasta el final del lago que realizamos nuestra primera parada, en Lillehammer.
Lillehammer
Lillehammer es una pequeña ciudad que albergó los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994. Su mayor atractivo es el centro deportivo en el que destacan los trampolines de salto de esquí, muy similares a los que habíamos visto la tarde anterior en Holmenkollen, aunque quizás daban menos sensación de vértigo porque a simple vista parecían tener menos altura. Eso sí, desde ellos se tenían unas vistas maravillosas del lago Mjosa.
Trampolín de esquí en Lillehammer
Aunque a mí en particular lo que más me gustó fue la iglesia de Lillehammer en su centro histórico, la iglesia Vigslet, es de estas iglesias bonitas, que llaman la atención, que junto al cementerio, el parque Stadtpark y el paisaje noruego dejaba unas postales verdaderamente atractivas.
Tierras Troll
Continuamos nuestro viaje hacia los valles y bosques de lo que llamaban las tierras trol, rodeados de lagos, ríos, cascadas y muchas casitas de madera. Fuimos siguiendo la cordillera Gudbrands con las montañas más altas de Escandinavia. Frente a esta cordillera hicimos una improvisada parada porque algunos de nuestros compañeros de circuito eran canarios y nunca habían visto la nieve. Fue muy divertido verlos pisando la nieve por primera vez, y no porque yo esté muy acostumbrada a ella, pero al menos en Madrid llega algunos años.
Trondheim
Por fin llegamos a Trondheim, tras pasar todo el día de viaje, y el primer lugar que visitamos fue un mirador en lo alto de la ciudad que daba unas espléndidas vistas tanto de la ciudad como del fiordo de Trondheim. En medio del fiordo destacaba una pequeña isla con la prisión Munkholmen que fue lugar de ejecuciones durante la Edad Media, hoy lugar turístico. Y aunque las vistas al fiordo me gustaban, sí que es cierto que el fiordo en sí no era como me lo esperaba.
Al descender del mirador nos dirigimos hasta para mí la parte más bonita de la ciudad, el puerto de Trondheim, con sus características casitas de madera y de colores variados que curiosamente se apoyaban sobre troncos de madera bordeando el río Nidelven.
Casas típicas de madera sobre río Nidelven
Desde el puerto ya nos fuimos a cenar, y tras la cena, como anochecía tardísimo, nos dio tiempo a dar un paseo por libre por Trondheim. Visitamos la plaza Olav, con su bonita Iglesia de Nuestra Señora, de piedra, el puerto nuevo, y además en nuestro camino encontramos varias estatuas vikingas. Algo más alejado del centro llegamos hasta el estadio de fútbol Lerkendal. Me empeñé en visitarlo porque tengo como tradición visitar los estadios de fútbol y además éste era el estadio del Rosenborg, un equipo que conocía porque se había enfrentado al Real Madrid en alguna de sus primeras eliminatorias de Champions League, aunque hasta este momento no conocía que era el equipo de Trondheim. Tras el capricho futbolero y ya cerca de la medianoche, nos fuimos a dormir a nuestro hotel de Trondheim.
Saludos!!! Soy de México y viajé a Noruega en el 2014, quedé encantado por el orden y armonía de sus ciudades, la amabilidad de su gente y desde luego, los hermosos paisajes tan diferentes a lo que hay por esta parte del mundo.
No soy muy adepto a las excursiones por lo que, en la medida de lo posible, casi siempre rento un auto en los lugares a los que viajo.
Manejar por Noruega fue una experiencia increíble, sintiéndome como un extraño y al mismo tiempo como si fuera un noruego más en un día de campo jaja. Manejé desde Oslo hasta Lillehammer y lo mejor de rentar carro es tener la libertad de poder parar en cuanto lugar se me ocurriera, desde un pueblito muy agradable llamado Eidsvoll (estando ahí mismo me enteré que era el lugar donde se firmó la constitución noruega y se estaban celebrando justamente 200 años de ello) hasta algunos de los muchos paradores al lado del lago Mjosa. En el centro de Lillehammer comí en un edificio muy pintoresco que en el pasado había sido sede del Norges Bank y ¡aún conserva el antiguo elevador y la bóveda!
Mi intención era llegar a Trondheim y también a Aurland pero el tiempo no lo permitió, sin embargo, quedé encantado con este país que tiene muchas cosas por ver y en mi siguiente viaje tengo propuesto llegar a los fiordos manejando nuevamente.
Veo que viviste una magnífica experiencia. Coincido contigo, Noruega es maravillosa, y también tengo muchas ganas de volver. La próxima vez a ver si nos animamos a alquilar un coche. Muchas gracias Jorge por comentar y un saludo! Cris
Por la foto de la iglesia, con el cementerio a los pies, ya valía la pena llegar a Lillehammer… Así que eres futbolera…una vez me comentaste que te gustaba la camiseta del Real Madrid que llevaba puesta, me estoy acordando ahora, jeje. A mí no me gusta el futbol nada, bueno, sólo cuando juega la selección, cuando lo de Sudáfrica jaja…y la camiseta es que me la encontré, nueva, nueva…Por aquí, nos vamos conociendo unos y otros, sin conocernos y eso me parece bonito…Un saludo!
jaja cierto, me acuerdo de lo de tu camiseta. Pues sí, más madridista que de la selección 😛 y me gusta conocer los estadios de fútbol. ¿Cómo es eso de que te encontraste la camiseta…? 😮 qué suerte!
Fue en Benidorm, en la zona de los ingleses, alguno que no iría muy católico y la perdió. Estaba como recién sacada de la tienda…Por detrás pone Bale y todavía no he buscado en internet a ver qué cara tiene el sujeto…jaja!
Paco Martínez jajajaja, mira que no saber quién es Bale 😛 Pues qué suertudo, porque valen un pico
Ya lo busqué…lleva moño y una camiseta como la mía, detrás pone Bale y el número 11…Qué casualidad, se ve que él también se la ha encontrado…