Un paseo por Calatayud
Un paseo por Calatayud. Vista desde el Castillo Santuario de la Peña
Nuestra primera visita turística por la Comunidad de Calatayud fue a la capital de esta comarca, Calatayud. Al entrar nos llamaron la atención tres puntos: el castillo que se veía arriba en la montaña, la imagen de un Cristo en un cerro y la torre de una iglesia. Imaginábamos que serían puntos turísticos a visitar. Entramos por una de sus puertas en el centro histórico y aparcamos en la Plaza de Santa María, punto de partida de nuestro paseo por Calatayud. En esta plaza está la Colegiata de Santa María, con una torre de 70 metros de estilo mudéjar que es la que nos llamó tanto la atención al entrar en la ciudad. Fue una pena no poder entrar dentro porque la estaban restaurando.
Portada de la Colegiata de Santa María
En una de las esquinas de la plaza había un banco muy curioso con un señor con su sombrero al lado. No fuimos capaces de reconocer si correspondía a alguien conocido.
Paseando hicimos el camino inverso que habíamos hecho con el coche hasta la Puerta de Terrer.
Al salir por esta puerta llegamos a una avenida donde se encontraba la Fuente de las Ocho Caños y también una placa que reproducía una parte del cantar del Mío Cid en el que se menciona la ciudad de Calatayud.
Bajando por esta avenida tenemos la Plaza de Santa Teresa de Jesús con la Iglesia de las Carmelitas, la oficina de turismo y el Palacio de la Comunidad de Calatayud.
Iglesia Carmelitas en Plaza de Santa Teresa de Jesús
Palacio de la Comunidad de Calatayud
Continuamos hasta la Iglesia de San Juan el Real donde sí pudimos acceder al interior y además tuvimos la oportunidad de conocer al cura que nos explicó la historia de la iglesia, la historia del órgano, nos mostró las pinturas de Goya y un lugar de oración en el coro fantástico al que no hubiéramos accedido si no nos lo hubiera contado él. Creo que es la visita que más disfruté de todo Calatayud.
Continuamos hasta la Iglesia de San Pedro de los Francos que estaba cerrada. Justo enfrente estaba el Palacio del Barón de Warsage, que hoy es el casino.
Buscando el Mesón de la Dolores terminamos entrando por unas calles estrechas y coloridas, la más estrecha de todas ellas la Travesía de los Mesones que nos llevó hasta la fachada del famoso mesón.
El mesón estaba muy cerca de la Plaza de España, una enorme plaza que en la antigüedad fue la plaza del mercado como así recuerda el monumento situado en la plaza. Me gustaron muchísimo algunas de las casas de colores que se veían en esta plaza porticada de estilo aragonés.
Desde la Plaza del Carmen vimos a lo lejos la torre de la Colegiata del Santo Sepulcro, pero no pudimos acceder porque toda esta zona estaba cerrada por obras. En la Plaza del Carmen además estaban lo que fueron la Escuela de niñas y Escuela de niños. Continuamos hasta llegar a otra de las puertas de Calatayud, la Puerta de Zaragoza.
Plaza del Carmen con Colegiata del Santo Sepulcro
A continuación pasamos por la Plaza del Olivo que tenía un curioso monumento homenaje a los sogueros bilbilitanos, la Casa de nacimiento de Fray Domingo de Jesús María, el Arco de San Miguel y vistas al Castillo del Reloj. Contiguo a este arco se tenía una casa con unos curiosos esgrafiados de tradición mudéjar.
Homenaje a los sogueros bilbilitanos
Edificio contiguo al Arco de San Miguel
Finalizamos el recorrido con la Iglesia de San Andrés, que tenía una preciosa torre mudéjar y al lado de la iglesia una escultura de Alfonso I el Batallador.
Tras esta última iglesia regresamos al coche que estaba en la Plaza de Santa María. Las últimas dos visitas estaban en lo alto de dos cerros diferentes y decidimos mejor subir en coche ya que estaba a punto de comenzar a atardecer y si íbamos andando no llegaríamos a tiempo de verlo con luz. Estas dos últimas visitas fueron el Castillo Santuario de la Peña y el Castillo de Ayub. Lo mejor fueron las vistas que pudimos ver de Calatayud desde allí.
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