Edvard Munch en el Museo Thyssen de Madrid
Exposición Edvard Munch en el Museo Thyssen de Madrid. Arquetipos
Como ya contábamos en la presentación del libro «Cuaderno de viaje de Noruega y Edvard Munch«, la semana pasada visitamos el Museo Thyssen y en concreto su exposición «Edvard Munch. Arquetipos». La exposición estará en Madrid entre el 6 de octubre de 2015 y el 17 de enero de 2016. Se trata de una exposición temporal que reúne una selección de 80 obras de este pintor y aunque echamos de menos «El grito» parece que estuvo hecho a propósito para prestar más atención a otras magníficas obras de este pintor noruego que pasan desapercibidas en presencia de su obra más famosa.
Hasta ahora sólo había conocido dos de sus obras en Oslo: «El grito» y «Madonna» y voy a confesar que ni llegué a encontrar ni me explicaron su significado. Después de la visita al Museo Thyssen he conseguido entender su obra, tan triste y obsesiva. Además del mejor pintor noruego de todos los tiempos se considera a Edvard Munch uno de los precursores del expresionismo. Su obra se caracteriza por las formas planas y sinuosas, el uso simbólico del color y la deformación expresiva del cuerpo.
La exposición reúne un recorrido por la obra de Munch desde la más temprana a la más tardía catalogada en 9 arquetipos emocionales a través de los que Munch revela obsesiones existenciales como el amor, deseo, celos, ansiedad o muerte así como estados anímicos como la melancolía, pasión o sumisión. Te presentamos sus 9 arquetipos y algunos de los cuadros más representativos de cada uno de ellos.
Imágenes de Arquetipos de Edvard Munch
Melancolía
Edvard Munch abandonó la representación de la realidad visible y objetiva y abordó la naturaleza como espejo de las emociones más profundas. En «Atardecer» y «Melancolía» comunica conceptos subjetivos. En «Madre e hija» y «Dos seres humanos» transmite el sentimiento de soledad o ensimismamiento a través de una acusada bidimensionalidad.
Melancolia
Muerte
En todas las escenas dedicadas a la muerte la textura juega un papel fundamental para reflejar el terror del ser humano a la muerte. Las diferentes versiones de «La niña enferma» son a cuál más espeluznante.
La niña enferma
Pánico
Durante la segunda mitad del siglo XIX las ciudades se masifican y esto genera nuevas enfermedades. «Ansiedad», «El grito» o «Pánico» reflejan las patologías emocionales de la gran ciudad: la angustia, la ansiedad y la incertidumbre, representando la gran ciudad como un lugar de estrés y agitación donde el hombre se ve sometido a una experiencia traumática.
Pánico en Oslo
Mujer
La imagen cambiante de la mujer se convirtió en el centro de la obra de Munch. La mujer aparece en su pintura según dos arquetipos contrapuestos: idealizada como la mujer ideal, casta y delicada (la femme fragile) o demonizada como la mujer amenazadora y seductora (la femme fatale). En «Mujer» se representa la trinidad de la mujer: a la izquierda la femme fragile, una virgen vestida de blanco; en el centro, la femme fatale desnuda, invitando al acto sexual; y a la derecha, la mujer madura, abstraída y marchita.
Mujer
«Pubertud» representa la femme fragile a punto de convertirse en mujer. En «Cenizas», «Madonna» o «Pelirroja con ojos verdes» la mujer adopta un papel de dominación y seducción. Ya había visto la «Madonna» en Oslo pero sin el pequeño esqueleto que se podía ver en una de sus esquinas.
Madonna
Melodrama
En la serie «La habitación verde» se reproducen los celos y al amor llegando a reflejar expresiones de ansiedad y dolor. «Mujer llorando» y «Consolación» presenta un símbolo de lamentación y ruptura trágica.
Asesinato
Amor
La mayoría de las veces Munch representa un amor que deriva en dolor como se refleja en las series «El beso» y la «Mujer vampiro» en las que el beso de una pareja abrazada se contrapone al mordisco mortal de la mujer vampiro.
El beso
Beso en la orilla bajo la luz de la luna
La «Mujer vampiro» atrapa al hombre, tanto psicológicamente como con su larga cabellera, que crea una forma piramidal que envuelve a la pareja. Éste fue uno de los cuadros junto a los desnudos que más me impresionó.
Mujer vampiro
Nocturnos
Munch desarrolló todo un repertorio de signos para acentuar el contenido psíquico de la noche. En «La tormenta» la noche se vuelve amenazante, en «Bajo las estrellas» misteriosa y en «Noche estrellada» y «La casa roja en la nieve» se vuelve poética.
Noche estrellada
En las escaleras de la veranda
Vitalismo
Al volver a Noruega después de dos décadas de exilio voluntario entre Francia y Alemania, Munch se centró en nuevos motivos y comenzaron a aparecer temas inéditos como el trabajo agrícola, las escenas rurales o las estaciones del año. «Árbol de la vida» y «Adán y Eva» son una metáfora de la cadena evolutiva.
Adán y Eva
«Las niñas en el puente» fue muy importante en la transformación de Munch por su estilo colorista y alegre totalmente diferente a su obra anterior.
Las mujeres en el puente
Bajo el castaño
Desnudos
La figura humana desnuda fue uno de los temas centrales en la obra de Munch y la mayoría de las veces el cuerpo lo utilizaba para reflejar pasión, ansiedad o dolor. En la serie de desnudos aislados realizados con modelos en su estudio, la belleza sensual y física del cuerpo prevalece sobre la expresión del sentimiento. Este cuadro me pareció uno de los más bonitos de toda la exposición.
Desnudo femenino
