Día 5: Zona sur de la Isla de Sao Miguel
Nuestro primer día del año nuevo 2014 comenzaba en Ponta Delgada, en la Isla de Sao Miguel. Nos levantamos más tarde que otros días ya que teníamos casi vista la isla y además como la cena de Nochevieja del día anterior no nos había gustado mucho, queríamos hoy pegarnos un homenaje disfrutando de un buen marisco.
Después de desayunar preguntamos en la recepción del hotel por una marisquería y nos recomendaron el restaurante Mariserra, a las afuertas de Ponta Delgada. Contentos con el nombre del restaurante pusimos rumbo a uno de los grandes lagos de la Isla de Sao Miguel que aún no habíamos podido conocer porque cuando pasamos cerca lo habíamos visto muy nublado, el lago de Fogo. Como hoy ya era nuestro último día teníamos que volver a intentarlo.
Pusimos rumbo al lago por la EN1-1A y pasada Lagoa comenzamos el camino hacia el interior de las montañas por la EN5-2A. Según íbamos ascendiendo la niebla era cada vez más densa. Aún así decidimos continuar subiendo hasta llegar al lago, a ver si teníamos suerte. Llegamos hasta el mirador, pero no vimos absolutamente nada más que niebla. Nos dio bastante rabia no poder verlo. Habíamos venido hasta aquí, a 25 kilómetros ó 25 minutos de Ponta Delgada, y no había servido para mucho.
Descendimos de la montaña nuevamente hacia la EN1-1A y continuamos hasta Vilafranca do Campo, una localidad con bastantes monumentos y en la que estuvimos largo rato haciendo fotos de una playa de arena negra que nos encantó. Hicimos fotos de todos los tipos posibles y por supuesto no podían faltar las fotos con efecto seda.
Después fuimos al restaurante Mariserra y para nuestra decepción no fue posible comer en él. El restaurante era bastante grande y estaban todas las mesas ocupadas. Preguntamos cuándo quedaría libre una mesa para ponernos en lista de espera y la verdad que fueron un poco antipáticos. No nos hicieron caso y al final nos fuimos algo enfadados de allí. Nos decepcionó mucho que diesen tan mala atención.
Así que vuelta a empezar, no teníamos restaurante así que pusimos rumbo a Lagoa que era la primera localidad que encontrábamos saliendo por el este y aún no conocíamos. Nos dirigimos al paseo marítimo y enseguida vimos que anunciaban algunos restaurantes. De todos ellos elegimos Ondas do mar. Fue una maravillosa elección, comimos cracas y pulpo, con una maravillosa atención y además estaba todo riquísimo.
Por la tarde regresamos a Ponta Delgada. Teníamos que devolver el coche a las 6 de la tarde. Lo bueno es que no nos tocó ir hasta el aeropuerto, sino que nos permitieron dejarlo en la calle de nuestro hotel y dejar las llaves en la recepción, y ya pasaban ellos a recogerlo y nosotros nos olvidábamos del tema. Eso hicimos y ya aprovechamos el resto de la tarde para conocer Ponta Delgada más en profundidad, sobre todo sus iglesias y el puerto.
Compramos hamburguesas en un Burger King del puerto y nos lo comimos en el hotel. Esta noche no queríamos llegar tarde porque al día siguiente teníamos que levantarnos tempranísimo para coger el avión de vuelta a Madrid. Así que antes de las 11 ya estábamos durmiendo y con algo de pena por ser nuestra última noche en la Isla de Sao Miguel.
Si quieres ver la ruta completa de nuestro viaje fin de año por la Isla de Sao Miguel, haz click aquí.
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El pulpo está rico en todos los lados, pero en esos sitios más. ¡Qué envidia poder viajar tanto!
Coincido plenamente contigo en que el pulpo está delicioso cocinado de todas las formas posibles. Gracias!!