Chorrera de los Litueros, la cascada más alta de Madrid

Cada año con el deshielo primaveral las cascadas se vuelven más caudalosas y adquieren su máxima expresión, y este año aún mucho más, que hemos tenido lo que se dice un auténtico año de nieves. Pensando en que esta primavera era la mejor para ver cascadas en España llegué a la conclusión de que quería visitar las mejores cascadas de la Comunidad de Madrid. Y aunque Madrid no es una provincia que destaque por sus cascadas, encontré varias que de verdad merecen la pena, y entre ellas la que es la cascada más alta de la Comunidad de Madrid: la Chorrera de los Litueros.

Ruta a la cascada más alta de Madrid

Cómo llegar a la Chorrera de los Litueros

Es muy fácil llegar a la Chorrera de los Litueros ya que está en los alrededores de Somosierra, localidad que se encuentra a 90 kilómetros del centro de Madrid. Si viajes en coche debes tomar la salida 91 de la A-1. También puedes llegar a Somosierra en autobús, tomando el 191 que sale del intercambiador de Plaza de Castilla.

Puedes optar por dejar el coche en Somosierra y realizar toda la ruta a pie, o bien llegar con el coche hasta el inicio del camino de tierra. El máximo punto al que puedes llegar en coche es el que está marcado en el mapa como «Calle de la Iglesia» y para ello basta con seguir la carretera de la antigua Nacional 1 (N-I).

Mapa de la ruta a la Chorrera de los Litueros

Hay un tramo algo confuso pasada la gasolinera, ya que sale una carretera a la derecha con el asfalto bastante desgastado y en el que no se ve ningún tipo de indicación de la cascada. Además una señal de tráfico invita a no continuar, prohibiendo la circulación excepto si accedes a las fincas. Este ramal continúa siendo la antigua N-I.

Si prefieres no llegar en coche hasta aquí, puedes aparcar cerca de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad en Somosierra, y descender a pie. Es un camino muy corto y fácil. El recorrido desde la ermita hasta la cascada es aproximadamente 1 kilómetro y medio de ida, y otro kilómetro y medio de vuelta, y se recorre en menos de una hora.

N-I hacia Chorrera de los Litueros

Nosotros nos informamos y nos indicaron que sí puedes acceder con el coche hasta la entrada al camino de tierra. Así que continuamos algo despistados y desconfiados durante medio kilómetro aproximadamente, y paramos al ver muchos coches aparcados en el arcén y a nuestra derecha el camino de tierra que marcaba el inicio de la ruta a pie a la Chorrera de los Litueros.

Ruta a pie a la Chorrera de los Litueros

Al descender del coche nos encontramos con las cumbres de Somosierra nevadas, además de unos enormes nubarrones que habían traído lluvias minutos antes. Afortunadamente cuando llegamos a Somosierra ya había escampado y pudimos disfrutar muchísimo del paseo.

Cumbres de Somosierra nevadas

Nos encaminamos a pie por el camino de tierra que además estaba algo embarrado después de tanta lluvia. Es fácil identificarlo y además tiene una señal de prohibido. Imagino que si la han colocado es porque habría coches que continuaban por este camino aunque yo no lo vea nada apto para coches.

Entrada al camino a la Chorrera de los Litueros

En apenas cien metros nos encontramos con esta verja. Pasamos por la puerta pequeña de la derecha, y nos aseguramos de volver a dejarla cerrada antes de continuar nuestro camino hacia las montañas del fondo. Nos contaron que habitualmente encuentras vacas o caballos en esta ruta, y por ese motivo es importante cerrar la puerta para evitar que se escape el ganado. Nosotros no vimos ningún animal, imaginamos porque se habían resguardado a causa de la lluvia reciente.

Puerta de acceso a la Chorrera de los Litueros

Y enseguida nos encontramos con este pequeño riachuelo que nos impedía continuar nuestro camino: el Arroyo de las Pedrizas.

Arroyo de las Pedrizas

Antes de pensar en cómo cruzarlo, nos acercamos a ver un pequeño y a la vez bonito salto de agua que se escuchaba muy cerca, por donde caían las aguas del arroyo.

Salto de agua del Arroyo de las Pedrizas

Mientras tanto vimos cómo varios senderistas cruzaban el riachuelo a través de unas piedras y maderas, así que nosotros también nos tuvimos que atrever a cruzar por aquí. El río tenía poca profundidad así que no era peligroso, pero no nos apetecía mojarnos los pies. Se atraviesa más o menos bien, aunque yo en particular sufrí un poco encima del tronco, tan redondito, y sobre las piedras del final. Sentí que mi equilibrio había llegado al mínimo, pero conseguí cruzar sin mojarme.

Senderistas cruzando el Arroyo de las Pedrizas

Nada más cruzar el arroyo el camino se bifurca. Tomamos el camino de la derecha principalmente porque todo el mundo iba y venía por él, y porque el que continuaba de frente en llano tenía unos charcos enormes por los que no había paso sin encharcarte. La primera parte del ascenso es corto y nada cansado, y sólo debes poner un poco de cuidado para no resbalar ni tropezar con las piedras.

Ascenso a la Chorrera de los Litueros

A los pocos metros de subida ya se contempla en la distancia la Chorrera de los Litueros, que es el salto de agua del Arroyo de las Pedrizas que cae por el Barranco de Somosierra.

Chorrera de los Litueros en el Barranco de Somosierra

Continuamos algunos minutos más para ver la cascada más de frente, aunque no lo conseguimos totalmente ya que el último tramo del camino está resbaladizo y en pendiente, y nos dio algo de miedo, a pesar de que vimos unos cuantos valientes que sí llegaban hasta el final. Nos quedaron apenas 50 metros, pero nos resultó suficiente por esta vez.

Senderistas frente a la Chorrera de los Litueros

Al ver la cascada inevitablemente nos preguntamos cuántos metros de altura tiene la Chorrera de los Litueros. Son unos 40 metros los que la convierten en la cascada más alta de Madrid. Sobre por qué lo llaman chorrera dicen que es porque cae un chorro pequeño de agua. Aunque en años lluviosos como éste quién lo diría, ya que el chorro es bastante caudaloso y forma una cascada realmente bonita. Si te soy sincera, me sorprendió.

Chorrera de los Litueros

El nacimiento del río Duratón

Al girar sobre nuestros pasos nos encontramos con esta vista tan maravillosa del valle con las cumbres de Somosierra nevadas al fondo. Además a pocos metros es donde se unen los dos arroyos, el Arroyo de la Peña del Chorro y el Arroyo de las Pedrizas, dando nacimiento al río Duratón. Descendimos e intentamos ver la unión exacta de los dos arroyos, pero sólo conseguimos escuchar el agua fluir a nuestra derecha e izquierda sin ver el agua en ese punto, ya que la vegetación era demasiado exuberante y nos tapaba esa visión. Disfrutamos del paisaje y del aire tan puro, y regresamos a nuestro coche para continuar el viaje a Sepúlveda y sus Hoces del Duratón.

Nacimiento del río Duratón y cumbres de Somosierra