Viviendo mi primera mascletá de fallas en Valencia

Hoy he asistido por primera vez a una mascletá en Valencia. Mira que tenía ganas desde hacía años. Y eso que prácticamente toda la vida llevo asistiendo cada pocos años a las de Alicante. A pesar de eso, o quizás por eso, tenía muchísimas ganas de conocer las de Valencia. Hoy casi por capricho del destino estaba allí, y por fin he podido asistir a mi primera mascletá en Valencia.

Viviendo la mascletá en Valencia

Previo a la mascletá

Las mascletás comienzan a las 2 de la tarde. Yo a la 1 y 20 estaba en la calle Xátiva, a apenas 5 minutos de la Plaza del Ayuntamiento, que es donde se disparan. El gentío en todas las calles era inmenso. De hecho cuando me dirigía hacia allí pregunté cómo llegar y me dijeron que simplemente siguiese a la gente. Así hice, y fue muy sencillo encontrarlo. Lo más complicado era no chocarte con la gente.

Al entrar en la Avenida del Marqués de Sotelo, que es la que ya nos llevaba al ayuntamiento, fue aún peor. Parecía que todos los que estaban en Valencia en ese momento se iban dirigiendo hacia allí, y se estaban concentrando en todas las calles alrededor de la Plaza del Ayuntamiento. Un agobio total que nos hizo caminar exageradamente lento, como si fuésemos en procesión. Como era de imaginar no conseguí llegar a la primera fila, pero intenté acercarme todo lo que pude. A la 1 y media ya quedé aprisionada. Al menos intenté evitar tener gente muy alta delante, y conseguí no quedar tan mal posicionada.

Mascletá de Valencia
Esperando el comienzo de la mascletá

Quedaba media hora y la verdad que se hizo un poco pesada la espera. Por un lado por el calor. La temperatura en Valencia era de sólo 9 grados y de hecho hacía algo de fresco, pero justo estábamos al sol y con tanta multitud el calor era tremendo. Yo llevaba abrigo pero había gente más lista que ya se lo conocía y estaban preparados con su manga corta. Por otro lado era muy incómodo estar allí esperando por el reguero de gente que iba y venía. Algunos intentaban colarse más adentro, otros iban buscando a los que vendían bebidas que no paraban de pasar entre la muchedumbre.

La gente se lo pasaba muy bien, pero claro, ¡yo estaba allí sola! El único entretenimiento era mirar continuamente el reloj y golpear un balón hinchable que iba recorriendo toda la calle con los empujones hacia el cielo que daba la gente. Hasta que el globo quedó encajado en un árbol. Después de esto ya sí que no había nada para hacer, salvo esperar. Durante algunos minutos estuvo sonando la canción de «Valencia».

Mascletá de Valencia
Globo hinchable en un árbol

Se anuncia la mascletá

A la 1 y 55 hubo un primer disparo seco y solitario. Indicaba que ya quedaba poco para comenzar. Tenía que haber tres disparos y a continuación comenzaría la mascletá. El tercer disparo fue exactamente a las 2 de la tarde. Se esperaba la mascletá inmediatamente después, pero tardaron 30 ó 40 segundos, lo que provocó la impaciencia de los asistentes que comenzaron a pitar exigiendo el comienzo. Y por fin comenzó.

Mi primera mascletá en Valencia
Primeros disparos de mi primera mascletá en Valencia

Pirotecnia de Hermanos Caballer

La pirotecnia de hoy la realizaban los Hermanos Caballer, que ya los conocía de las mascletás de Alicante y para mí son de los mejores pirotécnicos. Durante 6 minutos se estuvo disparando pólvora, comenzando con lo que llaman pitos y truenos. La intensidad fue de menos a más. El humo poco a poco se fue apoderando de la plaza mientras se iba incrementando la frecuencia de los disparos y la intensidad del sonido, hasta que finalizó con lo que denominan «terremoto», disparos muy continuos y potentes que dan sensación de que hasta el suelo retumba. El sonido es muy potente y algunas personas se tapan los oídos (aunque creo que no es bueno hacerlo). En un momento toda la plaza ya estaba completamente llena de humo, incluso llegó hasta donde yo estaba.

Mascletá de Valencia
Plaza del Ayuntamiento llena de humo

Los últimos disparos fueron intensísimos y muy continuos, y provocaron que los valencianos los «cantaran». A todos los que estábamos allí nos provocó una grandísima emoción porque el momento final es algo realmente increíble, y que si nunca has estado, de verdad te recomiendo que conozcas. Es algo que hay que vivir al menos una vez en la vida. Desde luego esta primera mascletá en Valencia me había maravillado.

Mascletá de Valencia
El humo nos alcanza

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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