Cruce con caballos en carretera 59 de Islandia
Podría decir que nuestro viaje por la carretera 59 de Islandia fue una pesadilla y aunque en verdad ocurrieron cosas que nos complicaron bastante el trayecto en realidad todo lo ocurrido quedó en meras anécdotas y después de abandonar esta carretera incluso confesamos echarla de menos. Veníamos de visitar Akureyri y Varmahlid en el norte de Islandia y viajábamos hacia Grundarfjördur. A partir del fiordo Hrútafjördur tendríamos que abandonar la carretera 1 y adentrarnos por las carreteras 61 y 59 que aunque no estaban señalizadas como carreteras F, tenían pinta de no ser muy buenas carreteras.
La primera carretera, la 61, nos llevó durante 8 kilómetros hacia el norte por el borde del fiordo Hrútafjördur y estaba bastante bien. Lo divertido fue cuando tuvimos que girar hacia la izquierda para tomar la carretera 59 . En realidad esta carretera 59 cruzaba por un paso de montaña en el istmo que une la península Vestfirðir (fiordos occidentales) con el resto de Islandia.
Mapa de la carretera 59 de Islandia
La primera sorpresa fue encontrarnos con una carretera de grava. Ya habíamos circulado por otras carreteras similares y la mayor precaución que debes tomar es circular despacio. El problema es que este tipo de carreteras cansan más y llevábamos todo el día circulando (salvo visitas claro), pero hoy era el día en el que recorreríamos más kilómetros. Desde las 9:30 de la mañana que habíamos salido de Myvatn ya eran las 20:40 y aún nos quedaba recorrido, ya que era una jornada de 462 kilómetros e íbamos por el 320. De los 142 kilómetros que nos quedaban hoy, 60 correspondían a esta carretera 59. Así que armados de paciencia comenzamos el recorrido.
Los primeros kilómetros fuimos aún más despacio porque aunque ahora no llovía sí parecía haber llovido y la carretera se veía mojada. Grava y agua, se puede imaginar la estabilidad del coche… Y a los 15 minutos vivimos el momento más peligroso del recorrido, que fue cruzarnos con un grupo de caballos salvajes que se encontraba caminando en mitad de la carretera.
Cruce con caballos en carretera 59 de Islandia
Tuvimos suerte porque aunque nos pilló al descender de un cambio de rasante, afortunadamente como nuestra velocidad era bastante moderada nos dio tiempo a frenar a tiempo, pero podía haber sido muy peligroso. El momento de verlos y pegar el frenazo la verdad que nos asustó bastante. Había más caballos que los que se veían enfrente, los primeros habían quedado a un lateral del coche. Una vez parados nos resultó increible verlos pasar a nuestro lado, mirándonos, y aunque dicen que los animales no piensan, para mí que estos caballos sí que estaban pensando algo de nosotros.
Tras el susto con los caballos continuamos el viaje tranquilamente y para completar la aventura por esta carretera 59 se puso a llover, ¡lo que nos faltaba! Así que a circular aún más despacio. Afortunadamente no volvieron a aparecer más caballos y pudimos finalizar el trayecto en carretera 59 en aproximadamente 1 hora. Fue algo pesado, aunque también muy entretenido, y cuando ya finalizó salimos a ver cómo había quedado el coche tras la lluvia y no pudimos evitar soltar una carcajada al comprobar cómo había quedado el coche, ¿habéis visto alguna vez un coche más embarrado?
Qué foto más magnífica ésta de los caballos e irreal y bucólica…tratándose de un país tan salvaje y especial como Islandia, tampoco me hubiera extrañado que hubiera aparecido un unicornio… Me gustan mucho estos posts tan cortos y concretos, felicidades!
jaja nunca lo había pensado pero volviendo a ver la foto la verdad que un unicornio no desentonaría para nada. Muchas gracias Paco, viniendo de ti es un peazo de halago 😉
que guay, en agosto vamos!!
Qué envidia, yo quiero volver! 😉 Ya verás qué maravillas 🙂
Peligroso si, pero bonito también 🙂
Sí, yo como Mauxi, ovejas, vacas, ciervos a tutiplén en Japón, pero caballos libres como el viento no. Son preciosos, por cierto.
Eran unos caballos preciosos sí 🙂
Cómo dicen por aquí, qué susto al principio, pero después qué emoción! Y es verdad que cada uno es diferente!
Sí al principio un gran susto, después emoción. Y aunque no nos dio tiempo a fotografiar todos creo que no había 2 iguales 🙂
Que bonitos!! cuando uno viaja en auto espera tener un encuentro con la naturaleza, especialmente con la fauna pero encontrar a los caballos así en la pista puede ser super peligroso!!! que bueno que no paso a mas. Saludos 🙂
De momento fue un gran susto, porque claro tuvimos que pegar frenazo. Después fue alucinante verlos pasar al lado del coche 🙂
Tiene que dar impresión, aunque son muy bonitos. Lo que da lástima es lo embarrado que se os quedo el coche 😛
jeje sí el coche qué desastre :-O :-O
Esas anécdotas viajeras molan mucho! Jejeje
Siii, en el momento te asustan pero después te saca una sonrisa 😉
Esto sí es una experiencia turiscuriosa. Yo me he encontrado ovejas y vacas en otros destinos, pero caballos no 🙂
Yo conozco alguno al que se le ha cruzado un jabalí, y en Madrid! :-O :-O
Qué mágico.
Nunca lo había visto desde ese punto de vista 😉
Si veo esta foto y no me dices que es Islandia hubiera imaginado que eran tierras de Irlanda… porque pobres caballos con el frío que debe hacer en Islandia!!!
Sí, según nos contaron son caballos bastante resistentes aunque no lo parezca. Y debe ser verdad porque para aguantar el invierno islandés :-O
Encontrarse animales en la carretera por lo general no mola mucho, pero los caballos me encantan!
A mí también!
Es verdad!!!! Encontramos mogollón, aunque normalmente en las cunetas.
Es verdad, pero esto era una carretera perdida hacia los fiordos occidentales en la que apenas pasaban coches y se habían adueñado de ella 😀
Si, me daria algo de miedito por que seguramente no sabemos como van a reaccionar. Pero a la vez pensaria: que bonitos!!
Eran realmente bonitos y cada uno de una tonalidad diferente 😀