Día 13: Oberau, Ettal, Linderhof, Lago Plansee
Oberau
Hoy el día amanecía bastante feo y la lluvia nos empezó a acompañar desde nuestra salida de Oberammergau para quedarse con nosotros todo el día. Salimos en dirección Oberau que era una pequeña localidad por la que habíamos pasado el día anterior con el coche y nos había llamado la atención porque desde el desvío de la autopista se contemplaban tres iglesias a la vez. Como estaba a sólo 15 minutos volvimos para tomar ese mismo desvío y además aprovechamos para parar a conocer las tres iglesias que estaban cerradas así que sólo pudimos ver su exterior. Eso sí, sorprendía que en esta localidad tan pequeña hubiese tres iglesias tan juntas y además tan diferentes. Nos quedamos con ganas de conocer su historia. Oberau no tiene mucho más para ver y no tiene importancia turística salvo por ser la puerta de entrada a la ruta que lleva a Oberammergau, Ettal y Linderhof.
Monasterio de Ettal
Desde Oberau continuamos 10 minutos más hasta Ettal para visitar su grandioso monasterio benedictino: el monasterio o abadía de Ettal, que no sólo tiene el edificio religioso sino un gran complejo de edificios muy variado incluyendo una fábrica de cerveza y destilería. Pudimos conocer el interior del monasterio y aunque nos hubiera encantado no llegamos a conocer cómo fabricaban su cerveza.
Linderhof
Sin embargo en esta ruta por Baviera la atracción turística estrella es otra de las edificaciones mandadas a construir por el llamado «Rey Loco«: el palacio Schloss Linderhof. Este rey estaría loco pero no era nada tonto y además tenía muy buen gusto. Qué decir de este palacio, creo que la fotografía habla por sí misma. Más adelante escribiremos un artículo dedicado ya que lo merece. El palacio además de ser muy bonito por fuera se acompaña de un interior muy cuidado complementado con preciosos jardines, fuentes, esculturas y otros edificios auxiliares incluyendo una pequeña cueva artificial para conciertos. Sólo decir que era la tercera vez que visitaba este palacio y volví a quedarme embobada igual que la primera vez.
Lago Plansee en Austria
Con la visita a Linderhof dábamos por finalizado nuestro recorrido por Baviera y pusimos rumbo de vuelta dirección Basilea aunque pararíamos a dormir algunos kilómetros antes de llegar. Por delante teníamos 340 kilómetros que se recorrían en 5 horas porque había muchísimos tramos sin autovía y además con lluvia, pero al menos evitamos pagar los peajes carísimos de Suiza. La ruta además hacía una pequeña incursión en Austria que fue lo más bonito de todo el trayecto. Durante 10 minutos fuimos rodeando un lago precioso que tenía un color del agua clarísimo y verdísimo: el lago Plansee. Lo curioso es que al comienzo del lago estaba lloviendo y al llegar al final no, así que aprovechamos para parar unos minutos a disfrutar de este magnífico paisaje. ¿A que el entorno es magnífico?
Desde aquí ya fuimos del tirón hasta Kadelburg para comer. Elegimos esta localidad porque nuestra ruta pasaba muy cerca de Bad Zurzach que conocía bien por haber trabajado allí en un proyecto durante dos meses. Lo curioso de Bad Zurzach aparte de ser una ciudad balneario es que pertenece a Suiza y está a orillas del Rin, y si cruzas por un puente a la otra orilla llegas a Kadelburg en Alemania con los precios mucho más bajos. Nosotros de hecho solíamos ir a cenar a la orilla de enfrente cruzando a pie una frontera en la que nunca había nadie. Así que elegimos Kadelburg por dos motivos, el primero porque necesitábamos comer y allí conocía restaurantes, y el segundo porque estar cerca de Bad Zurzach me traía agradables recuerdos.
Cuando bajamos del coche en Kadelburg llovía torrencialmente y además eran ya las 5 de la tarde así que muy mala hora para comer. Por fortuna uno de los restaurantes tenía la cocina abierta imaginamos porque estaban ya preparando las cenas. Así que comimos en Kadelburg y después nos dirigimos directos a Rheinfelden en Alemania, donde pasaríamos la última noche de este viaje por la Selva Negra y Alsacia con ampliación a Baviera.
Que ganas tengo de volver a Baviera
A eso nos apuntamos!! jeje
Mira que hay cosas por ver en Alemania!
La verdad que sí, es el país que más he visitado (por trabajo) y aún me queda tantísimo por conocer 😛
Qué cosa más bonita de fotos, te quedas extasiado! Qué verdor y qué luz más bonita en los jardines del palacio. Y las nubes esas tan bajas o neblina son proverbiales. La primera del lago no puede ser más bonita!
Muchas gracias Paco Parece que visitamos el palacio en el momento perfecto. En la del lago sólo cambiaría el cielo, pero es el que nos tocó… ¿te imaginas la del lago con el cielo azul con nubes…?