Descubriendo Miraflores de la Sierra

Hoy vamos a hablar de un pueblecito de la Sierra de Guadarrama que a pesar de estar a tan sólo 49 kilómetros de Madrid es bastante desconocido incluso para los madrileños, Miraflores de la Sierra. Quizás porque está rodeado de otros pueblos más típicos como pueden ser Rascafría, Manzanares el Real, Buitrago de Lozoya o Patones de Arriba, que parecen ser los que acaparan toda la fama, Miraflores de la Sierra pasa bastante desapercibido a pesar de su belleza. Hoy nos centraremos en la visita al centro histórico del pueblo, aunque también existen múltiples rutas para senderistas y ciclistas que comienzan o atraviesan Miraflores de la Sierra.

Se recomienda visitar Miraflores de la Sierra a partir de primavera,  verano y comienzo de otoño,  ya que si vamos en invierno, al estar a 1147 metros de altitud, podemos correr el riesgo de encontrarnos con nieve. Con nieve el paisaje será aún más bello pero también más peligroso si no estás acostumbrado a ella. Es una escapada ideal para el calor del verano, ya que el clima es mucho más fresco y pasear por sus calles es realmente agradable.

Los que sí conocen Miraflores de la Sierra a la perfección aparte de sus habitantes, son todos los madrileños que tienen una segunda residencia aquí para escapar del calor de la capital. Vamos a conocer Miraflores de la Sierra con un recorrido por sus calles y monumentos, y seguramente te entrarán ganas de visitarlo, si es que no lo has hecho ya.

Descubriendo el casco histórico de Miraflores de la Sierra

Lo que llama la atención nada más llegar a Miraflores de la Sierra es la tranquilidad y silencio que podemos respirar mientras paseamos por sus calles. La visita puede comenzar en la Plaza del Álamo, donde se encuentra el gran Álamo Centenario, que aunque ya está muerto y sólo resiste el enorme tronco, tiene un gran valor sentimental para los mirafloreños. Incluso el poeta Vicente Aleixandre, sevillano que vivió largas temporadas en Miraflores de la Sierra, dedicó el poema «El álamo» a este gran árbol.

El gran álamo centenario
Gran álamo centenario

Desde la Plaza del Álamo, la calle Jerónimo Sastre nos lleva directamente a la Plaza de España. En esta plaza se encuentran las Antiguas Escuelas y el Ayuntamiento.

Antiguas escuelas
Antiguas escuelas

El Ayuntamiento es un edificio porticado con ocho columnas coronado por una torre con un reloj y un campanario.

Ayuntamiento
Gran álamo centenario

Continuamos por calles José Yáñez donde está la Casa de la Cultura con una exposición permanente de fotografías de la vida de Vicente Aleixandre, y por calle Santa María, hasta llegar a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. La iglesia es del siglo XV y en el interior se guarda una preciosa pila bautismal del año 1492.

Iglesia Nuestra Señora de la Asunción
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción

A continuación tomamos la calle San Jorge o bien la calle del Mercado ya que ambas nos llevan a la Plaza del Rollo, donde podremos admirar una estatua un tanto graciosa llamada Los Perreros. Simboliza la expulsión de las tropas napoleónicas de Miraflores de la Sierra. Continuando por calle Guadalix, y pasando por Plaza Nueva, llegamos a la Fuente Nueva, que es la fuente emblemática de Miraflores de la Sierra, construida en 1791, y con la que finalizamos el recorrido por el casco histórico.

Plaza del Rollo con estatua Los Perreros
Estatua Los Perreros

Las afueras de Miraflores de la Sierra

Mirador de la Virgen

Antes de dar por finalizado el recorrido por Miraflores de la Sierra, se debe realizar un último par de visitas muy recomendables que están hacia las afueras del pueblo. El primero es el Mirador de la Virgen. Si estás en la Fuente Nueva, toma las calles Mayor y Avenida de Jose Antonio, y en la bifurcación toma la calle de la derecha que es la carretera de Rascafría y ya accederás a este mirador, en el que tendrás unas vistas espectaculares y además la Fuente Francachela, construida en honor a Antonio Robledo Palomino, llamado El Tío Francachela, pastor muy famoso del pueblo que se dedicaba a rastrear lobos y parece ser que conocía a cada lobo por su nombre y costumbres, y que incluso arriesgaba su vida para robar lobeznos de las madrigueras, habiendo incluso siendo sorprendido por alguna loba en alguna ocasión.

Fuente Francachela
Fuente Francachela

Gruta de Nuestra Señora de Begoña

La última visita que no se debe perder es la Gruta de Nuestra Señora de Begoña. Para ello hay que deshacer el camino andado hasta la bifurcación, y en este caso tomar el camino de la izquierda, que es la calle de la Fuente del Cura. Nuevamente tomar el primer desvío a la izquierda llamado Travesía de la Fuente del Cura, hasta llegar a la Carretera de Madrid. Para llegar a la gruta hay que bajar por la carretera de Madrid hasta llegar a la zona alta de enfrente, calle Virgen de Begoña. Mucho cuidado con los coches en este tramo, ya que compartiremos carretera con ellos y además hay zonas de curvas.

La gruta es un lugar verdaderamente precioso. Está hecha en la misma piedra natural y sobre un altar de granito se sitúa la imagen de la Virgen de Begoña. Merece la pena pasear por sus jardines, observar las esculturas y disfrutar de las vistas.

Finalizada la visita a la gruta, recomendamos degustar alguno de los deliciosos platos de la gastronomía típica de Miraflores de la Sierra. Nosotros comimos realmente bien en una de las muchas terrazas de la Plaza del Álamo. Seguro lo disfrutarás.

Entrada Gruta Nuestra Señora de Begoña
Entrada Gruta Nuestra Señora de Begoña

Altar Gruta Nuestra Señora de Begoña
Altar Gruta Nuestra Señora de Begoña

Esculturas Gruta Nuestra Señora de Begoña
Esculturas Gruta Nuestra Señora de Begoña

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wircky

Me llamo Cristina. Me apasiona la fotografía, viajar y escribir, así que en 2014 decidí combinar mis 3 aficiones, y surgió Los viajes de Wircky.

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