Cascadas del río Hamarsa
12 kilómetros antes de llegar a Djúpivogur el agua comenzó a rodearnos a ambos lados de la carretera. A la derecha teníamos el fiordo Hamarsfjordur y a la izquierda el río Hamarsa. A lo lejos además vimos una cascada y decidimos desviarnos del camino y bordear el río para acercarnos a ella.
En coche no pudimos llegar hasta el final ya que había que cruzar el río y con el coche no era posible. Lo que sí había era un estrecho puente antiguo para cruzar a pie. Estuvimos evaluando si ir andando o no ir, y al final lo descartamos porque ya era la 1 de la tarde y nos quedaban aún muchísimos kilómetros hasta el hotel. Así que decidimos hacer las fotos desde la distancia. Total, el día anterior habíamos visto tanta cascada impresionante, que creíamos no perderíamos mucho por no acercarnos.
Puente antiguo sobre el río Hamarsa
Mientras estábamos preparando los teleobjetivos para hacer fotos más cercanas de la cascada, de repente vi unos perros corriendo hacia nosotros. Venían ladrando y parecían tipo pitbull. Me asusté muchísimo y me metí en el coche. Los perros rodearon el coche y después aparecieron los dueños llamándoles y pidiéndonos disculpas en inglés. Y bueno, mi chico aún se está riendo de mí porque él no se asustó… La realidad es que ni siquiera esperábamos personas por aquí, seguramente estaban alojados en las cabañas Bragdavellir Cottages que se veían al otro lado del río.
Puente y cabañas Bragdavellir Cottages
Tras el susto o anécdota, por fin pudimos fotografiar la cascada.
El color blanco de la cascada contrastaba muchísimo con el paisaje. Tenía un doble salto entre las rocas y se veía bastante caudalosa.
Mirando hacia la parte más alta del río aparecían más cascadas, pero las que vimos desde esta zona al menos eran muy estrechas. Seguramente siguiendo el cauce habría cascadas más grandes. Además en este río se pesca trucha ártica y salmón.