Día 10: Lindau, Hopfen am See, Schloss Neuschwanstein
Lindau
Hoy despertábamos en Bermatingen y continuaríamos viajando hacia el sur del lago Constanza, en concreto hasta Lindau, la primera ciudad que visitaríamos de la gran Baviera en este viaje. Aunque no sería la última ya que los próximos días los pasaríamos en esta región. La parte más importante de Lindau se encuentra en una isla del lago. Como no está muy lejos de la costa es posible acceder hasta ella en coche a través de un puente. Nos resultó algo parecida a Constanza aunque más pequeña y esto siempre hace que sea más encantadora. Es una preciosa ciudad medieval con calles de cuento, casas de colores, importantes iglesias y algunos edificios tan impresionantes como este ayuntamiento con tan llamativa fachada. Había calles estrechas por las que pasamos bastantes problemas al entrar con el coche, de hecho en alguna nos tuvimos que dar la vuelta porque ni entraba el coche (con el lío que ocasionamos claro).
Sin embargo a pesar de todas estas maravillas que encuentras paseando por sus calles, la postal más característica de Lindau se encuentra en el puerto con la figura del león de Baviera y la torre del faro. El conjunto resulta imponente y reciben a los barcos que entran al puerto. Hoy día se ha convertido en el símbolo de Lindau. Recomiendo acercarse hasta uno y otro monumento ya que pasear por el puerto es realmente agradable y relajante.
Hopfen am See
A partir de Lindau ya abandonaríamos este lago Constanza que tanto nos había gustado y continuaríamos viaje hacia el este de Alemania, en concreto durante hora y media hasta Hopfen am See. Este pueblo no es de los conocidos ni tiene nada en especial pero iba a ser donde pasaríamos nuestras dos próximas noches. El secreto de por qué Hopfen am See es que estaba a sólo 15 minutos de Schloss Neuschwanstein. Eso sí, en Hopfen am See nos encontramos un bonito y tranquilo pueblo a orillas del lago Hopfen y además aprovechamos para comer bastante bien por cierto en una terraza con preciosas vistas al lago con los Alpes aún algo nevados al fondo.
Schloss Neuschwanstein
Después de comer nos dirigimos hacia Fussen donde estaba el más bonito, maravilloso e increible castillo que he visto en mi vida, el castillo Schloss Neuschwanstein, para muchos llamado el castillo del rey loco o el castillo de Disney. Soy afortunada ya que con ésta era la tercera vez que visitaba el castillo y aún así no dejaba de impresionarme. Creo que sería imposible que fuese más bonito. Fijaros si me impresionó tanto la primera vez que lo vi, que lo elegí como el primer destino en el que hablamos en «Los viajes de Wircky»: mi primer artículo – un castillo de ensueño Schloss Neuschwanstein.
Castillo de Neuschwanstein desde Puente de María
Pasamos toda la tarde en Schloss Neuschwanstein y alrededores hasta ver anochecer cuando el castillo se ve iluminado entre la oscuridad de las montañas que lo rodean. Al día siguiente, continuaríamos disfrutando del entorno de Fussen.
Pues este no lo conocía Los viajes de Wircky!
No conoces Neuschwanstein? Ay si estuviste en la Selva Negra, qué cerquita. Para mí es la visita número 1 en Alemania. No me cansaría nunca de visitarlo 😀
Qué sitios más bonitos! El castillo tan esbelto es único y de cuento total, he visitado también tu primer post del blog sobre él. impresionante también el puente…
Muchas gracias Paco. No te imaginas qué vértigo desde el puente… jeje. Pero el castillo es… wow!!