Islandia día 4: Höfn, fiordos del este, Djúpivogur, Stödvafjördur, Litlanesfoss, Hengifoss
Höfn
Con el despertar en Nesjum también vieron la luz agujetas en las piernas, seguramente por la miniruta de senderismo que habíamos realizado la tarde anterior a la cascada negra Svartifoss. Tras los barracones terriblemente feos del hotel, tuvimos la grata sorpresa de encontrar esta postal del glaciar Vatnajökull. Primera vez que despertaba frente a un glaciar, y sólo sé que las sensaciones me gustaban. Este glaciar que habíamos conocido la tarde anterior resultaba sencillamente maravilloso.
Despertar en Nesjum con el glaciar Vatnajökull
Antes de emprender viaje hacia los fiordos del este de Islandia hicimos una corta parada en el pueblo pesquero de Höfn, ¡qué tranquilidad se respiraba!
Fiordos del este de Islandia
A partir de Höfn emprendimos camino entre montañas de diferentes formas, ríos con sedimentos de arena y el océano. También hoy fue el día en que las ovejas habían decidido cruzarse en nuestro camino (varias veces). Con el Océano Atlántico llegaron las playas de arena negra y los famosos fiordos orientales de Islandia que nos acompañaron casi el resto de la tarde. Y a pesar de sus acantilados, que sí eran bonitos, la verdad que estaban tan a mar abierto que no parecían fiordos, al menos no como yo los había conocido en Noruega. ¿Decepción? Quizás un poco, sí.
Acantilados de los fiordos orientales de Islandia
También pasamos, cómo no, cerca de saltos de agua. Como era imposible parar en todos, elegimos estas cascadas del río Hamarsa, a escasos kilómetros de Djúpivogur.
Djúpivogur
Djúpivogur es un precioso pueblo pesquero que tenía una iglesia de lo más curioso, unas casas pequeñas cubiertas de césped que decían ser casas de elfos y un puerto que me resultó una auténtica monería. Además de una escultura algo chocante con el esqueleto de un reno, lo más insólito que encontramos por Djúpivogur fue una exposición de huevos al aire libre y de tamaño natural, los huevos Eggin i Gledivík.
Los huevos Eggin i Gledivík de Djúpivogur
Nada más salir de Djúpivogur paramos frente a una cascada en el valle del Fossa, con unos paisajes espectaculares que nos resultaron perfectos para comer. Y continuamos bordeando varios de los fiordos orientales hasta llegar a Stödvafjördur.
Bonita cascada en el Valle del Fossa en Islandia
Stödvafjördur
Esta localidad es una parada interesante para ver una completa colección de minerales recopilados por una sola señora, el museo de minerales de la señora Petra, y aunque es algo cara la entrada la verdad que no tiene desperdicio.
Rocas y otros objetos de la colección
Continuamos por los fiordos de Fáskrúdsfjördur y Reydarfjordur y lo más sorprendente eran las montañas que nos rodeaban, aún con nieve, y de las que caían decenas de finas cascadas.
Pequeñas cascadas y nieve cerca de Reydarfjordur
Y por fin llegamos a nuestro alojamiento en Egilsstadir, nuestra primera cabaña en Islandia.
Cascadas Litlanesfoss y Hengifoss
Aunque ya era algo tarde, las siete y media, no queríamos dejar pasar la tarde sin visitar las cascadas más famosas de los alrededores de Egilsstadir. A favor teníamos los días largos del verano islandés. Lo que no esperábamos es que fuese necesario tirar de físico para ver estas cascadas.
Para acceder a ellas hay que realizar un ascenso, veinte minutos hasta la cascada Litlanesfoss, rodeada por unas sorprendentes columnas de basalto.
Columnas de basalto en cascada Litlanesfoss
Algo más arriba, a una hora de ascenso, se encontraba la tercera cascada más alta de Islandia, la cascada Hengifoss, rodeada de estratos de basalto y capas rojas de barro.
Cuando llegamos a esta cascada ya eran las diez de la noche. Aguantamos el tiempo justo para descender hasta el coche, pasar por Egilsstadir y comprar unos perritos deliciosos en la gasolinera. Menos mal que las gasolineras cerraban a las 11. Estábamos agotados y… ¡qué bien dormimos en nuestra apacible cabaña!
Pingback: Compañeros de ruta: de Islandia a Galicia pasando por Sri Lanka | Te Apetece
Pingback: Compañeros de ruta: de Islandia a Galicia pasando por Sri Lanka | Para Entretener